La Justicia concedió el arresto domiciliario al ex gobernador José Alperovich, condenado por delitos sexuales, pero le rechazó el primer domicilio propuesto por ostentoso. Sin embargo, cumplirá la medida en Puerto Madero, bajo estrictas condiciones de control y vigilancia electrónica.
La Justicia le concedió el arresto domiciliario al ex gobernador de Tucumán José Jorge Alperovich, condenado a 16 años de prisión por delitos sexuales. El Tribunal rechazó la lujosa propiedad ofrecida inicialmente por su defensa para cumplir la medida -una quinta ubicada fuera de la jurisdicción del juzgado- por considerarla una “innecesaria manifestación de ostentación”. En su lugar, dispuso que continúe detenido en su departamento del exclusivo complejo Zencity, en Puerto Madero, bajo estrictas condiciones de control y vigilancia electrónica.
La resolución, dictada el 25 de junio de 2025, aclara que el arresto domiciliario no es un beneficio automático ni un acto de compasión. Se trata de una medida de coerción sustitutiva fundada en la disminución de los riesgos procesales y en el cumplimiento de requisitos legales, como la edad del imputado -Alperovich tiene 70 años-. Aun así, el Tribunal enfatizó que el domicilio propuesto originalmente resultaba inaceptable por su lejanía, falta de control jurisdiccional y ostentación, en un contexto que requiere sensibilidad, proporcionalidad y respeto hacia la víctima.
Los motivos
Pese a que el abogado defensor Maximiliano Rusconi invocó problemas de salud -en particular una estenosis espinal lumbar-, los informes médicos oficiales del Cuerpo Médico Forense y del Hospital Penitenciario Central fueron contundentes: no existe ninguna patología que justifique apartarse del régimen carcelario. El tratamiento puede ser ambulatorio, no hay riesgos vitales ni cuadros agudos, y el propio penal cuenta con los recursos necesarios para atender su estado clínico y psicológico.
“En suma; no existe dolencia ni patología alguna que no se pueda
Asegura el juez.
superar dentro del lugar donde Alperovich se encuentra alojado, que autorice por
sí misma la morigeración reclamada”.
El argumento determinante para otorgar la domiciliaria fue la evaluación de que los riesgos procesales han disminuido. El juicio ya concluyó y el recurso de la defensa está en trámite desde hace más de un año. El Tribunal consideró que la publicidad del caso y el cumplimiento estricto de medidas de control bastan para garantizar que Alperovich permanezca a derecho y no revictimice a MFL, su denunciante y sobrina segunda.
El lugar aprobado
La prisión domiciliaria deberá cumplirse en el inmueble que Alperovich posee en la calle Rosario Vera Peñaloza 599, Torre Zafiro del complejo Zencity. Tendrá colocada una tobillera electrónica, no podrá salir del país ni circular sin autorización judicial, deberá entregar su pasaporte y estará sometido a una caución real de 400 millones de pesos. Además, se le prohíbe cualquier contacto -directo o indirecto- con la víctima y su entorno. Cualquier incumplimiento, incluso mínimo, implicará el retorno inmediato al penal.
Reconocimiento a la víctima
El fallo también dedicó un apartado al rol de la víctima, MFL, cuya conducta fue calificada de ejemplar. El Tribunal destacó su coherencia, valentía y compromiso con la verdad, subrayando que su participación en el proceso no buscó venganza sino justicia. Su oposición fundada al pedido de domiciliaria fue valorada como parte de un camino reparador.
José Alperovich está detenido desde hace más de un año, tras ser condenado por múltiples abusos sexuales. Pese a que la condena no está firme, el caso reviste una trascendencia institucional ineludible: un alto dirigente político, acusado y juzgado por su propia sobrina, hoy enfrenta una nueva etapa de la ejecución penal, aunque bajo la vigilancia de una Justicia que le negó el intento de trasladarse a una burbuja de privilegio.
