La Justicia estableció en más de 110 millones de pesos el monto de resarcimiento a un joven que sufrió secuelas físicas y psicológicas tras una brutal agresión ocurrida en 2016. La víctima, hoy de 27 años, continúa conviviendo con dolores y limitaciones producto del ataque.
La Justicia de La Plata fijó una cifra millonaria en concepto de indemnización por una brutal agresión ocurrida hace nueve años en un bar céntrico de la capital provincial.
La decisión fue adoptada por la jueza Sandra Nilda Grahl, a cargo del Juzgado Civil N°17, quien ordenó que uno de los rugbiers involucrados en la golpiza a un joven de 18 años deberá abonar la suma de 110.112.276,76 de pesos a la víctima, mientras que su acompañante afrontará una multa menor de 317.800 de pesos por lesiones leves.
El hecho ocurrió en el bar “El Copetín”, ubicado en diagonal 74 y 59, cerrado desde 2019. La víctima, identificada como Ivo, fue atacada en distintos momentos por dos jugadores de rugby de un club de Gonnet. Primero dentro del local, luego en la rambla de diagonal 74 y finalmente en calle 18 entre 58 y 59, donde un golpe de puño le provocó la fractura maxilar que derivó en la operación y en las graves secuelas que aún padece.
El fallo destacó que las pruebas recolectadas -testimonios y grabaciones- descartaron cualquier provocación previa por parte del joven y calificaron el hecho como “golpiza” y no como “pelea”. Basándose en ello, la magistrada determinó la responsabilidad de los agresores y el monto de la indemnización.
La suma fijada contempla incapacidad psicofísica, gastos médicos y daño moral. “Hoy tengo cuatro placas y 18 tornillos en la mandíbula. Es difícil levantarse cada mañana con todo eso, además del peso psicológico”, contó Ivo al recordar las consecuencias de aquella madrugada.
El joven explicó que, más allá de las cirugías, sigue sufriendo dolores intensos y limitaciones físicas que lo afectan en su vida social y laboral. “Esto tiene mucho de estrés postraumático. Varios años después empecé a darme cuenta de mis limitaciones y sigo transitando ese trauma”, expresó.
En el plano penal, los agresores recurrieron a mecanismos alternativos: uno aceptó un juicio abreviado y el otro la suspensión del juicio a prueba, reconociendo los hechos y pidiendo disculpas.
“Este fallo transmite un mensaje claro: los actos violentos tienen consecuencias serias y no pueden quedar impunes”, señaló el abogado del joven, Marcelo Szelagowski.
