Invitada al programa Inteligencia Artesanal, la directora de Quorum Florencia Abramzon destacó la importancia de la comunicación como puente entre tribunales y sociedad, y reivindicó el valor humano del ejercicio de la abogacía.
La directora de Quorum, Florencia Abramzon, fue invitada al programa Inteligencia Artesanal, donde se planteó un interrogante urgente: ¿cómo acercar la Justicia a la ciudadanía en tiempos en que los hábitos informativos cambiaron para siempre?
Abogada, comunicadora y especialista en litigios complejos, Abramzon trazó un puente entre el derecho y la comunicación:
“Es una pasión lo que me mueve hoy. Creo que el derecho está vivo, pero descubrí que la comunicación lo potencia. Podés trabajar en algo pequeño de justicia, pero lo que lo hace masivo y lo acerca a la gente es la comunicación. Eso superó mi pasión inicial por el derecho”.
El origen de Quórum y la apuesta por humanizar la Justicia
Durante la charla con Lucas Richmond, Abramzon relató cómo nació Quorum en un momento clave de su vida profesional:
“Había renunciado a la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado. Estaba en plena búsqueda cuando me propusieron armar una revista de derecho. Así surgió Quorum”.
Con una línea editorial definida desde el comienzo, Abramzon destacó el valor diferencial de la publicación:
“Lo propio es que hacemos hincapié en las personas: abogados, jueces, fiscales. Queremos mostrar el costado humano y acercar la Justicia a la sociedad. Eso nos mueve”.
Justicia y percepción social
En el programa, también se refirió a la distancia que suele marcar la opinión pública sobre el funcionamiento judicial:
“Me interpela que la sociedad piense que la Justicia no funciona. Yo quiero mostrar que sí funciona, que hay miles de operadores trabajando día y noche. No es el desastre que parece. Uno de mis objetivos es visibilizar esa realidad y que la gente pueda valorarla”.
El rol del abogado: acompañar en la adversidad
Sobre el final, Abramzon dejó un mensaje directo a las nuevas generaciones de abogados y abogadas:
“El abogado tiene que volver a conectarse con que carga con el problema del otro. Eso tiene un valor enorme. Cuando alguien atraviesa un conflicto grave -un divorcio, un juicio- necesita que lo acompañen de la mano en ese momento durísimo de su vida. Ese es el verdadero rol: estar al lado de quien más lo necesita”.