La Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) presentó su Informe Anual sobre Antisemitismo en Argentina 2024, que registró 687 denuncias, un 15% más que en 2023.
El estudio, realizado por su Centro de Estudios Sociales (CES), advierte un preocupante incremento de episodios violentos, especialmente tras el ataque de Hamas del 7 de octubre y el conflicto en Medio Oriente. No sólo en entornos digitales sino también agresiones físicas en ámbitos educativos y vecinales.
El informe fue presentado durante un acto realizado en la sede del Rectorado de la Universidad del Salvador (USAL), que contó con la participación de autoridades de la DAIA, académicos, estudiantes y representantes del ámbito educativo. Estuvieron presentes, entre otros, el presidente de la DAIA, Mauro Berenstein; el vicepresidente 1°, Gabriel Salem; la directora del CES de la DAIA, Marisa Braylan; la vicerrectora Académica de la USAL, Romina Cavalli; la rectora del Colegio Nacional de Buenos Aires (CNBA), Valeria Bergman; la investigadora del CES, Verónica Constantino, y alumnos del CNBA.
Romina Cavalli destacó que el informe “no es sólo una estadística, sino una llamada a la conciencia y al compromiso. Por eso acompañamos este espacio de análisis, que busca construir una cultura de paz basada en el respeto por el otro”.
A su turno, Mauro Berenstein, recientemente regresado de Israel, agradeció a la Universidad por brindar el espacio y sostuvo: “Este tipo de estudios nos permite comprender qué acciones debemos emprender para construir una sociedad libre de discriminación y antisemitismo”.
El informe señala que los picos de denuncias durante 2024 se concentraron en enero y diciembre. En el primer caso, los registros respondieron al impacto inmediato del conflicto en Gaza; en diciembre, se observó el mayor número de casos del año, motivados tanto por el aniversario del ataque de Hamas como por hechos políticos y sociales del contexto local.

Por su parte Valeria Bergman remarcó: “Estos informes son fundamentales, porque cuando permitimos que la figura del ‘otro’ sea percibida como peligrosa, sospechosa o negativa, nos encontramos ante el germen de la violencia nacida de la discriminación”.
En tanto, Gabriel Salem subrayó que la organización “cumple con su rol de visibilizar y denunciar el odio antisemita, describiendo en detalle sus formas, circuitos y actores. Hacerlo público interpela a toda la sociedad y exige un trabajo profundo de prevención y transformación cultural”.
Durante el encuentro, los estudiantes Julia Granados, Renato Desalvo y Emilia Toledo, del CNBA, compartieron sus reflexiones sobre la problemática de la discriminación y sus impactos en la vida cotidiana.
Verónica Constantino explicó que “el recrudecimiento del conflicto en Medio Oriente actúa como catalizador del odio, mientras que el avance de las redes sociales y la desinformación facilitan la circulación de discursos antijudíos. Esto favorece la reaparición de antiguos prejuicios, ahora resignificados a través de fake news y narrativas conspirativas que colocan a los judíos como chivos expiatorios de problemáticas sociales complejas”.

El informe advierte con preocupación sobre el avance de estas expresiones en la vida comunitaria, en especial en entornos escolares y barrios, lo que revela una expansión del antisemitismo hacia espacios cotidianos.
Finalmente, Marisa Braylan, advirtió que “cada una de estas ideas, en manos de alguien convencido, puede traducirse en violencia concreta. Es en el terreno de las ideas donde fermenta el odio”. Y concluyó: “El desafío es cultivar el pensamiento crítico, fortalecer la integridad y evitar el terreno fértil que brindan el desprecio, la infantilización y las mentiras para que prospere la brutalidad”.
Además de denunciar esta tendencia, el informe llama a promover una cultura de paz, pensamiento crítico y respeto por la diversidad.
