La Corte Suprema lo cesanteó en 2002 por intentar direccionar causas a cambio de dinero. A pesar de eso, logró acceder a un cargo clave en Rosario omitiendo ese dato en su legajo. La semana pasada el presidente de la Corte y del Consejo de la Magistratura, Horacio Rosatti, ordenó abrir un expediente interno tras recibir un informe reservado sobre el caso.
La resolución de la Corte Suprema de Justicia del 11 de junio de 2002 no deja lugar a dudas: el juez federal de Rosario Gastón Salmain fue cesanteado por delitos de acción pública. El máximo tribunal lo expulsó tras haber quedado acreditado que ofreció dinero a una empleada para manipular el sistema informático de sorteos de causas en la Cámara Federal de la Seguridad Social.
El documento, al que accedió Quorum, revela el recorrido del expediente disciplinario que derivo en la sanción. La acusación original surgió en 2001, cuando Eduardo Chirinos, entonces secretario General de la Cámara, denunció que Salmain había intentado inducir a la empleada Florencia Depetris para que interviniera en la asignación de expedientes judiciales, con el objetivo de que fueran direccionados al Juzgado N° 8, donde él se desempeñaba.
Depetris declaró bajo juramento que Salmain le ofreció dinero para alterar el sistema informático, y que el objetivo era dar curso más rápido a ciertos casos en los que tenía interés particular. Incluso, relató que Salmain trabajaba también por la tarde en un estudio jurídico, y que esa doble función explicaba su apuro por controlar determinadas causas previsionales.
La investigación se profundizó con otras declaraciones claves: Fernando Rodríguez y Emilio Fernández, prosecretarios del fuero, reconocieron que, por orden del presidente de la Cámara, manipularon el sistema para remitir las causas entregadas por Salmain a su juzgado. En paralelo, se descubrió que las conversaciones entre Salmain y Depetris habían sido registradas por la policía y formaban parte de la causa penal abierta en el Juzgado Federal N° 3.

A pesar de la gravedad del hecho, Salmain no presentó descargo alguno durante el proceso sumarial. Su silencio fue interpretado como un agravante. La Corte dejó en claro que, aunque no se haya dictado una condena penal (se decretó la falta de mérito), ello no impide aplicar una sanción disciplinaria, dado que ambas jurisdicciones tienen objetivos distintos.
En mayo de 2023, Salmain volvió a la Justicia: juró como titular del Juzgado Federal N° 1 de Rosario, tras haber quedado tercero en el orden de mérito del concurso correspondiente, pero lo insólito es que omitió la cesantía dispuesta por la Corte en 2002.
La maniobra pasó inadvertida hasta la semana pasada, cuando el presidente de la Corte y del Consejo de la Magistratura, Horacio Rosatti, ordenó abrir un expediente interno tras recibir un informe reservado sobre el caso.
La investigación está ahora en manos del Comité de Asignación del Consejo, integrado por César Grau y Luis Juez, quienes deben determinar si Salmain será sometido a un proceso disciplinario que podría terminar en una nueva destitución, esta vez por falsedad en su declaración de antecedentes.
