El Tribunal Oral Federal N° 6 dictó condena contra Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte, imponiéndoles penas de diez y ocho años de prisión, respectivamente, por el intento de asesinato de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Los montos fueron inferiores a los requeridos por la fiscalía y la querella.
Los fundamentos de la decisión se conocerán el 9 de diciembre y desde ese día correrán los plazos si las partes resuelven cuestionar el veredicto ante la Cámara Federal de Casación Penal.
En cuanto a los acusados, fracasaron los intentos ante la jueza Sabrina Namer y los jueces Ignacio Fornari y Adrián Grunberg por declarar “inimputable” a Sabag Montiel y lograr la suspensión del proceso por “incapacidad mental sobreviniente” en el caso de Uliarte.
El tercer acusado, Gabriel Carrizo, resultó absuelto por falta de acusación fiscal al término del juicio que comenzó el 26 de junio de 2024.
Sabag Montiel y Uliarte están presos, se ordenó computar cuánto tiempo de detención les queda por cumplir y cualquier situación vinculada en un futuro a algún beneficio que pudieran pedir deberá ser comunicada antes para pedir opinión a la querellante ex vicepresidenta Cristina Kirchner, en su rol de víctima del hecho.
El veredicto se leyó pasado el mediodía en una sala de audiencias en el subsuelo de los tribunales federales de Retiro, con los acusados presentes en la sala y un fuerte operativo de seguridad.
En el caso de Sabag Montiel la condena será de 14 años porque se unificó con una anterior que se le había dictado en otra causa penal y en el caso de Uliarte por idéntico motivo, el total será de ocho años y dos meses de prisión.
El principal acusado contaba con una pena única de cuatro años y tres meses de prisión dispuesta por tenencia y distribución de material de explotación sexual de menores de 13 años hallado en su celular y por la tenencia ilegal de un documento de identidad perdido que fue encontrado en su domicilio; y la mujer una de un año de prisión en suspenso por esa misma causa de la tenencia ilegal de ese DNI.
La fiscal de juicio Gabriela Baigún había reclamado 15 años de prisión para Sabag Montiel y 14 para Uliarte.
El tribunal descartó los agravantes de alevosía y violencia de género que había postulado la fiscal durante su alegato. Los motivos de esa decisión se conocerán en los fundamentos.
Las últimas palabras de Sabag Montiel
Por la mañana, durante sus últimas palabras, Sabag Montiel dijo que “le plantaron un arma” y comparó su situación con la pesquisa por el homicidio del fiscal Alberto Nisman. “Toda esta causa estuvo armada y esto se sabe”, marcó e, incluso, mencionó al presidente de Brasil, Lula da Silva, como cómplice de su situación “en caso de que algo le sucediera”.
“Todo el mal va a recaer sobre las mismas personas que lo hacen. Así como Cristina fue presa y pagó, a mí me robaron y taparon un robo tratándome de loco, tratándome de sicario, tratándome de pedófilo, tratándome de drogadicto y de 20.000 cosas más que no tienen nada que ver al caso, con causas falsas y armadas totalmente”, expresó en otro tramo de su alocución, que tuvo que ser interrumpida por la jueza Namer debido a que se estaba desviando del objeto de la causa.
Por su parte, mientras Uliarte declinó la posibilidad de brindar unas últimas palabras, el imputado Carrizo manifestó: “Me parece un poco injusto que vaya gente presa y tenga que esperar tanto tiempo para llegar a un juicio”, con relación a la situación que vivió durante tres años con prisión preventiva hasta el pedido de absolución.
El atentado
El intento de asesinato ocurrió el 1° de septiembre de 2022, cuando Cristina Fernández de Kirchner saludaba a militantes frente a su domicilio en Juncal y Uruguay, en el barrio porteño de Recoleta. La esperaban en apoyo a la acusación en su contra en la causa Vialidad, por la que luego resultó condenada a seis años de prisión y en la actualidad cumple arresto domiciliario.
En ese momento, Sabag Montiel se acercó entre la multitud y gatilló una pistola Bersa calibre .32 a pocos centímetros del rostro de la entonces Vicepresidenta. El disparo no se efectuó porque, según los peritajes, el arma estaba defectuosa.
