Jury a la jueza Makintach: “Yo no quiero fama, no quiero ser actriz”

Declaró en la primera audiencia del juicio político tras el escándalo por la realización de un documental sobre el caso Maradona en medio del juicio que buscaba determinar las responsabilidades de su muerte.

La jueza Julieta Makintach llegó casi dos horas tarde a la primera audiencia del jury en su contra. No llegó a escuchar el pedido de la acusación ni los lineamientos de su propia defensa. Poco después de ingresar al recinto del anexo de la Cámara de Senadores de la provincia de Buenos Aires pidió declarar. “Quiero que me conozcan, que me tengan paciencia”, dijo antes de realizar una larga exposición.

El juicio político -que podría terminar con su destitución- busca determinar su responsabilidad en la realización del documental “Justicia Divina”, grabado aparentemente sin autorización y que derivó en la nulidad del juicio por la muerte de Diego Armando Maradona.

“Lo primero que quiero es agradecer la oportunidad de prestar declaración. Quiero que me conozcan, que me tengan paciencia. Hubo un escarnio mediático. Puse la renuncia a disposición del gobernador. Nunca me imaginé que iba a generar tanto daño a la Justicia. Era todo lo contrario a lo que yo buscaba”, arrancó diciendo la magistra del fuero penal de San Isidro.

La jueza defendió su postura respecto de la continuidad del juicio penal frustrado: “El Dr. Ferrari (fiscal en el fallido juicio por la muerte de Maradona y testigo en el jury) habla de que fui la única que decidió no suspender el juicio de Maradona, pero porque no había ninguna cuestión de prueba pendiente. Esta decisión estaba firme, estaba zanjada”. Y agregó: “Todas las partes pidieron suspender sin alegar ninguna razón que lo justificara. No hay situación pendiente. Yo fui la única que dijo que la Justicia tardía no es Justicia”, enfatizó.

La jueza Julieta Makintach (izq.) junto a su defensores Darío Saldaño, Luciano Rappazzo y Ramiro Sánchez Gamino.

“Una propuesta de una amiga”

Makintach también negó que hubiera tenido un protagonismo en el proyecto audiovisual: “Es una propuesta de una amiga que surgió en febrero. Tres semanas antes. Esta idea del documental no existía”. Más adelante, y visiblemente afectada, dijo: “Lo único que veo en los medios es la jueza del escándalo, la jueza del escándalo. Ayer que no podía dormir, vi la palabra ‘escándalo’. Es simbólico porque cuando dice escándalo dice piedra con la que se tropieza. Evidentemente sí, fue una piedra con la que me tropecé sin dimensionar las consecuencias”.

Sobre el impacto mediático y su propia exposición, remarcó: “Desde ayer que estoy viviendo en La Plata. Lo que quería evitar era la exposición de la prensa. Lo único que hice fue tratar de evitarla. Me llamaban de los programas, no quiero fama, no quiero ser actriz”.

También insistió en que no ocultó la presencia de cámaras: “Consulté sobre la cámara el primer día. Todos sabían que iba a haber una cámara con planos cortos hacia mí y todo bien”.

Al final de su declaración, pidió disculpas: “Lamento profundamente esto. La justicia, la demora. Ojalá hubiera podido volver el tiempo atrás. Lo juro por mis hijos que no conozco a la productora. Jamás me imaginé que mi imparcialidad como jueza iba a estar en juego”.

La acusación

La fiscal general Analia Duarte, representante de la Procuración bonaerense, realizó una exposición extensa y adelantó que solicitará la destitución. Sostuvo que la jueza actuó movida por un interés personal: “Todo con el fin de explotarlo comercialmente”, según describió.

La funcionaria sostuvo que Makintach “habilitó locaciones del edificio de tribunales de San Isidro para llevar a cabo una filmación de características cinematográficas, en un día inhábil, aduciendo una autorización de la que carecía”.

La fiscal general Analia Duarte, representante de la Procuración bonaerense, aseguró que la jueza Makintach actuó movida por un interés personal.

También indicó que “decidió la toma y autorizó personalmente la toma de imágenes durante el desarrollo del debate, imágenes que implicaron primeros planos de familiares de la víctima, de abogados y presentes en la sala”.

Duarte afirmó además que la magistrada buscó un protagonismo indebido en el juicio: “Presionó a los demás integrantes del tribunal para que permitieran que ella asumiera la dirección del debate”, y que incluso habría intentado modificar el orden de votación para reforzar ese rol.

Uno de los pasajes más duros de su alegato fue cuando sostuvo que Makintach “afectó la imagen de todo el Poder Judicial, y no solamente para los ciudadanos de la República Argentina, sino que también nos avergonzó frente al mundo”. Agregó que su accionar “revictimizó a la familia y amistades de Diego Maradona” al obligarlos a pasar nuevamente por la incertidumbre de un proceso que debe reiniciarse desde cero.

La fiscal enumeró numerosas conductas que, según la acusación, encuadran en mal desempeño, irregularidades procesales, actos de parcialidad y abuso de autoridad. Y cerró con un pedido contundente: “Entendemos que ha perdido las condiciones que la Constitución exige para el ejercicio de tan alta investidura, correspondiendo su destitución”.

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