Los soldados israelíes Saar Hirshoren y Yuval Vagdani, acusados de crímenes de guerra en Gaza, enfrentan denuncias presentadas en Argentina por la Fundación Hind Rajab. Sin embargo, un informe al que accedió Quórum expone los vínculos de esta fundación con la organización terrorista Hezbolá, evidenciando una estrategia dirigida a socavar la legitimidad de Israel en el ámbito internacional.
Lo que importa
La Fundación Hind Rajab (HRF), una ONG pro-palestina con sede en Bélgica, se encuentra detrás de las denuncias en Argentina contra los soldados israelíes Saar Hirshoren y Yuval Vagdani, ambos acusados de crímenes de guerra en Gaza. Sin embargo, un informe obtenido por Quórum señala que la fundación tiene vínculos directos con la organización terrorista Hezbolá, lo que genera serias dudas sobre los objetivos de estas denuncias.
HRF se presentó oficialmente como una ONG en septiembre de 2024 y asegura tener como misión la denuncia de soldados israelíes involucrados en el “genocidio en Gaza”. No obstante, investigaciones demuestran que su accionar responde a una estrategia más amplia dirigida por Hezbolá para erosionar la legitimidad de Israel en foros internacionales.
Las denuncias en Argentina: Hirshoren y Vagdani
En Argentina, HRF presentó una denuncia contra Saar Hirshoren, integrante del Batallón de Ingeniería de Combate 749, quien fue identificado en videos celebrando la demolición de infraestructura civil en Gaza. Según la fundación, Hirshoren habría estado recientemente vacacionando en la Patagonia, lo que motivó una solicitud de detención inmediata.
De manera similar, HRF también denunció a Yuval Vagdani, miembro del Batallón 432, quien escapó de Brasil a Argentina tras una orden de detención emitida en diciembre de 2024 por la justicia brasileña. Las denuncias están actualmente bajo la jurisdicción del Juzgado Federal Nº3, inicialmente a cargo de Daniel Rafecas, pero transferidas al juez Ariel Oscar Lijo debido a la feria judicial.
El abogado Rodolfo Yanzon, representante de HRF en Argentina, ha enfatizado que el país, como signatario del Estatuto de Roma, tiene la obligación de investigar y procesar crímenes de lesa humanidad. Sin embargo, los vínculos de la fundación con Hezbolá ponen en duda la imparcialidad y los verdaderos objetivos de estas denuncias.
Hezbolá tras la fachada de HRF
Investigaciones sobre la Fundación Hind Rajab revelan que sus líderes, Dyab Abou Jahjah y Karim Hassoun, tienen estrechos vínculos con Hezbolá y otras organizaciones extremistas:
- Dyab Abou Jahjah:
- Presidente de HRF, conocido por su apoyo abierto a Hezbolá y Hamás.
- Ha organizado reuniones para líderes de Hezbolá en Europa y admitido recibir entrenamiento militar del grupo.
- Declaraciones incendiarias incluyen negar el Holocausto, pedir la implementación de la sharia en Europa y despreciar los derechos LGBTQ.
- Karim Hassoun:
- Secretario de HRF y socio empresarial de Abou Jahjah.
- Ha legitimado públicamente a Hamás, apoyado la violencia contra Israel y pedido el desmantelamiento del Estado israelí.
Empresas sospechosas y redes financieras
Los líderes de HRF también están vinculados a actividades empresariales que levantan sospechas sobre su uso como fachadas para financiar actividades ilícitas:
- Sales Force S.A.R.L. (Líbano):
- Abou Jahjah posee el 45% de las acciones de esta empresa.
- La compañía está vinculada a redes financieras sancionadas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), incluidas empresas involucradas en lavado de dinero y narcotráfico para Hezbolá.
- BELLEZZA BV (Bélgica):
- Empresa registrada por Abou Jahjah y Hassoun.
- No tiene actividades genuinas ni presencia en línea. Documentos sugieren que podría ser una empresa fantasma utilizada para financiar actividades extremistas.
Estas conexiones refuerzan las sospechas de que HRF no actúa por motivos humanitarios, sino como una herramienta de Hezbolá para promover su agenda política e ideológica.
Implicancias internacionales y legales
El caso contra Hirshoren y Vagdani plantea serias preguntas sobre el papel de HRF en el uso de los tribunales internacionales para fines políticos. Si bien las denuncias incluyen pruebas contundentes como videos y testimonios, los vínculos de la fundación con Hezbolá cuestionan la transparencia de estas acciones.
La Fundación Hind Rajab se presenta como un organismo humanitario comprometido con la justicia, pero su asociación con Hezbolá y el historial extremista de sus líderes muestran lo contrario. Este caso no sólo pone en el centro a los soldados israelíes acusados, sino que también evidencia cómo organizaciones vinculadas al terrorismo pueden instrumentalizar los sistemas legales para sus propios intereses.
