Se trata del cura catamarqueño Eduardo López Márquez, quien será juzgado por tres casos abuso sexual y corrupción de menores. El debate estará a cargo de la Cámara Penal 2 de Catamarca, integrada por Silvio Martoccia, Miguel Lozano Gilyam y Luis Guillamondegui. El fiscal será Augusto Barros.
El sacerdote catamarqueño Eduardo López Márquez será sometido a un juicio por jurados, en lo que será el primer proceso de este tipo en el país que tendrá en el banquillo a un miembro de la Iglesia Católica.
La causa por tres hechos de abuso sexual cometidos por el religioso hace más de veinte años fue elevada a juicio en septiembre de 2023, tras varios pedidos de prescripción y archivo que fueron rechazados.
El juicio todavía no tiene fecha (se estima que comenzará en el mes de agosto) pero sí tribunal: estará cargo de la Cámara Penal 2 de Catamarca, integrada por Silvio Martoccia, Miguel Lozano Gilyam y Luis Guillamondegui. El fiscal será Augusto Barros, de la Cámara Penal 2.
Previo al inicio, se llevará a cabo el sorteo de los potenciales jurados y la audiencia de admisión de evidencia y selección de los integrantes. El jurado popular que intervendrá en el debate estará formado por seis hombres y seis mujeres que deberán llegar a un veredicto por una unanimidad.
En una reciente entrevista con CNN, Gustavo Batallán, una de las víctimas del cura, reconoció «estar tranquilo» y que espera que «los jurados» le «crean». «Yo voy con la verdad y solamente espero que me crean. Estoy tranquilo porque fue una lucha, no fue fácil», aseguró.
Los ataques ocurrieron entre los años 2001 y 2002 cuando Batallán tenía 12 años. La acusación contra el sacerdote es por «abuso sexual gravemente ultrajante calificado por la situación de guarda y por ser cometido por un ministro de culto en calidad de autor», «abuso sexual con acceso carnal (dos hechos)» y «corrupción de menores agravada».
Previo a la elevación a juicio, el cura fue nuevamente denunciado por hechos similares ante el fiscal Jonathan Felsztyna. Sebastián Ibañez, abogado de la nueva víctima, aseguró que el cura «embriagaba a niños con el vino de la sacristía y los abusaba«.
«El perfil de López Márquez era una pederastia homosexual. Es decir sus víctimas eran varones entre 8 y 11 años. Esta tercera víctima también tiene el mismo perfil. Lo abusó sexualmente de la misma manera, en la casa parroquial de Aconquija. Empleó la misma estrategia que con las otras víctimas: lo llevaba ahí engañado a vacacionar, primero se conectaba con los familiares de la víctima y ahí lo llevaba a la noche a la casa parroquial, lo embriaga con el vino de la sacristía y lo abusaba sexualmente», detalló.
