A Nahuel Gallo, detenido ilegalmente el 8 de diciembre pasado, se lo ve con remera y pantalón celeste caminando frente a unas gradas en lo que parece ser una cancha de básquet. Cancillería elevó un pedido a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que se ordene su liberación.
El gobierno de Nicolás Maduro dio a conocer una serie de fotos y videos del gendarme argentino Nahuel Gallo, detenido desde el 8 de diciembre pasado, y Cancillería informó que elevó un pedido a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que se ordene su liberación.
Gallo está vestido con remera y pantalón celeste claro y camina frente a unas gradas de madera en lo que parece ser una cancha de básquet. Venezuela no informó dónde encuentra detenido, pero todo indicaría que podría estar en el centro penitenciario El Rodeo, ubicado en las afueras de Caracas.
Reclamo ante la CIDH
Horas antes de la difusión del video y las fotos, el gobierno de Javier Milei realizó un pedido a la CIDH exigiendo su «liberación inmediata y su retorno seguro a la Argentina».
En el comunicado Cancillería enfatizó que la detención del gendarme es «un acto que constituye una grave violación de derechos humanos».
La petición destaca «la arbitrariedad» de la detención de Gallo y solicita «medidas urgentes para garantizar su protección».
Cancillería enfatizó que la detención del gendarme es «un acto que constituye una grave violación de derechos humanos».
Basada en el artículo 25 del Reglamento de la CIDH, el Gobierno señala «la urgencia del caso y el riesgo inminente para la vida e integridad de Gallo». «La República Argentina espera que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos resuelva con rapidez y exija su cumplimiento al Estado venezolano. Los derechos humanos y la democracia deben ser respetados y protegidos por todos», se destaca en el pedido.
Además de la presentación ante la CIDH, el Gobierno Nacional denunció el caso en la Corte Penal Internacional (CPI) al entender que el caso «constituye una violación grave y flagrante de los derechos humanos, evidenciando un patrón sistemático de crímenes de lesa humanidad que se están cometiendo en la República Bolivariana de Venezuela, los cuales se encuentran claramente bajo la jurisdicción de la CPI».
Contexto
El cabo primero de la Gendarmería, Nahuel Gallo, fue detenido el pasado 8 de diciembre al ingresar a Venezuela desde Colombia, a pesar de contar con permisos para hacerlo. Su objetivo era visitar a su pareja, María Alexandra Gómez García, y a su hijo de 11 meses en Puerto La Cruz.
El Gobierno de Venezuela confirmó oficialmente que Nahuel se encuentra en custodia y está siendo procesado por cargos de terrorismo. La confirmación se realizó a través de Brasil, que representa los intereses argentinos en Caracas.
Según las autoridades venezolanas, Gallo está “en buen estado de salud física y psicológica”, aunque permanece bajo acusaciones que el Gobierno argentino califica como infundadas.
El fiscal general venezolano, Tarek William Saab, aseguró que Gallo está siendo investigado por presuntamente planear “acciones desestabilizadoras contra el gobierno”. Sin embargo, no se han presentado pruebas concluyentes al respecto y el acceso a información clara sobre el proceso ha sido limitado.
La noticia generó un inmediato rechazo por parte de funcionarios argentinos, quienes insisten en que Gallo ingresó al país de manera legal para visitar a su familia.
