Diego Fernández Lima: la manera que encontró el Fiscal para acusar, a 41 años del crimen

El fiscal federal Martín López Perrando siempre supo que el delito de homicidio cometido contra Diego Fernández Lima en 1984 está prescripto. Pese a ello, avanza en la investigación, escuchó uno a uno a quienes encontraron los restos en la casa lindera a la que vivió el músico Gustavo Cerati y encontró una veta: nuevos delitos vinculados a la actitud en el presente del sospechoso Cristian Graf.

Basándose en el presunto encubrimiento agravado y supresión de evidencia pidió ahora al juez en lo Criminal Alejandro Litvack que cite a declaración indagatoria a Cristian Graf, antiguo compañero de colegio de la víctima y también habitante entonces y ahora de la casa donde estuvieron enterrados los restos por cuatro décadas.

¿Qué penas tienen los delitos?

Si bien el homicidio está prescripto, los nuevos hechos descriptos en la imputación prevén condenas de hasta seis años de prisión.

El encubrimiento agravado tiene de uno a seis años de prisión, y la supresión de evidencia, de un mes a cuatro años.

Graf ya nombró abogado particular en el caso. Vive en la casa de Coghlan donde se hallaron los restos y según contaron bajo juramento de verdad obreros y encargados de las refacciones de la casa vecina -que Gustavo Cerati alquiló durante un breve lapso- al parecer intentó desviar la investigación desde el día del hallazgo, con expresiones que buscaban garantizar la impunidad, mostrar versiones contradictorias y evitar que se revelara la verdad

El hallazgo ocurrió el 20 de mayo pasado, cuando obreros efectuaban trabajos en una medianera entre las dos propiedades dieron con restos óseos que luego fueron confirmados por el Equipo Argentino de Antropología Forense como pertenecientes a Diego Fernández Lima, un estudiante secundario de 16 años desaparecido desde 1984.

La casa donde se realizaba la refacción está en avenida Congreso 3748, había sido propiedad de la artista Marina Olmi -hermana del actor Boy Olmi-, y se alquiló al músico Gustavo Cerati, entre 2002 y 2003. Se produjo un desmoronamiento de tierra desde el jardín del chalet lindero de Congreso 3742, donde vivía, desde los años ’70, el ex compañero de escuela de la víctima con su familia.

¿Cuáles son los indicios contra Graf?

Tras la identificación, para la fiscalía emergieron indicios que vinculan a Graf al lugar del hallazgo y a maniobras sospechosas posteriores.

 “Si bien no fue posible determinar fehacientemente la autoría del homicidio de Diego Fernandez, sí pudo acreditarse que efectivamente la víctima fue asesinada y ocultada en el interior de la finca que habitó y habita” el ahora imputado, y que éste “inmediatamente luego del hallazgo de los restos practicó diversas maniobras tendientes a encubrir la averiguación de la verdad”, sostiene el dictamen fiscal.

Según el fiscal, el acusado “realizó manifestaciones tendientes a desviar la investigación desde su génesis -momento del hallazgo de los restos óseos- con la inequívoca finalidad de garantizar la impunidad de su/s autor/es”.

Para el representante del Ministerio Público Fiscal, el acusado “buscó silenciar el crimen de Diego Fernández”.

El árbol: los testigos coincidieron en que “al momento en que iniciaron los trabajos de excavación en el domicilio lindero a su finca se mostró preocupado, temeroso de que la verdad saliera a la luz y por ello les espetó a los obreros que tenían prohibido cortar un determinado árbol que se hallaba cercano a la medianera que dividía ambas propiedades”.

El día del hallazgo: la iglesia y el relleno con tierra: El 20 de mayo, día del hallazgo de los restos óseos, “su preocupación se transformó en ocupación al exteriorizar su conducta encubridora; ello fue así a partir del ensayo de diversas excusas, pasando desde la existencia de una iglesia en donde habrían sido enterradas personas hasta que en una oportunidad habría pedido tierra para rellenar su terreno y que los restos habrían venido ocultos sin que nadie se diera la cuenta”.

Para el fiscal, Graf siempre supo del cadáver en su casa: “Eran compañeros de colegio y ambos tenían afición por los motovehículos, por lo que las coincidencias más que aisladas fueron más y más contundentes, al punto de que al día de la fecha sea posible aseverar sin cortapisa que efectivamente el nombrado conocía la existencia del cadáver en el fondo de su casa”, quiso silenciar el crimen y desviar la investigación.

Un dato no menor: el fiscal advierte que los dos delitos nuevos tuvieron fecha de inicio el 20 de mayo pasado, día del hallazgo de los restos en la casa de Graf.

El nombre del sospechoso había pasado desapercibido para los familiares de Fernández Lima, ya que este compañero no era de su círculo cercano de amistades del colegio ni del club Excursionistas, donde el adolescente jugaba al futbol.

¿Por qué está prescripto el homicidio?

El delito de homicidio -incluso en su versión agravada que podría contemplar prisión perpetua-, según el Código Penal argentino, prescribe a los 15 años sin condena firme. Dado que los hechos ocurrieron en 1984, hace más de 40 años que la acción penal está extinta En consecuencia, aunque se lograse identificar al homicida, no podría imponérsele pena alguna.

¿Qué puede implicar el pedido de indagatoria por encubrimiento?

El fiscal pretende avanzar en una línea de investigación que, aunque no penaliza el homicidio, sí castiga actos posteriores para ocultarlo. Si Graf fuera citado y llegado el caso resultara condenado por encubrimiento agravado o supresión de evidencia, podría enfrentar entre un mes y seis años de cárcel.

Todo dependerá de la decisión del juez que tendría como instancia de apelación la Cámara Nacional en lo Criminal.

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