“Es urgente terminar de transferir las competencias penales a la Ciudad”

Ocupó cargos muy importantes en el Estado porteño pero destaca que su paso por la Policía de la Ciudad le cambió la vida. Recientemente fue electa por sus colegas como consejera de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires y lleva la justicia tatuada en la piel. Asegura que la capacitación constante es indispensable para ejercer la función pública. Genoveva Ferrero dialogó con Quórum y nos permitió conocerla un poco más.

Genoveva-Ferrero¿Qué es la justicia para vos?
La Justicia es lo que rige mi vida. Es hacer lo que está bien, lo que es justo para el otro. Es poder vivir en una sociedad con reglas igualitarias para todos. En mi trabajo siempre me la paso diciéndole al equipo que colabora conmigo: esto es justo, esto no es justo. Entiendo igual que en la justicia muchas veces lo que es justo y lo que no es justo no prevalece. Pero bueno, como ideal es lo que debería ser en una sociedad para que todos tengamos los mismos derechos y las mismas oportunidades. Es un concepto fuerte en mi vida. Tal es así que tengo un único tatuaje y dice: Ser justo. Claramente es algo muy importante para mí.

Ocupaste muchos cargos en el Gobierno de la Ciudad y sos muy joven. ¿En algún momento ejerciste la abogacía?
Me recibí a los 23 años. Mi tío y mi primo tienen un estudio muy chiquito, familiar, de barrio. Así que mientras estudiaba y antes de recibirme, trabajé con ellos, procurando en Tribunales. Fue un plazo corto mientras estudiaba pero me sirvió para entender lo que es tener un estudio chiquito, pelearla, ganarse el mango y  que no es nada fácil. Así que por suerte pude tener esa experiencia para entender lo que es ser abogado.

¿Y cómo fue que luego te eligieron los abogados como consejera de la Magistratura de la Ciudad, siendo que tuviste poco tiempo en contacto con ellos?
En todos los lugares donde me tocó trabajar como administradora en el Gobierno de la Ciudad estuve muy en contacto con los abogados, porque obviamente son los que presentan licitaciones y recursos administrativos. Por ende, más allá de no estar directamente desde el lado de los estudios jurídicos, uno desde la administración también tiene un contacto constante con los abogados. Por no mencionar, los últimos dos años y medio que me tocó ser administradora del Poder Judicial previo a ser consejera. Desde la administración nosotros hemos desarrollado muchas herramientas que tienen que ver con la digitalización del Poder Judicial, que hace al acceso y al buen trabajo de los abogados en el fuero. O sea, que más allá de no estar en un estudio jurídico, tuve una vinculación constante con ellos en el Ejecutivo, en el Poder Judicial y también en el Poder Legislativo. 

¿Cómo fue tu experiencia como diputada porteña?
Fue una experiencia bastante fugaz porque ni bien asumí, Mauricio Macri fue electo como Presidente de la Nación y Horacio Rodríguez Larreta como Jefe de Gobierno. Acordaron el traspaso de la Policía Federal al ámbito de la ciudad de Buenos Aires y me tocó exponer el proyecto de Convenio para concretarlo. Después, Horacio Rodríguez Larreta me ofreció ser la administradora de ese traspaso y fue una de las experiencias más lindas que pude atravesar: poder unir dos culturas, dos fuerzas y formar una nueva familia que es la Policía de la Ciudad. Siempre digo que me siento parte de esa familia policial porque fueron cuatro años muy duros. Afianzando una fuerza, siendo parte de esa familia, entendiendo lo que es ser policía, lo que es no tener un horario fijo en tu vida, que si tenés un hijo con problemas o con alguna discapacidad no podés llevarlo a terapia. Tratando de estar cerca de ellos para poder homogeneizar esa tarea tan dura de ser policía con una vida también. Mi paso por ahí es algo que me conmueve mucho y me cambió la vida.

¿Y en qué momento te capacitaste tanto?
Todavía sigo. Estoy convencida de que para ejercer la función pública tenemos que ser técnicamente los mejores. Como siempre le digo a mi papá, nunca me alcanza. Siento que tengo que seguir estudiando. Ocupo siempre lugares de carácter técnicos más allá de trabajar en política, así que como administradora lo mío es más las compras y contrataciones. Estoy terminando una maestría en Estados Unidos sobre compra pública en la Universidad George Washington. Pedí licencia y me fui seis meses con mi familia. Doy clases en la Universidad Buenos Aires. Tengo mi propio curso de Puntos de Compras Públicas también. La verdad es que es algo que creo que tengo que hacer para dar mi mejor servicio en la administración pública.

¿Qué significó haber sido electa el año pasado como consejera de la Ciudad?
Fue muy emocionante y la verdad que ahí agradecemos el apoyo de los abogados que nos acompañaron en un porcentaje alto. Con las mismas agrupaciones veníamos de haber ganado el Colegio Público de la Abogacía de la Capital Federal, así que fueron dos elecciones muy importantes. Ser consejera de la ciudad de Buenos Aires implica una responsabilidad a la hora de seleccionar los jueces y a la hora de hacer un Poder Judicial nuevo, de vanguardia, innovador, tecnológico. Donde para mí, la administración es un punto focal que tiene que ver con tener los mejores sistemas para poder dar el mejor servicio al ciudadano y a los abogados y que los jueces puedan tener las herramientas necesarias.

