María Belén, de 42 años, es la hija del ex juez de menores santafesino Julio César Roggiano. Junto a su pareja, de 26 años, protagonizaron una seguidilla de robos en la ciudad de Santa Fe.
Como en una versión local de “Bonnie and Clyde”, la hija de un ex juez de menores de Santa Fe y su pareja fueron procesados por la Justicia de Santa fe por una seguidilla de robos de motos.
La medida fue dictada por el juez Sebastián Szeifert a pedido del fiscal Ignacio Lascurain, quien argumentó que la detención era “la única manera de mitigar los riesgos procesales”, a pesar de las propuestas alternativas que ofreció la defensa de los acusados.
María Belén, de 42 años, es la hija del ex juez Julio César Roggiano, destituido en el año 2003 por exigir pagos a familiares de detenidos. Al ex magistrado lo pescaron recibiendo dinero marcado por orden judicial.
La mujer está actualmente en pareja con Enzo Francisco Costilla, un joven de 26 años. Ambos fueron acusados por un hecho ocurrido el martes 15 de abril a las 2:30 de la madrugada.
Según la acusación, la pareja robó una moto marca Guerrero modelo Trip que se encontraba estacionada en la vía pública, en la esquina de Eva Perón y San Martín. Para concretar el robo, rompieron una cadena y un traba manubrio que protegían el rodado.
Días después, mientras merodeaban la zona de un estacionamiento de motos en Suipacha y Belgrano, fueron interceptados por agentes policiales durante un control en la vía pública. En ese momento, los uniformados constataron que la mujer portaba un cuchillo tipo sierra y su pareja un alicate tipo “corta candado”, herramientas comúnmente utilizadas para este tipo de delitos.
El avance en la investigación se dio tras un allanamiento en una vivienda del barrio Siete Jefes, donde la policía secuestró un amplio conjunto de motopartes cuya procedencia aún es objeto de investigación. Entre los elementos encontrados había dos guardabarros, dos pecheras, un asiento, un tablero, un baúl, cinco manubrios, tres caballetes, dos cristos, una horquilla, dos cigüeñales, un volante, dos coronas, cuatro pedalines de freno, ocho pedalines de cambio, cuatro patadas de arranque, tres soportes de pedalines y diez manijas de agarre.
A ambos se les imputó la coautoría del delito de robo calificado -por tratarse de un vehículo sustraído en la vía pública- y encubrimiento agravado, ya que habrían actuado con ánimo de lucro y de forma reiterada. Para el fiscal Lascurain, los elementos encontrados en su poder dan cuenta de una actividad delictiva organizada: “No estamos ante un hecho aislado, sino frente a una conducta que evidencia dedicación habitual”.
Según se indicó en la audiencia, la pareja seguirá detenida porque entienden que podría intentar ocultar pruebas o interferir con la investigación si permanecieran en libertad.
La participación de Roggiano, hija de un ex juez provincial, llamó la atención de los investigadores. Su rol activo en los robos y la logística compartida con su pareja derivaron en la comparación inevitable con una versión local de “Bonnie y Clyde”, la tristemente célebre pareja de delincuentes que sembró el terror en los Estados Unidos en la década del 30 asaltando bancos, estaciones de servicios y otros comercios.
