La Corte Suprema de Justicia ordenó avanzar con la investigación contra el ex juez Luis Zelaya, acusado por un policía que pasó 13 años preso como presunto partícipe en el secuestro del ex presidente Mauricio Macri, ocurrido en agosto de 1991.
Juan Carlos Bayarri denunció haber sido sometido a torturas para lograr una confesión y acusó al entonces magistrado de sobreseer a los policías que fueron responsables por esos tormentos.
La decisión
Con la firma de los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti, el máximo tribunal compartió expresamente los argumentos de la Procuración General de la Nación, en los que cuestionó con dureza el fallo dictado por la Cámara Federal de Casación Penal por haber hecho, “una vez más”, una “parcial valoración de la prueba” contra Zelaya.
Esta no es la primera vez que interviene la Corte Suprema en el caso: ya en 2014 el máximo tribunal había ordenado el dictado de una nueva sentencia sobre la situación del entonces juez, sobreseído en instancias previas. Pero por mayoría la nueva sentencia de Casación rechazó los planteos de la fiscalía e insistió con el sobreseimiento.
Eso es lo que ahora revocó la Corte Suprema, “haciendo suyos” los argumentos del fiscal general Eduardo Casal que consideró que el fallo de Casación, “al igual que el anterior de esa sala, con otra integración, fue el resultado de un examen parcial de prueba, afirmaciones dogmáticas y fundamentos aparentes”.
Según planteó, allí se desvirtuaron “las declaraciones de funcionarios y empleados del juzgado a cargo de Zelaya, que dijeron que éste admitió que los imputados golpearon duramente al querellante, y que se negaba a dictar sus procesamientos debido a la repercusión que tal decisión podría tener en otra causa que tramitaba en el fuero federal” por el secuestro.
Todo se centra en la investigación policial por el secuestro de Mauricio Macri, quien luego se convertiría en presidente de Boca Junior, jefe de Gobierno porteño y presidente de la Nación.
El secuestro
En la madrugada del 25 de agosto de 1991, Macri fue secuestrado cuando llegaba a su casa de Barrio Parque, de la Capital Federal. Pasó doce días encerrado en el sótano de un local ubicado en la avenida Juan de Garay 2882, del barrio porteño de Boedo. Fue liberado ileso doce días después.
Por el secuestro fueron juzgados y condenados por el entonces juez federal Rodolfo Canicoba Corral los integrantes de la llamada “banda de los comisarios”, que ya había llevado adelante otros secuestros por los que pedían rescates millonarios a empresarios que luego fueron ejecutados.
Entre los condenados estaba el ex suboficial Juan Carlos Bayarri.
Sin embargo, Bayarri denunció que su confesión fue producto de golpes y torturas que le aplicaron policías durante su interrogatorio. Su padre también había sido detenido y torturado. Apuntó contra Carlos Sablich, comisario inspector y jefe de la división Defraudaciones y Estafas de la Policía Federal Argentina, uno de los principales responsables de la liberación de Macri. Con sus denuncias llegó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la justicia lo liberó tras pasar más de una década preso.
A fines de mayo de 2014, Sablich fue condenado a 16 años de cárcel por el Tribunal Oral 19 junto a su superior Carlos Gutiérrez. Pero Bayarri también acusó al juez Zelaya de haber protegido a los policías que participaron en los tormentos para que confesara.