En su última sesión ordinaria del año la Legislatura porteña aprobó la ley que pone en funcionamiento un Fuero Laboral local. Esta decisión histórica marca un hito en el proceso de autonomía judicial de la capital y busca garantizar una administración de justicia más eficiente en temas laborales.
Lo que importa
El nuevo fuero laboral porteño permitirá que los conflictos laborales, que hasta ahora dependían de la Justicia Nacional del Trabajo, sean resueltos dentro del ámbito de la Ciudad. Esto incluye reclamos como despidos, condiciones laborales y otros derechos de los trabajadores. La implementación será progresiva y comenzará con 18 juzgados que tendrán competencia exclusiva en este tipo de causas.
“Nuestro gran objetivo es un Fuero Laboral propio, moderno y ágil, que favorezca la creación de empleo”, planteó el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri.
Según la ley aprobada, se designarán jueces y funcionarios a través de concursos organizados por el Consejo de la Magistratura de la Ciudad, reforzando el compromiso con la transparencia y la independencia judicial. Además, se habilitarán espacios físicos para los nuevos tribunales y se establecerán procedimientos que aseguren la continuidad de los casos en curso.
Contexto
El reclamo por un fuero laboral propio en la Ciudad se remonta a la reforma constitucional de 1994, que otorgó autonomía judicial a Buenos Aires. Sin embargo, cuestiones laborales y penales seguían dependiendo de la órbita nacional.
Con la sanción de esta ley, la Ciudad completa un proceso de transferencia de competencias iniciado en 2016, cuando se transfirieron materias como la justicia penal juvenil y contravencional. El nuevo fuero laboral representa un avance hacia la consolidación de la autonomía judicial porteña, uno de los objetivos de la gestión local desde hace décadas.
En ese sentido, el ministro de Justicia porteño Gabino Tapia declaró: “La puesta en funcionamiento del fuero laboral es un gran paso hacia la consolidación de la autonomía de la Ciudad, que es una deuda pendiente que tenemos con todos los porteños”.
Entre las novedades del proyecto aparecen temas procesales vinculados a las nulidades; notificaciones; medidas cautelares y diligencias preliminares; representación procesal; beneficio de gratitud; costas; audiencias; conciliación; proceso ordinario, demanda y contestación; reconvención; excepciones; audiencia preliminar y pruebas; prueba confesional; testigos; peritos; otros medios de prueba; alegatos; ejecución de sentencia; procedimientos abreviados; acción preventiva de daños; recursos; desalojo; y disposiciones transitorias.
Debate legislativo

La norma fue aprobada con 31 votos afirmativos, 25 negativos y 2 abstenciones. El proyecto fue trabajado por la diputada Gimena Villafruela (PRO), quien expresó: “A 30 años de la consolidación de la autonomía de nuestra Ciudad, tenemos la certeza y la decisión de seguir trabajando para que esta sea cada vez mayor. Una Ciudad autónoma, con trabajo, con inversiones, con proyectos, es una Ciudad que crece”.
“Contar con una justicia del Trabajo propia va a permitir que los porteños puedan dirimir sus diferencias de forma rápida, efectiva, clara y transparente. Esto es gracias a que nos adaptamos a las realidades de nuestra Ciudad, construyendo así un Código moderno que incorpora la tecnología, las audiencias virtuales, las notificaciones electrónicas, el domicilio constituido electrónico, la instancia obligatoria previa, el arbitraje, procedimientos abreviados, entre muchos otros ejemplos”, agregó la legisladora.
Cómo sigue
La implementación se desarrollará en varias etapas. Inicialmente, los nuevos juzgados deberán abordar la redistribución de causas que hoy están en la órbita nacional, lo que requerirá coordinación entre ambos sistemas judiciales.
La consolidación de este nuevo fuero será clave para evaluar su impacto en la resolución de los conflictos laborales en la Ciudad de Buenos Aires, un paso importante hacia la descentralización y modernización del sistema judicial.