JESSICA TROSMAN, LA MUJER QUE LLEVÓ LA MODA ARGENTINA A LO MÁS ALTO DURANTE LA DÉCADA DEL 90. TRANSGRESORA, CREATIVA, ÚNICA: FUE LA MARCA QUE HIZO TENDENCIA DURANTE AÑOS Y QUE LUEGO, JUNTO A SU SOCIO Y AMIGO MARTÍN CHURBA, MARCARÍA UNA ÉPOCA QUE TODAVÍA HOY
TODOS RECUERDAN. LA PANDEMIA Y EL ENCIERRO SOLO LOGRARON QUE EN ELLA EXPLOTARA TODA LA CREATIVIDAD DE LA QUE ES CAPAZ. LLEVÓ SU TALENTO HASTA EL ARTE EN FORMA DE ESCULTURAS, QUE HOY PROMETEN MULTIPLICARSE EN EL PAÍS Y EN EL MUNDO. UNA CHARLA A FONDO CON UNA MUJER QUE NO CONOCE DE LÍMITES A LA HORA DE CREAR.
Contanos qué estás haciendo hoy, ¿de qué se tratan las piezas en las que estás trabajando?
Hace dos años vendí mi marca y desmantelé mi trabajo antiguo para abstraerlo en algo nuevo, en otra cosa. Si bien respeto mucho mi pasado, yo avanzo en la vida y me tiro a nuevos desafíos que es lo que más me gusta. Quise explorar nuevas formas, más escultóricas, sin las limitaciones propias del cuerpo humano y no bien vendí la marca pensé de qué manera lo podía hacer sin esta limitación. Por un lado siempre me dediqué a la creación y al diseño dentro de lo textil y sentí que por ahí también venía esta historia, este nuevo rumbo. Por ende comencé a trabajar con esculturas donde las someto a todo un proceso: me dedico primero a la tela, luego a la moldería, le doy el volumen, luego las inflo hasta dejarlas rígidas -de algún modo congelándolas- y siempre buscando esa figura abstracta pero sugestiva. Por último las detengo en el tiempo convirtiéndolas, según el caso, en metáforas de la memoria, del recuerdo o de algún sentimiento que tenga ganas de explorar.
¿Qué materiales estás utilizando a la hora de trabajar?¿Cómo fue que llegaste a este punto?
Los materiales que uso obviamente vienen de mi pasado y de mis trabajos anteriores. El textil de algún modo está presente. ¿Qué me pasó? La moda me dio un montón, me encanta, la amo, pero entendí que no deja en valor tanto como el trabajo que lleva hacerla. Por eso esta búsqueda es mucho más atemporal y tiene más que ver con la condición humana que con el cuerpo humano y de eso se trata todo. Me gusta hablar de regenerar mi pasado y de transformarlo en algo nuevo en donde no haya restricciones. Y es eso lo que estoy haciendo hoy.
¿Cómo fue el reencuentro con Martín Churba y cómo fue volver a trabajar con él?
Esta nueva historia empezó hace dos años. Durante la pandemia. Tuvimos una charla vía Zoom con Martín donde me invitó a una reunión de trabajo, en realidad me invitaba a unos encuentros que se llamaban “Pasale el trapo a la cuarentena” en los que se ponían a crear piezas o lo que sea, con cosas que tenía cada uno en la casa. Esto lo hacía por Instagram y en uno de esos encuentros en los que me invitó, nos dimos cuenta de la inmensa cantidad de gente que nos pedía que volvamos a estar juntos. Con Martín siempre nos sentimos muy bien, muy afines y muchas veces ya nos habíamos planteado volver a hacer algo juntos.
O sea que en un encuentro “de trabajo” se dieron cuenta de que les gustaba la idea de volver a hacer algo juntos…
Ocurrió que nos pusimos a hablar y no sé cómo terminamos pensando en hacer piezas textiles que de algún modo tengan más que ver con el arte, que sea arte textil. Pensá que los dos nos juntamos y teníamos cada uno todo lo que habíamos hecho juntos en la época de “Trosman – Churba” más todo lo que hicimos por separado y ahora, al volver a estar juntos, era meter todo en una trituradora, mezclarlo y que salga algo nuevo que seguramente iba a ser algo mejor. Nos pasó que enseguida pudimos reconectar. Somos dos personas que se complementan muy bien: él me da la fuerza, yo le doy la energía, somos muy rápidos, vamos para adelante, no tenemos muchos peros a la hora de trabajar. Quizás al estar más maduros y en otras edades se nos cayeron los egos: ya no existe más nada de eso. Hoy estamos mucho más abiertos y estamos haciendo juntos obras textiles que podrán ver en nuestro Instagram que se llama @jessicatrosmanymartínchurba, y después están mis esculturas que también las tengo en mi Instagram @jessicatrosman.
Con Martín siempre nos sentimos muy bien, muy afines y muchas veces ya nos habíamos planteado volver a hacer algo juntos.
