Cuatro personas fueron condenadas en un juicio abreviado por robar datos de tarjetas de crédito. Según el fallo, tendrán que pagarles a las víctimas más de 14 millones de pesos.
Cuatro personas que formaban parte de una banda dedicada a cometer estafas con tarjetas de crédito robadas fueron obligadas por la Justicia a pagar más de 14 millones pesos como reparación a sus víctimas. En dos meses adquirieron ocho aires acondicionados, seis televisores y pagaron el alojamiento en un hotel de Buenos Aires.
El fallo fue dictado por el juez Octavio Silva en un juicio abreviado realizado en los tribunales de la ciudad de Santa Fe, bajo la investigación del fiscal Agustín Nigro. Lautaro Benjamín Ringa (26) y Franco Emanuel Benítez (28) recibieron penas en suspenso. En cambio, las mujeres cuyas iniciales son C.M. (21) y S.G.E. (52) accedieron a una suspensión de juicio a prueba (probation).
Además del resarcimiento económico, los acusados deberán afrontar las costas judiciales correspondientes. Por su parte, un quinto implicado en las maniobras, identificado por las iniciales F.A.M., de 28 años, se encuentra detenido y será juzgado en otro proceso.
Según detalló el fiscal Nigro, los casos ocurrieron entre abril y mayo del año pasado, principalmente en las ciudades de Santa Fe, Santo Tomé, Coronda y la Ciudad de Buenos Aires. En total, se documentaron diez estafas, realizadas por F.A.M., en ocasiones con colaboración directa de los demás implicados.

“El imputado se contactaba por teléfono con casas de electrodomésticos y hacía compras con tarjetas de crédito ajenas”, indicó Nigro, quien detalló que luego “uno de los integrantes del grupo pasaba por el negocio a retirar los bienes adquiridos ilegítimamente”. Así, lograron apropiarse de ocho aires acondicionados y seis televisores, entre otros productos.
Los acusados se hacían pasar por los titulares de las tarjetas o sus cónyuges, facilitaban datos verosímiles de facturación y señalaban direcciones reales dentro de la capital provincial para darle credibilidad a la operación.
La maniobra fue detectada cuando los titulares legítimos de las tarjetas recibieron los cargos y los desconocieron, motivo por el cual los bancos rechazaron los pagos y los comercios damnificados quedaron sin cobrar por las ventas realizadas.
El grupo también utilizó la tarjeta en un hotel en la Ciudad de Buenos Aires, al contratar dos noches de alojamiento usando una identidad falsa y pagar con otra tarjeta robada. “La estadía fue usada por los dos condenados”, informó Nigro. La operación también fue anulada posteriormente por desconocimiento del titular.
En uno de los episodios, el principal acusado intentó realizar una compra en una mueblería de Santa Fe, pero el vendedor detectó la maniobra a tiempo y canceló la transacción antes de entregar la mercadería.
