El Colegio Público de la Abogacía de la Capital Federal (CPACF) continúa impulsando la capacitación de los abogados en el uso de la Inteligencia Artificial, con el objetivo de integrar estas herramientas de manera ética y responsable en la práctica legal. En este marco, elaboró una guía para orientar a los profesionales sobre su uso adecuado, destacando tanto los beneficios como los riesgos de la IA.
El Colegio Público de la Abogacía de la Capital Federal (CPACF) ha lanzado su Guía para el uso de Inteligencia Artificial para Abogados, un documento que promueve una adopción ética y responsable de herramientas como ChatGPT. La guía, elaborada por el Laboratorio Fintech y Legaltech del CPACF, busca ofrecer a los abogados una orientación clara sobre cómo utilizar la Inteligencia Artificial (IA) en el ámbito jurídico, destacando sus beneficios, pero también sus riesgos y limitaciones.
Martín Casares, secretario General del CPACF, explicó en diálogo con Quorum que la IA está cambiando rápidamente la forma de trabajar en la abogacía. “Al principio, en 2022, parecía algo lejano, pero ya en 2023 vimos que no era el futuro, sino el presente. Los cursos de capacitación sobre este tema están llenos”, afirmó.
No obstante, advirtió sobre los peligros de usar la IA de manera superficial. “La IA puede inventar datos, lo que se conoce como ‘alucinación’, por lo que es fundamental usarla responsablemente”, sostuvo Casares, subrayando que la inteligencia artificial no reemplaza el juicio humano, especialmente en áreas técnicas como la jurisprudencia o la redacción de documentos.
Cuatro pilares fundamentales para el uso responsable de la IA
La Guía para el uso de Inteligencia Artificial para Abogados establece cuatro pilares fundamentales para asegurar el uso responsable de la IA en la abogacía:
- Uso fiel y ético de la IA: Minimizar los riesgos, evitar errores, prejuicios y la difusión de información falsa, manteniendo el estándar de calidad en la práctica legal.
- Control humano permanente: La última palabra siempre debe ser del abogado. Aunque la IA puede sugerir o redactar, el análisis y la decisión final deben recaer sobre un ser humano.
- Protección de datos y confidencialidad: Es crucial garantizar la privacidad de los datos, evitando la carga de información sensible sin las debidas garantías, y respetando el secreto profesional.
- Formación y actualización constante: Dado que la tecnología de IA está en constante evolución, los abogados deben mantenerse actualizados, desarrollando habilidades interdisciplinares y conocimientos específicos sobre las nuevas herramientas digitales.
Recomendaciones prácticas y desafíos
La guía también ofrece recomendaciones prácticas sobre cómo validar el contenido generado por la IA, cómo manejar información sensible y cómo aplicar buenas prácticas de prompting (instrucciones a la IA). La validación de la información es especialmente relevante, ya que la IA puede “alucinar” y crear citas falsas o información incorrecta, lo que representa una falta ética al citar doctrina o jurisprudencia inexistente.
Además, la IA puede reflejar sesgos provenientes de los datos con los que fue entrenada, lo que puede inducir una falsa sensación de neutralidad. Por ello, es esencial que los abogados mantengan un enfoque crítico y eviten confiar ciegamente en los resultados proporcionados por la IA.
Otro desafío importante que resalta la guía es el de la protección de los datos personales. Los abogados deben ser cautelosos a la hora de cargar información sensible en herramientas de IA, asegurándose de que las políticas de privacidad de estas herramientas sean adecuadas para proteger la confidencialidad de los clientes.
Una herramienta poderosa, pero con límites
Aunque la IA generativa (IAGen) se ha consolidado como una herramienta poderosa en el mundo jurídico, la guía del CPACF enfatiza que la IA nunca debe ser considerada un fin en sí mismo. “La IA no exime de responsabilidad. El abogado sigue siendo el responsable último del contenido que presenta o firma, ya sea generado por IA o no”, recuerda la guía.
Finalmente, Casares subraya que la IA, si bien es una aliada invaluable que puede ahorrar tiempo y mejorar la calidad del trabajo jurídico, nunca reemplazará al abogado. “La clave es usarla con criterio, sin caer en el uso superficial que puede llevar a cometer errores graves”, concluyó.
Con esta guía, el CPACF busca no sólo fomentar el uso de la IA en el ámbito legal, sino también garantizar que su implementación se haga de manera ética y responsable, preservando la integridad de la práctica jurídica.
Además, el Colegio implementó un boletín especial sobre inteligencia artificial y ejercicio profesional. AbogacIA está pensado como una guía práctica para el uso ético y eficiente de estas tecnologías. Incluye recomendaciones prácticas; consejos éticos sobre el uso responsable; fallos relevantes de la CSJN (en texto y en audio); capacitaciones, videos, recursos; y un “prompt del mes” para explorar nuevas posibilidades.