Familiares y amigos de Marcela Bimonte, junto a unos 5.000 ciclistas autoconvocados, reclamaron este domingo justicia y realizaron un homenaje a la ciclista de 62 años que murió atropellada el domingo pasado en el barrio porteño de Palermo.
En el lugar donde murió la mujer fue colocada una bicicleta blanca con flores en su memoria, junto con un cartel que decía: «Marcela Bimonte: ciclista asesinada por un automovilista cuando transitaba por la bicisenda».
La actividad, que se realizó en el cruce de las avenidas Figueroa Alcorta y Dorrego, donde fue atropellada Marcela, fue impulsada por su familia junto a la organización Masa Crítica.
En el lugar donde murió Marcela Bimonte fue colocada una bicicleta blanca con la leyenda «ciclista asesinada por un automovilista cuando transitaba por la bicisenda»
Luego de que una de las hijas de Marcela le colocara un ramo de flores, la bicicleta fue izada en uno de los postes de luz, bajo la atenta mirada de las más de 5.000 personas, entre familiares, amigos, conocidos y ciclistas autoconvocados, que asistieron al homenaje.
La pareja de Marcela, Luis Ceccato, sostuvo que «este momento es un homenaje a Marcela, Marcela hacia esto, armonizaba en todos los lugares donde ella estaba» y agregó: «Ella andaba en bicicleta y celebraba la vida, porque en la bici va una vida. Este hombre se llevó una vida, una madre, una pareja».
Asimismo, anheló que el homenaje a Marcela también sea «un símbolo de concientización».
Marcelo Calderón, uno de los organizadores del homenaje y miembro de Masa Crítica, dijo en su discurso que «durante un montón de años venimos pidiendo educación vial» y señaló que el problema «radica en la cultura vial y machista que tenemos».
Además, llamó a «cuidar a los más vulnerables, todos somos peatones, es a quien más hay que cuidar y entregar el espacio público» y exigió «que se empiece a hablar de educación vial».
Bimonte era, además, miembro del grupo de voluntarios del Instituto de Oncología Angel H. Roffo, y según explicó Ana Camarata, miembro del grupo y amiga de Marcela, «ella hacía reiki con los enfermos de cáncer, los familiares de los enfermos y con los médicos, siempre repartía caramelos, todo con entrega, servicio y amor».
En el homenaje no solo se recordó a Marcela, sino que también se exigió justicia y un cambio en la legislación vial que incluya el límite de cero alcohol en sangre para conducir, instalación de más bicisendas y cuidados a los ciclistas y peatones, además de la toma de conciencia a nivel social.
Los hechos
Marcela Bimonte falleció el domingo pasado por la mañana, cuando fue embestida por un Ford Focus rojo junto a otros cinco ciclistas.
Tras abandonar en el lugar a las víctimas, el conductor del Focus, José Carlos Olaya González, abordó una camioneta que lo sacó del lugar, que fue encontrada más tarde en el partido bonaerense de Avellaneda, donde fue detenido con tres acompañantes.
La jueza Patricia Larocca, a cargo del Juzgado en lo Penal, Contravencional y de Faltas 12 de la Ciudad de Buenos Aires, dictó la prisión preventiva para Olaya González, pero le redujo la calificación a «homicidio culposo».
A los otros tres hombres, que habían sido imputados por encubrimiento agravado por haber ayudado a escapar al conductor en la camioneta tras el atropellamiento, se les otorgó la libertad con medidas restrictivas, por lo que deberán presentarse ante la fiscalía cada 15 días, entre otras condiciones.