Con tan sólo una audiencia realizada, el juicio por el caso Cuadernos -que tiene 87 acusados, entre ellos Cristina Fernández de Kirchner– arranca con advertencias de tribunales superiores sobre su extensión en el tiempo y con nuevos cuestionamientos a la modalidad virtual que aplica el Tribunal Oral Federal 7.
El proceso se lleva adelante ante el Tribunal Oral Federal 7 (TOF 7), con sede en el Palacio de Justicia de Talcahuano 550 y no en el edificio de Comodoro Py, sede del fuero federal porteño.
En la mira hay dos decisiones: la modalidad semanal de las audiencias al menos hasta marzo, cuando se prevé agregar un segundo día y por otra parte, la virtualidad: se trata de un megajuicio con 87 acusados, igual o más cantidad de abogados defensores, fiscalía y querella, a lo que se debe sumar el personal del Tribunal y los efectivos de seguridad necesarios: al menos 200 personas que deberían entrar en una sala de audiencias si se optara por la presencialidad plena.
El tiempo que pasa…
Los cálculos más optimistas dan cuenta de un juicio que duraría entre dos años y medio y tres. En Comodoro Py se recuerdan como antecedentes el primer juicio por el atentado a la AMIA: comenzó en septiembre de 2001 y terminó en septiembre de 2004, es decir, duró tres años y terminó con absoluciones masivas.

Eran otros tiempos, el Zoom no estaba en los planes de nadie y se realizó de manera totalmente presencial en la sala del subsuelo de los tribunales de Retiro preparada para la ocasión: es la misma sala que ahora está siendo remodelada en su totalidad y muchos sostienen podría servir para audiencias presenciales en el caso Cuadernos.
De hecho, la fiscal de juicio Fabiana León -con despacho en Comodoro Py- se opuso a que las declaraciones indagatorias de los 87 acusados, entre ellas la de la ex Presidenta, sean virtuales. Un tema al que el Tribunal aún no dio respuesta.
Ya hubo advertencias
Desde la Cámara Federal de Casación Penal ya se habían emitido advertencias por la duración excesiva de los procesos de esta magnitud, señalando que los juicios de gran escala deben garantizar un desarrollo razonable y respetar los principios de oralidad y publicidad.
Los jueces del TOF 7 Enrique Méndez Signori, Germán Castelli y Fernando Canero, establecieron que las audiencias serán mediante plataforma virtual Zoom todos los jueves. Esto regirá salvo determinadas condiciones en las que se evaluará si se resuelve la concurrencia presencial o mixta a alguna audiencia en particular.
En la primera de ellas, el presidente del Tribunal Méndez Signori tuvo que reclamar que todos los acusados estuvieran frente a cámara, cuando advirtió por ejemplo que no veía a la ex presidenta Cristina Kirchner, quien había permanecido fuera del alcance de la webcam de la computadora en su lugar de detención domiciliaria en San José 1111 hasta que se formuló la advertencia.
Virtualidad versus dinamismo
Antes del inicio del juicio oral, los camaristas de Casación Diego Barroetaveña, Daniel Petrone y Gustavo Hornos advirtieron sobre los riesgos de la virtualidad y la pérdida de inmediatez.
La “rigurosidad” de los requisitos impuestos para resolver que algunas audiencias puedan llevarse a cabo de manera presencial y semipresencial, limita a entender de los jueces de la sala I de Casación “el dinamismo inherente al debate oral y público”, expresó en su voto el juez Barroetaveña.
Más allá del “acierto o error” de instalar la modalidad virtual del debate como primera opción y la presencialidad como excepción que no se analizó en esa ocasión, si se sugirió al Tribunal Oral que “no sería ocioso” revisar algunas decisiones “tomando en cuenta una más pronta finalización del juicio”.
En ese mismo sentido, el camarista y presidente de Casación Daniel Petrone sumó otro argumento: las garantías esenciales de la defensa en juicio.
“No puede dejar de recordarse que la utilización de plataformas virtuales para llevar adelante tales actos procesales debe ser siempre sopesada de modo tal que no cause una afectación a las garantías esenciales de la defensa en juicio del justiciable, entre las que se encuentra su derecho a comparecer ante el Tribunal”, advirtió el juez en ese momento.
Qué puede pasar
Lo concreto hasta ahora es que el TOF 7 convocó a las próximas audiencias de lectura de acusación de manera íntegra por Zoom, trasmitidas por el canal de Youtube del Poder Judicial. Luego llegará la etapa de planteo de cuestiones preliminares y después de eso, las indagatorias.
Aquí los magistrados podrían tomar alguna decisión vinculada a la presencialidad en respuesta a los planteos recibidos: podría establecerse de manera plena o parcial con el tribunal, el acusado que se indaga, su defensa y la fiscalía en sala de audiencias y las demás partes de manera virtual.
El TOF7 ha realizado en el pasado juicios presenciales -en particular antes de la pandemia de Covid 19- y siempre eligió como sede la sala de audiencias del Palacio de Justicia, adonde la fiscal León se traslada con su equipo de trabajo desde Comodoro Py. Otro aspecto de una eventual presencialidad que debería evaluarse.
El juicio, considerado uno de los más complejos en la historia judicial reciente, enfrenta así un doble desafío: sostener su ritmo ante la magnitud de la prueba y resolver la controversia sobre el modo en que se desarrollará el debate.