¿Por qué volver a trabajar con Martín y no con otro?
Martín fue mi mejor socio, nos separamos bien, nos reunimos mejor y cuando empezamos a hablar de volvernos a juntar hasta mi pareja actual me decía: “Ponete de novia con Martín, probá a ver qué onda”.
Bueno, re funciona, nos queremos mucho, estuvimos cinco años juntos y aunque pasó un montón de tiempo en medio nos súper entendemos. Somos los dos muy activos y nos complementamos muy bien: cuando uno está cansado agarra la posta el otro y así nos manejamos. La verdad es que esta dupla funciona.
¿Cómo te tomó la pandemia y cómo atravesaste la cuarentena?
La cuarentena me unió de nuevo a mi antiguo socio y a la pandemia nunca le tuve miedo. Con Martín laburamos lo que pudimos a través de Skype o Zoom y empezamos a generar proyectos sin vernos y eso nos generó un montón de cosas y empezamos a crecer. Nos mostramos
lo que hicimos, esto hice yo cuando no estaba con vos y en esto otro estoy trabajando y esto lo hicimos de esta manera y empezamos a cruzarnos nuestros trabajos y nos dábamos cuenta de que obviamente teníamos muchas cosas en común. La verdad es que nos hizo muy bien la pandemia a nosotros.
¿El encierro te llevó a trabajar más?
Durante la pandemia elaboré un trabajo que fue todo un gran desafío: se trataba de una escultura de tres metros y medio en chapa de aluminio. Sí, me meto en desafíos complejos; la verdad es que me gusta mucho trabajar y aunque muchas veces tiene más que ver con un hobbie, cuando trabajo en cosas que me gustan no siento otras cosas. Entiendo el problema que generó la pandemia, pero no me enganché con lo malo sino con un nuevo desafío. Pensaba, bueno, saquemos lo mejor de la pandemia, busquemos desafíos que nos hagan involucrarnos y crecer artísticamente.
¿Volvieron a trabajar con material de descarte como lo hicieron en la Capsula Jaramillo?
No volvimos a hacer una cápsula como la de Jaramillo. Ahora estamos haciendo paradas, como si fueran las paradas de un colectivo. Si hoy queremos hacer algo de diseño lo hacemos, si tenemos ganas de hacer algo de arte también, si queremos hacer algo de moda también. Eso en cuanto a la dupla Trosman-Churba, por mi parte en este momento estoy alejada de la moda y no me siento con muchas ganas de hacer moda, si bien me tira y mi trabajo artístico obviamente tiene mucho que ver -porque no reniego de dónde vengo- no la extraño como para meterme de nuevo en ese mundo. Creo que lo nuevo permite hacer otras cosas, y eso es realmente importante porque a mí me gusta estar todo el tiempo transformando la experiencia ya sea de ver, de sentir, de diseñar.
¿Cómo ves a los diseñadores hoy en día?
Siempre hay buenos diseñadores argentinos, siempre hay buenos artistas argentinos, creo que hay buscar oportunidades y hay que buscar alianzas para que todos puedan brillar y tener oportunidades. No estamos pasando un buen momento pero no es solamente en Argentina, sino que es a nivel mundial. Las cosas tienen que cambiar para que haya más trabajo para todos pero qué te puedo decir yo, pensá que Trosman- Churba tuvo su mejor momento entre el 2000 y el 2001, cuando todo realmente era muy difícil. Creo que son estos los momentos en los que todos los creativos tienen que salir adelante y brillar porque hoy el valor agregado es la creatividad.
¿Qué cosas te inspiran a la hora de trabajar?
¿En qué me inspiro? A ver, mi material de trabajo es mi punto de partida, llegar a un lugar diferente del que empecé para mí es un gran logro, más allá de que mi obra habla de ciertas cosas, que puede ser de mi presente o de mi pasado. Siento mucha inspiración en lo que es la transformación de estos materiales, vas a ver en mis obras textiles cosas que por momentos parecen resinas pero que después no lo son. Con respecto a qué me inspira, también tiene que ver con que me gusta mucho la reflexión dentro del proceso y el impulso que me lleva a lograr crear un equilibrio.
¿Cómo es hoy la relación que tenés con la ropa?
Para mí la ropa es sagrada, yo almaceno ropa y ese fue mi modus operandi, porque tengo todo un archivo que llevo conmigo, que guardo, pero casi como algo poético y como todo el tiempo la gente me está preguntando si voy a volver yo siempre bromeo con que colecciono sentimientos y recuerdos. Quizás mi próximo paso sea hacer algo con ese archivo sagrado y glorioso, quizás transformándolo en otra cosa, dándole una segunda vida, quizás usándolo para hacer mis nuevas esculturas. Yo siempre digo que cualquier persona creativa tiene que expresar posibilidades multifacéticas y por eso hoy me estoy desafiando a mí misma y haciendo esculturas; no me gusta cuando se define a una persona en una sola área, más si hablás de alguien creativo, porque es un camino que uno va descubriendo.