¿Qué opinás de Horacio Rodríguez Larreta?
Lo conozco trabajando hace 15 años. Es incansable. Lo respeto desde el plano técnico y creo que tiene la templanza y la capacidad para poder formar equipos y generar consenso. Lo conozco, es su sueño desde los cinco años y sé que está preparado para hacerlo por un montón de cosas.

¿Te ves ocupando algún cargo nacional?
Me veo trabajando con él. No tengo una aspiración particular. Quiero estar donde técnicamente pueda hacer mi aporte. 

¿Es difícil para vos investigar el funcionamiento de la justicia y el desempeño de los jueces?
Durante los dos años y medio que fui administradora sentí que al ocupar un rol así uno trabaja para el juez. Entonces, al final del día soy la empleada del juez y no me molesta decirlo. Trabajo para que ellos tengan las herramientas que necesitan, tengo que estar a su disposición. He logrado una relación con jueces que se consideran más afín a un lado, más afín a otro, con una ideología o con otra. Cuando la Comisión de Disciplina tuvo que investigar a un juez, así lo hizo. Recién ahora me toca ver esos dictámenes como consejera. Antes, como administradora, colaboraba con las investigaciones. Considero que lo que se tiene que investigar se investiga, tengamos buena relación o no. Es lo que se debe hacer y no me incomoda hacerlo. Los jueces tienen que ser medidos y juzgados como todos en la función pública.

¿Estás preparada para algún tipo de presión?
Como consejera también me toca ser la que lleva adelante las paritarias del Poder Judicial.  Tampoco es fácil llevar a cabo una paritaria donde hay gremios con ideologías distintas; la verdad es que al final del día siempre tratamos de ponernos de acuerdo y hacer lo que tenemos que hacer.

La justicia de la Ciudad es joven. ¿Existen ya operadores que sean determinantes en la resolución de un fallo?
Te puedo decir que a mí nunca nadie me llamó y me dijo “hacé esto, hacé lo otro, necesito que esto salga así”. De hecho, si analizás los sorteos en la ciudad de Buenos Aires te vas a dar cuenta que no hay nada dirigido, muy por el contrario. Eso es lo que a mí siempre me da orgullo, que se pueda decir que hay una justicia independiente y transparente.

¿Cómo evaluás la tensión que hay entre el Poder Judicial y el Gobierno Nacional?
Es algo difícil, una lástima. Es imposible que no trabajen conjuntamente el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y el Poder Judicial. Más allá de que siempre remarcamos la importancia de la independencia de poderes, somos un mismo Estado y debemos trabajar juntos. Si existe una reforma del Poder Judicial, tiene que salir de los jueces y hay que trabajarla con ellos. Se trata de trabajar conjuntamente. Entonces si vos me decís como la veo,  la veo muy mal. De la misma manera veo mal que se quiera ir por encima de la Corte, que se la quiera exponer. Así terminó Venezuela, llevándose puesta a la Justicia y yo no quiero terminar así.

Hablando de la Corte, ¿el cargo que está vacante tiene que ser ocupado por una mujer?
Con una mujer con aptitudes para ocupar ese rol. Tenemos que poner a la mejor mujer. 

¿Consideras que la Nación va a terminar de transferir las competencias judiciales a la Ciudad?
Es algo necesario y urgente. Por ejemplo, si vivís en Recoleta y vas a la Comisaría de Las Heras, la Comunal dos, para hacer una denuncia porque te robaron el reloj, esa causa va al Juzgado Nacional de Instrucción porque el robo no está transferido. Entonces el vecino que hizo una denuncia, al que le dieron un número, después va a tener que tener otro número con otro expediente que no va a poder seguir digitalmente en un juzgado nacional. Después va a ir a la Policía a averiguar y no le van a poder dar información. Eso no puede pasar. Es darle un muy mal servicio al vecino, al que no le importa que haya tres justicias en la Ciudad.

¿Por qué creés que está trabado eso?
Está trabado por falta de decisión política, por la falta de un plan. Claramente eso requiere un plan, hablar mucho con los jueces, consensuar. Explicarles que no van a tener merma de sus derechos. Requiere mucho trabajo. Lo mismo que hicimos con la Policía de la Ciudad al unificar dos fuerzas. Implica un cambio cultural y es difícil. 

¿Cómo son tus objetivos a corto y mediano plazo?
En lo laboral me toca ahora ser consejera, tratar de que la justicia de la Ciudad siga creciendo, siga teniendo las herramientas tecnológicas necesarias. Mejorar muchas cosas para poder brindar un buen servicio al vecino y después también ver qué pasa en las elecciones. Obviamente, con mucha esperanza de que las cosas puedan cambiar para los argentinos.

Fotografía/Video: Avanti! Producciones