Justicia como herramienta para el desarrollo sostenible y la gobernanza global: una propuesta al G20

Cuánto afecta el crimen organizado al medio ambiente, la biodiversidad y los recursos naturales, y por ende al desarrollo humano; y cómo las tecnologías satelitales pueden servir como información temprana y evidencia judicial para prevenir el crimen organizado.

Se trata de un trabajo de la responsable técnica-legal en Derecho Espacial de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), de la funcionaria de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Carolina Renaud, y del juez del Tribunal Oral Federal 1 de la ciudad de Buenos Aires, Ricardo Basílico, que ha sido seleccionado y destacado en el G20.

Cómo afecta el narcotráfico

En el narcotráfico, los cultivos ilícitos se establecen tras deforestación, tala y quemas, generando impactos socioculturales y ecosistémicos.
 Esto afecta economías y biodiversidad en cada región geográfica involucrada (especialmente en países en desarrollo) y vincula otros delitos (trata de personas, tráfico de migrantes, bienes culturales, flora, fauna y armas) con fines de lucro. 

Estas ganancias se introducen en mercados formales a través de actos que ocultan su origen ilícito, socavando el orden económico y financiero y generando flujos ilícitos (ODS 16). 

La propuesta al G20

Esta propuesta al G20 ofrece una perspectiva holística contra el crimen organizado ambiental como un factor que socava los ODS. Para un multilateralismo efectivo (ODS 17) y gobernanza, se propone construir alianzas entre la comunidad científica, la academia y el sistema judicial global encargado de investigaciones de crímenes complejos (que requieren mejor acceso a datos espaciales como evidencia). 

Esto implica fortalecer capacidades e incorporar tecnologías e información espacial como pruebas para desmantelar redes criminales de manera efectiva para el bienestar colectivo. 

Diagnóstico 

El crimen organizado transnacional y económico socava el desarrollo sostenible de la generación presente y compromete a las futuras. 

Por ello, es crucial que los Estados adopten una perspectiva holística contra el crimen como factor que socava los ODS de la Agenda 2030 y fortalezcan la gobernanza y despliegue de instituciones fuertes para el bienestar colectivo. 

Los grupos criminales transnacionales han aprovechado la globalización para expandirse, perpetrando múltiples actos ilícitos graves de forma concatenada o simultánea en diversas áreas geográficas, formando sistemas de operaciones complejos y difíciles de detectar.

 En el caso del narcotráfico, la instalación de cultivos ilícitos ocurre tras deforestación, tala y quemas, etapas previas al cultivo de coca. Las áreas geográficas elegidas por estos grupos se caracterizan por su humedad tropical, variedad climática, fertilidad del suelo y vías hidrográficas. 

En América Latina y el Caribe, se concentran en el Corredor Biológico Mesoamericano, donde ha habido un aumento indiscriminado de la deforestación al mismo ritmo que el tránsito de cocaína. 

Este corredor, zona de conservación globalmente importante, también se usa para la captura de fauna y flora nativa para su comercialización. 

Lo mismo ocurre en la Amazonía, declarada Patrimonio de la Humanidad, que abarca nueve países y es elegida por los delincuentes por la facilidad de esconderse de la persecución policial. 

Recomendaciones

Los Estados miembros del G20 y diversas agencias espaciales están invirtiendo en desarrollos estratégicos de tecnologías espaciales.

En este sentido, el uso de geolocalización y satélites de observación de la Tierra proporciona información precisa y herramientas de monitoreo oportunas.

 Por tanto, la ciencia y la tecnología adquieren un rol preponderante en el desarrollo de las economías de los países, así como en el fortalecimiento de sus capacidades.

Dado que la actividad espacial es eminentemente cooperativa, permite el establecimiento de alianzas con efectos virtuosos tanto en la lucha contra el crimen como en la protección del medio ambiente, favoreciendo el crecimiento interconectado entre países desarrollados y en desarrollo.

Para fortalecer las posibilidades de combatir estos tipos de crímenes, que afectan tanto al Sur Global (principalmente) como al Norte Global, se proponen las siguientes recomendaciones al G20, las cuales también harán que el multilateralismo (ODS 17) sea efectivo:

