Especialista en Energía y Recursos Naturales, Pablo Alliani no sólo ha aconsejado a numerosas empresas a la hora de realizar inversiones en Argentina sino también en otros importantes lugares del mundo. En ese sentido, el reconocido abogado asegura que el desarrollo de Vaca Muerta puede dejar a nuestro país en una situación muy ventajosa en materia energética. También defiende el funcionamiento de la Corte Suprema y la independencia del Poder Judicial.
Es básicamente que, dentro de un sistema, tengamos normas para poder vivir tranquilamente y que nuestras acciones sean juzgadas por pares que nos den lo que nos corresponde por nuestras acciones. Un sistema con jueces independientes donde lo importante es el estado de derecho y la seguridad jurídica, lo que en Inglés se denomina “the Rule of Law”.
Te dedicas al gas, al petróleo. ¿Contanos cómo es tu actividad diaria?
Soy un abogado corporativo que me dedico desde hace mucho tiempo al derecho energético. Obviamente empecé en el petróleo y el gas, pero fui evolucionando al igual que el mundo hacia la energía y los recursos naturales. Es decir, la transición energética que vivimos desde la energía fósil hacia las energías renovables. Es una realidad y nuestros clientes han ido prestando cada vez más atención. Así que nosotros vamos acompañando ese cambio junto con ellos. El día a día es atender a las compañías energéticas extranjeras que vienen a la Argentina a invertir y de la misma manera, empresas argentinas que salen al mundo. Eso lo hacemos diariamente. Por ejemplo, nos han tocado grupos argentinos grandes que se expandieron en Latinoamérica y los hemos acompañado desde México hasta el Cono Sur. De desarrollo, exploración y producción de petróleo principalmente, y de infraestructura, gasoductos, licitaciones. Lo hemos hecho en casi todos los países, en Bolivia, Brasil e incluso en Estados Unidos y Canadá. También viajamos con unos clientes para asesorarlos en procesos licitatorios y compra de activos en el Sultanato de Omán, en Marruecos, en Rusia.
El derecho te lleva a conocer el mundo entonces…
De alguna manera, sí. He tenido la suerte de viajar y conocer muchos países. A veces se hace difícil el estar tanto tiempo afuera, pero bueno, de a poquito uno se va acomodando y se organiza mejor.
¿Cómo es hoy el sistema de la presencialidad y el trabajo en casa?
Lo veo bien. Es algo que en un momento todos creímos que llegaba para quedarse. Si bien entiendo que es así, valoro mucho la presencialidad y considero que es buena para el desarrollo de los abogados jóvenes. Por eso los abogados más jóvenes son los que más necesitan de nosotros que ya tenemos alguna experiencia mayor para ir creciendo en su carrera. Ellos valoran más el venir al estudio todos los días, siendo que aquellos abogados un poquitito más grandes pero que todavía tienen hijos chicos y demás, valoran más el híbrido y la posibilidad de trabajar desde la casa que les da una flexibilidad que antes no tenían. Creo que eso se va a mantener.
Contanos de tu fusión con el estudio Bomchil
Ocurrió en plena pandemia en noviembre del 2020. Nosotros teníamos un estudio boutique de energía, pero por supuesto nos faltaba una cantidad de áreas que nos convirtiesen en una firma full service y que pudiésemos dar servicio en otras áreas como financiero, impuestos, laboral. Había una necesidad por parte de nuestros clientes para atender ese tipo de servicios también. Fue muy natural porque a mis actuales socios ya los conocía y nos llevamos muy bien. Todo el equipo se incorporó de una manera muy armónica.
Estudiaste en la UBA y después hiciste un máster en Estados Unidos. ¿Cómo fue la experiencia?
Fue una experiencia muy linda. Es algo que le recomiendo a todo aquel que pueda hacerlo porque a mí me cambió la vida. Cuando me fui no sabía muy bien qué iba a hacer y no fue sólo una experiencia para aprender temas legales americanos, sino una experiencia de vida, estar solo, socializar. Y conocer cómo trabajaban los americanos. En mi caso fui a trabajar a un estudio en Houston y me quedé con ellos un año. Así que la experiencia en total fue de un año de facultad y luego un año de trabajar en un estudio de primera línea allá. Es muy recomendable si es que les gusta este tipo de carrera.
Te tenemos como el referente de la International Bar Association (IBA)…
Soy uno de los referentes. En Argentina hay muchos, incluso algunos que arrancaron antes que yo. Estoy en la IBA desde 1989, que es un año después de que se hizo la primera conferencia en Buenos Aires. Es una asociación de abogados mundial, la más grande del mundo, y donde los socios son los colegios que nuclean a los abogados en los distintos países. Debe tener unos 8000 socios entre los colegios y los abogados particulares como es mi caso. Tiene encuentros en forma anual.
¿Y qué implica ser socio?
Tenés el acceso a una cantidad de información, de materiales, de newsletters, de productos que se generan en el área en la que vos estás interesado en participar. Te permite conocer a otros colegas de distintas partes del mundo, ver cómo trabajan ellos. Obviamente que está el concepto del networking, que siempre va de la mano en estas grandes organizaciones y que lo podés hacer por área de práctica y también por la región en la que estás. Por ejemplo, hay un Latin American Forum que nuclea a los abogados de toda la región, que es muy popular y que tiene sus propias conferencias y encuentros.
Fuiste asesor de uno de los principales actores de Vaca Muerta. ¿Qué implica eso y cómo lo viviste?
