Aldana Muñoz enfrenta una acusación por doble homicidio calificado. En noviembre de 2023 mató a sus hijos de cinco y ocho años. La Fiscalía sostiene que actuó con plena conciencia, mientras la defensa argumenta un brote psicótico causado por violencia de género.
Una mujer acusada de asesinar a sus dos hijos en la localidad correntina de Curuzú Cuatiá, el 15 de noviembre de 2023, comenzó a ser juzgada en una audiencia oral y público en el que podría ser condenada a prisión perpetua.
El juicio está a cargo del Tribunal Oral Penal de Mercedes, integrado por Jorge Alberto Troncoso, Juan Manuel Ignacio Muschietti y Ramón Alberto Ríos. Aldana Muñoz enfrenta una acusación doble homicidio calificado.
La fiscal Clara Belén Arrúa, a cargo de la acusación, fue enfática en su alegato: rechazó cualquier argumento basado en una alteración mental transitoria y sostuvo la imputación por doble homicidio calificado, descartando que la acusada no comprendiera la gravedad de sus actos al momento de los asesinatos.
La defensa, encabezada por la abogada Julieta Lacroze, presentó un relato completamente distinto. Dijo que su clienta padeció un “trastorno mental transitorio completo, con alucinaciones e ideas suicidas” y argumentó además que era víctima de violencia de género psicológica, física y sexual por parte de su pareja, Marcelo Maciel. “Los maltratos ese día le nublaron la razón”, afirmó Lacroze.
El hecho ocurrió en el barrio Santa Rosa de Curuzú Cuatiá. Según la reconstrucción, Muñoz mató a sus hijos, Sofía (5) y Dylan (8), mientras dormían. Poco después, fue hallada por su hermana, Luana Muñoz, quien ingresó a la vivienda tras días sin tener contacto con ella. Encontró a Aldana con la ropa ensangrentada y repitiendo en voz baja que no hiciera ruido porque “los niños dormían”.
En la escena del crimen también se encontraron dos bolsas con pertenencias de Maciel, lo que para la defensa refleja un contexto emocional devastador. “Él la había engañado, se había ido a vivir con su madre, pero no quería irse de la casa”, explicó Lacroze.
La abogada hizo hincapié en que la noche anterior al hecho, la pareja había mantenido una discusión intensa por WhatsApp, y que tres semanas antes, Muñoz había sido internada por un ataque de nervios tras otra pelea con Maciel. “Todo indica que no fue una discusión más”, dijo.
Según testimonios que se presentarán a lo largo del juicio, tanto familiares como la maestra del jardín de infantes coinciden en que “Aldana vivía por y para sus hijos”. En línea con esto, la defensa señaló que tras el hecho, la mujer declaró haber visto “una sombra y a su abuelo muerto”, y que creía que debía irse con sus hijos, dando señales de un quiebre profundo en su percepción de la realidad.
Durante esta primera jornada, también declararon la exsuegra de Muñoz y una de sus hermanas, mientras que los forenses describieron con precisión clínica las heridas que presentaban los cuerpos de los niños.
«Vamos a demostrar al final del juicio que Aldana no es una asesina a sangre fría como quiere plantear la Fiscalía», concluyó Lacroze.