Causa Maradona: el futuro del juicio después del escándalo y la destitución de Makintach

Ya hay fecha fijada por resolución para el comienzo del nuevo juicio. El juego de presiones y las responsabilidades de un juicio que dará otra vez la vuelta al mundo.

Todo está guardado en la memoria. En los pasillos de los tribunales de San Isidro aún retumban los ecos del día en que el primer juicio por la muerte de Diego Maradona se desmoronó. Fue abrupto, casi cinematográfico. Casi tanto como la trama del documental que se preparaba para contar la historia del proceso que no fue. La sala estaba llena, los micrófonos apuntaban al tribunal y los abogados se preparaban para otra jornada extensa. En ese marco, y ante la sorpresa de casi todos, el rumor se hizo noticia y atravesó los pasillos: la jueza Julieta Makintach participaba en un documental sobre la causa mientras presidía el debate. El juicio se rompió en pedazos en cuestión de horas.

Con las miserias del Poder Judicial al desnudo, la historia comienza a escribirse otra vez. La destitución de Makintach no sólo dio por terminado un capítulo bochornoso, sino obligó a todos los actores a reacomodarse ante un escenario que será seguido más de cerca por todos los medios de comunicación.

Diego Armando Maradona falleció hace cinco años, el 20 de noviembre de 2020. Tenìa 60 años y sufrió un paro cardiorrespiratorio.

En ese marco, el 17 de marzo ya está marcado con rojo en el calendario. Es el día señalado para que comience el nuevo juicio por la muerte de Diego. La primera batalla será en los meses previos. Las presiones porque comience en tiempo y forma, por un lado, y las chicanas legales para demorar un poco más el proceso. Todo está por verse.

El tablero después del naufragio

La reconstrucción de lo que sucedió sirve para ver en el espejo retrovisor los posibles obstáculos del proceso. En ese marco, el 17 de marzo de 2026 funciona como una cuenta regresiva, un reloj que no perdona.

La Justicia bonaerense arrastra la vergüenza pública de un juicio anulado. La mancha es indeleble. La caída de una jueza que había aceptado aparecer en un documental mientras juzgaba un caso con repercusión mundial ya está tatuada en el inconsciente colectivo y acompañará el nuevo proceso.

La jueza de San Isidro Julieta Makintach fue destituida el pasado martes 18 de noviembre.

En ese marco, el tribunal nuevo sabe que no hay lugar para errores. Cada movimiento será examinado con lupa por fiscales, querellas y defensas.

En este contexto, los fiscales se mueven con la frialdad de quienes asumen que una causa de este tamaño exige disciplina quirúrgica. Mantienen la misma acusación que provocó temblores en la primera audiencia: homicidio simple con dolo eventual.

La primera batalla legal será, a todas luces, evitar que la nulidad del primer juicio se transforme en un reinicio total. Para ellos, la prueba obtenida -la junta médica, los mensajes entre los profesionales, la estructura de la internación- forma un cuerpo sólido que aceleraría el proceso en caso de legar íntegro al debate. La disputa se centrará en la validez de las pericias y de su contenido. Ahí, entienden los actores, está el núcleo de la causa.

Las querellas y la presión pública

El peso de los apellidos y la fortaleza que tomas sus declaraciones serán parte del asunto. Dalma y Gianinna Maradona, patrocinadas por Fernando Burlando; Verónica Ojeda y Dieguito Fernando, asistidos por Mario Baudry, junto al resto de los familiares, son las piezas claves para sostener la presión fuera de tribunales para garantizar el desarrollo de la causa.

Burlando y Baudry, con más experiencia y recorrido, funcionan como voceros y como arietes. No dudan en denunciar demoras, maniobras y omisiones. Para ellos, la muerte de Maradona no fue una fatalidad, sino un abandono estructural que merece condenas ejemplares. La batalla no es fácil. Del otro lado está la burocracia judicial.

Alberto Ortolani, Alberto Gaig y Pablo Adrián Rolón.
Alberto Ortolani, Alberto Gaig y Pablo Adrián Rolón, los jueces que integran el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 7 de San Isidro que estará a cargo del nuevo juicio.

Así las cosas, las defensas saben que enfrentan un escenario adverso, apuestan al desgaste, la fragmentación y la dilación. Los recursos van desde el cuestionamiento a la pericia multidisciplinaria a la relativización de la previsibilidad del cuadro cardíaco y señalan a Swiss Medical y a la empresa Medidom como responsables del “diseño fallido” de la internación y ponen bajo la lupa la toma de decisiones del entorno cercano del Diez.

La estrategia parece buscar romper la idea de cadena de responsabilidades. Lo que parece estar detrás es el objetivo de aislar conductas, fragmentar roles y generar dudas sobre quién decidía.

Otra vez en el banquillo. ¿Quién es quién?

Los acusados serán los mismos, pero el contexto es diferente. El proceso fallido dejó los nombres y los argumentos expuestos. El margen de maniobra para los actores es menor.

En ese marco, el primer nombre que aparece es el de Leopoldo Luque, el médico que quedó en el ojo del huracán. La fiscalía lo describió como el comandante sanitario de un operativo que falló en todo. Por su parte, su defensa insiste en que enfrentó a un paciente complejo que rechazaba controles y que pidió respetar su privacidad. Luque carga el rol más pesado del expediente.

El neurocirujano Leopoldo Luque, el médico que asistió a Diego en los últimos días de su vida.

Otro de los nombres pesados dentro de la causa es el de Agustina Cosachov, la psiquiatra que defendió cada decisión. Durante el primer juicio dejó en claro que no se arrepentía de nada. Su nombre está asociado tanto a la indicación psiquiátrica como a los certificados cuestionados. Desde las querellas entienden que su rol fue clave para el desenlace fatal.

El elenco que pasará por el banquillo de los acusados se completa con Carlos “Charly” Díaz, otro de los psicólogos con acceso a Maradona, Ricardo Almirón, enfermero, Mariano Perroni, a cargo de la coordinación de los enfermeros, Nancy Forlini, representante de Swiss Medical, y Pedro Pablo Di Spagna, médico clínico clave en proceso.

El final es donde partí

Todos los actores, pero en mayor medida las querellas, saben que en el comienzo del proceso se juega buena parte del resultado. El final escandaloso del primer juicio por la muerte de Maradona es el comienzo del nuevo proceso, con todo lo que ello implica.

En ese marco, el 17 de marzo de 2026 no será simplemente el reinicio de un proceso. Será un examen institucional para una Justicia que ya falló una vez. Todo está por verse.

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