  1. Luchar contra el crimen organizado con una perspectiva holística (justicia, ciencia y sociedad) y multilateral (ODS 17), considerando que, especialmente aquellos relacionados con el narcotráfico, tienen un impacto en el medio ambiente y la sociedad.
  2. Generar alianzas entre la comunidad científica y los órganos judiciales del mundo encargados de investigaciones de crímenes complejos, para proporcionarles conocimientos sobre el uso de tecnologías y aplicaciones satelitales.
    Actualmente, existe una subutilización de las herramientas satelitales, principalmente debido a la falta de conocimiento sobre la viabilidad de su uso como evidencia probatoria. También es necesario implementar una red de acceso a imágenes satelitales para combatir el crimen transnacional con implicaciones ambientales, basándose en la cooperación internacional. Se requieren nuevos enfoques (perspectivas globales) para cambiar la trayectoria del crimen organizado en tiempos de globalización y cambio climático, y para procesar crímenes que afectan el medio ambiente y generan más inequidad y exclusión para las poblaciones afectadas.
  3. Promover y aplicar la ciencia espacial en la investigación de crímenes complejos perpetrados por el crimen organizado, incluyendo la información satelital (geomática, geolocalización y telecomunicaciones) como herramienta para la prevención, monitoreo y persecución de delitos ambientales.
    La información satelital (datos e imágenes) es un elemento probatorio ineludible para la evaluación legal-criminal en el caso de la comisión de actos que dañen los recursos naturales, la biodiversidad y el desarrollo sostenible, afectando así los derechos humanos. Es una herramienta técnica que proporciona información precisa, objetiva y actual sobre el estado del planeta Tierra, observada desde el espacio. La evaluación e interpretación de estas imágenes, en manos de especialistas, proporcionará elementos útiles y más que suficientes para los jueces y fiscales involucrados en los procedimientos judiciales.
  4. Fortalecer las capacidades de los funcionarios judiciales (magistrados, fiscales, asistentes y profesionales involucrados en el proceso judicial), modernizando los procesos judiciales mediante la incorporación de herramientas tecnológicas espaciales, para desmantelar efectivamente las redes criminales (también cumpliendo con los objetivos de la Agenda Espacial).
  5. Incluir y fortalecer la educación ambiental a nivel primario y secundario, así como en las áreas de ciencia y tecnología, para despertar vocaciones en estos temas.
  6. Coordinar acciones con las partes interesadas de los sectores público, privado, académico, sociedad civil y ONGs para obtener financiamiento y cooperación tanto a nivel internacional como nacional para proyectos de desarrollo de tecnologías espaciales. Estas oportunidades deben ser monitoreadas para asegurar su correcta implementación.
  7. Promover proyectos regionales y/o globales transversales que consideren el medio ambiente, la economía, lo social (comunidades locales, tradicionales e indígenas) y la Justicia, para permitir avances rápidos y sostenibles, especialmente en los países en desarrollo. Todos los actores deben estar en diálogo para cambiar la trayectoria del crimen ambiental.

Escenario de resultados

Es necesario recordar que:

«El crimen organizado transnacional se beneficia del saqueo de nuestro planeta (…) El crimen y la degradación ambiental tienen una relación circular. Los cambios ambientales provocados por el cambio climático, como el clima extremo y las sequías, aumentan la escasez de recursos, presionan las economías locales y generan inestabilidad. Todo esto fomenta la aparición de nuevos mercados ilícitos, que a su vez agravan la degradación ambiental» (Iniciativa Global, 2021:22).

A pesar de los esfuerzos de los países por proteger el medio ambiente, las acciones no siempre se perciben de manera holística e integradora (especialmente en los países en desarrollo y el Sur Global) sobre cuánto afecta el crimen organizado al medio ambiente, la biodiversidad y los recursos naturales, y por ende al desarrollo humano; y cuánto pueden ayudar las tecnologías satelitales como información temprana y evidencia judicial para prevenir el crimen organizado.

Por otro lado, existen numerosas leyes que protegen los bosques nativos, los recursos naturales y los ecosistemas terrestres y oceánicos, pero debe quedar claro que la persecución penal del crimen económico organizado dentro del marco de las garantías del Estado de derecho implica la protección de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el plan de acción universal hasta 2030. Para ello, es esencial integrar a todos los actores (Estado, ciencia, academia, poder judicial y ONGs) en una mesa de diálogo.

Conclusión

Este documento propone incorporar el «Sistema Judicial de las Naciones» como una herramienta para el desarrollo sostenible y la gobernanza global, principalmente en relación con los delitos ambientales o delitos de impacto ambiental. Se sugiere integrar la ciencia y la tecnología (especialmente la tecnología espacial) en las investigaciones transnacionales, lo que permitirá llevar evidencia adecuada y científica al proceso judicial para actuar contra el crimen.

Se espera que esta visión holística incremente la relación multilateral entre los Estados, lo que cambiaría la trayectoria del crimen. Y aunque la región del Sur Global se ve seriamente afectada por este tipo de actividad criminal con impacto ambiental, el Norte Global no está aislado de estos crímenes transnacionales. Por lo tanto, se propone que el G20 trabaje de manera integrada y multilateral para fortalecer la gobernanza y el bienestar de la sociedad.