La mención de honor al juez Ariel Lijo: “La memoria tiene un valor histórico presente y sobre todo futuro”

El juez federal fue distinguido en los Premios Quorum por su fallo que garantizó la preservación de los espacios de memoria en la ciudad de Buenos Aires. En su discurso habló sobre la responsabilidad judicial en la construcción de la memoria colectiva.

En una noche marcada por los reconocimientos a la trayectoria y el compromiso con la Justicia, el juez federal Ariel Lijo fue distinguido con una mención de honor en los Premios Quorum 2025 por su fallo histórico en materia de memoria, verdad y derechos humanos, que dispuso la preservación y mantenimiento de sitios emblemáticos como El Olimpo, Automotores Orletti y la ex ESMA.

El galardón fue entregado por el juez Marcelo Duffy, en un salón colmado que lo ovacionó de pie. El reconocimiento destacó la resolución dictada en enero pasado, mediante la cual Lijo ordenó garantizar la conservación, limpieza y cuidado integral de los espacios de memoria que dependen del Gobierno nacional, además de la preservación de sus acervos y archivos históricos.

Que se continúen llevando adelante las tareas de investigación y coordinación pedagógicas”, sostuvo en su fallo el magistrado, quien también instruyó que se realizaran fumigaciones y tareas diarias de mantenimiento. En su resolución, remarcó la importancia de preservar no solo los edificios, sino también la memoria viva que los habita.

Al recibir el reconocimiento, Lijo no ocultó su emoción: “Es imposible no conmoverse por la distinción por un tema tan doloroso, que es una conquista colectiva de todos los argentinos”, expresó ante el auditorio.

El magistrado dedicó el premio “a mi familia, a mis hijos, a mi mujer, a Lucas en nombre de todos mis amigos, y a los chicos del juzgado del 4 y del 12, que andan por ahí”, en una muestra de gratitud hacia su entorno personal y laboral.

En un pasaje más reflexivo, destacó el valor histórico de los sitios de memoria: “La memoria, sobre todo en episodios tan trágicos y que tienen heridas tan profundas y cicatrices tan marcadas, son consecuencias de episodios colectivos. Y eso tiene un valor histórico presente y, sobre todo, futuro”.

Finalmente, cerró con un pasaje del libro de Josué en el que Dios le habla a Josué porque Moisés se había muerto sin pisar la tierra prometida, y en el que le dice lo que tiene que hacer, cómo tiene que conducir al pueblo de Israel y al final le ordena: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente”.

Fotografía: Silvana Colombo y Soledad Aznarez.

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