Tenían en su poder documentos, fotografías y pólizas de seguro falsas para simular accidentes de tránsito y presentar demandas contra aseguradoras en el fuero civil: presentaban los mismos testigos en diferentes hechos y quien era accidentado en un expediente podía aparecer como autor de un siniestro en otro. También usaban las mismas fotos para las diferentes demandas.
Asociación ilícita
Lo ocurrido fue advertido por compañías de seguro que presentaron denuncias penales y ahora la Sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional confirmó procesamientos de ocho imputados —entre ellos los seis abogados— acusados de integrar una asociación ilícita dedicada a cometer fraudes contra compañías de seguros a través de estafas procesales.
El tribunal rechazó los recursos de apelación de las defensas y ratificó lo resuelto por la jueza de primera instancia, María Fabiana Galletti, en la investigación impulsada por el fiscal Anselmo Castelli, a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 57.
Los jueces Ignacio Rodríguez Varela y Julio Lucini sostuvieron que las pruebas reunidas acreditan “la existencia de una organización entre los imputados, con cierto grado de cohesión y permanencia en el tiempo”, y destacaron que el grupo administraba documentos, fotografías y pólizas de seguro falsas para simular siniestros y luego presentar demandas en los tribunales civiles
Presupuestos falsos
La causa se inició a partir de denuncias de distintas aseguradoras que advirtieron sobre un entramado conformado por seis abogados y dos hombres, que desde 2022 denunciaban falsos accidentes de tránsito con lesionados o daños materiales. De acuerdo a la investigación, los implicados aportaban testigos repetidos —en algunos casos convivientes de los denunciantes— y utilizaban fotografías y presupuestos idénticos en distintos expedientes, ocultando esos vínculos a los jueces civiles.
En abril, el fiscal Castelli había imputado a los ocho acusados por asociación ilícita y cinco hechos de estafa procesal, tres en grado de tentativa y dos consumados. La jueza Galletti dispuso entonces los procesamientos y trabó embargos sobre sus bienes.
La Cámara subrayó que las demandas presentadas tenían un formato “idéntico en estructura, forma y letra utilizada” y que siempre intervinieron los mismos mediadores. También verificó que “quienes figuraban como demandantes podían hacerlo como demandados en otros casos”, que se usaron talleres inexistentes para justificar presupuestos falsos y que algunos reclamos ilegítimos llegaron incluso a cobrarse.
Se presentaban «datos, pruebas y testigos falsos».
» La reiteración de testigos repetidos o vinculados a las partes, como el recurso al aporte de las mismas fotografías y presupuestos en distintos procesos, convencen acerca de la falsedad de las pretensiones introducidas en los expedientes”
Para los camaristas, quedó acreditado que uno de los abogados y uno de los hombres actuaban como jefes de la organización, encargados de montar el escenario para las maniobras fraudulentas, mientras que los demás integrantes cumplían distintos roles según las necesidades de cada expediente.
Hubo «despliegue de maniobras fraudulentas, mediante la presentación de datos, pruebas y testigos falsos», consigna el fallo.