Fue una experiencia muy interesante en un momento en donde había mucha expectativa por Vaca Muerta y parecía que no iba a arrancar nunca. Estoy hablando del 2013 más o menos. Finalmente mi cliente decidió juntarse con YPF y hacer un desarrollo muy grande. Hoy por hoy, el más grande desarrollo que ha habido en Vaca Muerta, con más de mil pozos perforados. Fue muy importante para el desarrollo de la cuenca, dado que fue el puntapié inicial. Detrás de esta inversión llegaron otras empresas que se animaron también a participar. Por supuesto que se necesitan más cosas para que Vaca Muerta siga creciendo, aún cuando actualmente más del 60% de la producción de petróleo en la Argentina ya proviene de este yacimiento. Hay algunas señales que nos hacen pensar que estamos transitando por el buen camino.
¿Cómo cuáles?
Ahora se está haciendo el gasoducto Néstor Kirchner, que va a permitir extraer más gas que en la actualidad no se puede producir y nos hace continuar dependiendo de las importaciones. A su vez, desde el lado del petróleo, se está ampliando el oleoducto troncal de Oldelval que también va a posibilitar extraer más del crudo que actualmente se produce. Todos estos procesos de ampliación están ocurriendo. Se está poniendo en marcha nuevamente el oleoducto trasandino que va a permitir volver a enviar petróleo hacia Chile. Todas estas cosas más la posibilidad -una vez que esté el gasoducto- de hacer una planta de gas licuado (LNG), va a llevar a que Vaca Muerta tenga finalmente su capacidad total.
Hoy en día hay una escasez de gas alrededor del mundo. ¿Eso podría llegar a cambiar la situación económica de la Argentina?
Sí, por supuesto. Pondría a la Argentina en una situación no tan vulnerable como hoy, en donde salís a gastar muchos de tus recursos en tener que importar el gas caro de nuestro vecino Bolivia o traerlo -por ejemplo- de Qatar. Esto es muy prometedor pero siempre tiene que ir acompañado de algunas medidas más que den esa tranquilidad para que los inversores sigan creyendo en el país. Que crean o se animen a hacer más cosas.
¿Cómo ves el desarrollo del negocio?
Es un negocio que ha funcionado muy bien. Pero, por supuesto, la Argentina ha incumplido muchas veces sus compromisos. Ha cortado las exportaciones de gas porque necesitaba que su mercado interno, como dice nuestra ley, esté abastecido y no falte. Pero eso hizo que tengamos conflictos con Chile y con Brasil, que tuvieron que resolverse a través de arbitrajes. Si hay una menor intervención de parte del gobierno y políticas claras que no se cambien, el mercado debería funcionar casi con lo que tenemos o lo que teníamos. Por ejemplo, darle previsibilidad al inversor de cuántas divisas se pueden quedar en el exterior luego de haber invertido en Argentina grandes sumas de dinero. Permitirle que sepa qué va a pasar con lo que tiene y, si un día se tiene que ir, cómo se lleva el capital invertido.
¿El vínculo de los actores privados con el Estado en relación a Vaca Muerta es bueno?
Es bueno. Siempre ha habido una buena comunicación entre los distintos actores. Ha habido administraciones en donde fue mejor y otras en donde es distinta la forma de relacionarse, pero en general es una industria que funciona bien.
¿Creés que aún quedan otros lugares para descubrir similares a Vaca Muerta?
Por supuesto que sí. De hecho, uno ya está descubierto. No estoy diciendo nada nuevo, es el desarrollo que está teniendo el litio. Se ha convertido en otra gran oportunidad para Argentina, donde han llegado muchísimas inversiones. Compañías que tienen distinto grado de desarrollo en lo que han hecho pero que es muy prometedor. Y por supuesto, es otro lugar en donde el Estado no tiene que dormirse y lograr que el desarrollo sustentable de los recursos de litio que tenemos -que es de los tres o cuatro más grandes del mundo- se concrete rápidamente. La tecnología avanza tan rápido que hoy por hoy es importante el litio para los autos eléctricos, pero capaz que dentro de un tiempo no. Entonces hay que ponerle un poco de cabeza. Se está desarrollando y varios proyectos están avanzados, fundamentalmente de compañías japonesas, australianas, alguna americana. También una cantidad de empresas chinas interesadas, algunas ya con desarrollo y otras comprando minas de litio para desarrollar la explotación.
¿Cómo se generan estos descubrimientos?
En general está todo mapeado. Ya se sabe dónde está toda esta cuenca que se llama el triángulo de litio, que incluye no sólo a la Argentina, sino a Bolivia y a Chile. Después hay equipos técnicos que estudian el recurso y dicen si realmente da para una explotación comercial.
¿Cómo ves el sistema judicial hoy?
Lo veo bastante bien. Estamos frente a un sistema independiente, que probablemente esté mejor incluso que en otros años. Tenemos una Corte Suprema que ha trabajado bien y lo mismo sus cámaras y demás. Tenemos ejemplos varios, pero el proceso actual que hay de seguimiento de causas que venían del pasado y con actores que todavía están en el Gobierno es muy importante. Creo que tiene un grado de independencia que es necesario en el Poder Judicial.
¿Creés que el cargo vacante en la Corte debería ser ocupado por una mujer?
Sería muy bueno que siga siendo una mujer quien ocupe ese cargo.
Por último, ¿qué haces en los tiempos libres?
Me gusta mucho el sur. Viajo a una casa en la Patagonia, me gusta pescar, hacer trekking, pasar ratos con la familia. Los chicos a veces nos acompañan, tal vez no tanto como queremos. Ya son más grandes, van con sus novias o con sus amigos. Te diría que esa es una de las cosas que más disfruto en el día a día sin estar trabajando.
Fotografía/Video: Avanti! Producciones