Del 7 al 9 de mayo, la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ) fue sede del Primer Congreso de Derecho Penal y Criminología, un evento histórico para la región que reunió a destacados juristas, docentes y estudiantes. Organizado en conjunto con la Cámara Penal del Departamento Judicial local, el congreso se convirtió en un espacio clave para el análisis crítico, el intercambio de ideas y la producción de conocimientos.
La apertura estuvo a cargo de Diego Molea, rector de la UNLZ, y María Fernanda Vázquez, decana de la Facultad de Derecho, quienes compartieron el estrado con Sergio Torres, vicepresidente de la Suprema Corte bonaerense, y Miguel María Alberdi, presidente de la Cámara Penal local.
A lo largo de tres jornadas, se desarrollaron paneles con la participación de jueces, fiscales, defensores y académicos de renombre. Entre los temas abordados destacaron:
• Situación carcelaria y derechos humanos.
• Impacto de las nuevas tecnologías en el Derecho Penal.
• Reforma procesal penal federal y sus desafíos.
Figuras del ámbito judicial como Gabriel Vitale, Jorge López, Pablo Little y la defensora oficial Victoria Baca Paunero, junto a otros especialistas, aportaron sus visiones y experiencias.
El acto de cierre, moderado por la decana María Fernanda Vázquez, estuvo a cargo de Daniel Petrone, presidente de la Cámara Federal de Casación Penal, y Eugenio Sarrabayrouse, juez de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal.
La discusión se centró en la reforma del Código Procesal Penal, sus implicancias y desafíos. Ricardo Toranzos, presidente de la Asociación de Fiscales y Funcionarios de la Nación Argentina y fiscal del Área de Casos Complejos de Salta, describió la reforma como “una búsqueda de dar respuestas a la comunidad, al imputado, a la víctima y al propio Poder Judicial”.
Por su parte, José Antonio Michilini, juez de Cámara Federal TOF 1 Comodoro Py, resaltó que el nuevo sistema garantiza una mayor inmediatez del órgano jurisdiccional, lo que reduce la cantidad de casos que llegan a juicio.
El congreso concluyó dejando planteados desafíos futuros, como la necesidad de adaptar la organización judicial, capacitar a los operadores del sistema y asegurar que el nuevo código se aplique con calidad, esfuerzo y compromiso.
