El suspendido juez de cámara del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Mar del Plata Martín Luciano Poderti aceptó declarar y responder preguntas en la primera audiencia del jury en su contra. La acusación sostuvo que está probado que ingresó 19 veces al Banco Nación sin dejar constancia. La defensa objetó la competencia del tribunal. Mañana declararán siete testigos.
El juez federal Martín Luciano Poderti negó haber sustraído las 144 monedas de oro que estaban bajo custodia judicial en una caja de seguridad del Banco Nación y cuestionó duramente la investigación. Lo hizo en la primera audiencia del jury por mal desempeño en sus funciones que se inició esta mañana en el Consejo de la Magistratura.
Poderti, que hasta agosto pasado se desempeñaba como Juez de cámara del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Mar del Plata, hizo una exposición de veinte minutos en la que se quebró al hablar de sus hijos y las consecuencias que le trajo el proceso.
“Perdón si en algún momento me gana la emocionalidad, pero hay mucho en juego. Mi integridad como persona, mi hombría de bien, el honor que tengo y, fundamentalmente, la salud mental y psíquica de mis hijos”, arrancó diciendo el juez federal.
El magistrado le dijo al jurado -integrado por José María Escobar Cello, Víctor Arturo Pesino, los senadores Rodolfo Suárez y Jesús Rejal, los diputados Manuel Quintar y Agustina Propato y el abogado Antonio Estévez– que colaboró desde el primer día. “Yo me presenté espontáneamente y de manera voluntaria en el expediente. No fui interpelado, no fui requerido, me presenté espontáneamente a ponerme a derecho”, enfatizó.

También rechazó haber validado la documentación bancaria para ingresar a la caja de seguridad: “No es cierto, como dijo la acusación, que yo haya reconocido la integridad de las grafías que obran, no es así. Pedí un peritaje caligráfico y me fue rechazado en la etapa penal y en la comisión”.
La acusación, a cargo del juez Diego Barroetaveña y los senadores Luis Juez y Eduardo Vischi, sostuvo en la apertura del jury que el caso es “muy concreto” y que existe prueba suficiente para sostener dos cargos por mal desempeño.
Barroetaveña recordó que, a criterio del Consejo de la Magistratura, quedó acreditado que Poderti “era la única persona que se encontraba habilitada para ingresar a la caja de seguridad. Él tenía las dos llaves”, y que en abril de 2024 se constató el faltante. Además, aseveró que “los 19 ingresos al Banco Nación no fueron asentados en el expediente judicial” y que el magistrado incluso habría ingresado “cuando se encontraba gozando de licencia”.

En su descargo, Poderti cuestionó esa reconstrucción: “¿Cómo es posible que, de manera sistemática, se rechace una prueba que probaría que una persona no es autora? ¿Cómo puede ser superflua una medida que probaría que un magistrado no es autor del hecho del que lo acusan?”. Sobre la pericia de la cerradura, remarcó: “Lo único que se hizo es: un cerrajero fue, abrió, dijo ‘funciona bien’ y nada más”.
También respondió sobre la entrega de la llave de la caja: “A la primera oportunidad que tuve, entregué las llaves. Esto ocurrió un año y un mes antes del famoso faltante. Me desentendí del tema por completo”.
Uno de los momentos más llamativos de su declaración ocurrió cuando se refirió al acceso a su teléfono celular: “¿Saben por qué no aporté mi clave en el teléfono? Porque habían emprendido una excursión de pesca a buscar cualquier cosa”.
Poderti explicó que su negativa no fue para ocultar información, sino por razones personales: “Tengo charlas privadas, deliberaciones con mis colegas. No podían salir a la vista. No porque tuviera nada que ocultar, sino porque tienen que ver con mi propia intimidad, una separación muy complicada”.

En los tramos finales, el magistrado sugirió la existencia de presiones derivadas de causas de narcotráfico que había intervenido en Mar del Plata: “Había una causa de narcotráfico, la más emblemática de la historia de Mar del Plata. Tiempo después me entero que esta misma banda era la pata en Mar del Plata de la causa Sancho”. Y añadió: “Yo me pregunto, ¿quién me quiere fuera?”.
Su defensa, encabezada por Gastón Marano, afirmó que los hechos investigados ocurrieron cuando Poderti era secretario y que el jury “no puede revisar actos anteriores al acuerdo del Senado”. También negó que el magistrado hubiera convalidado los ingresos bancarios: “No ha reconocido lisa y llanamente la totalidad de esas diecinueve constancias. Ha dicho con mucha claridad que se han falsificado datos”.
El jury contra Poderti continuará mañana martes 11 de noviembre a las 9:30 hs, cuando declaren siete testigos propuestos por las partes.
