El ex ministro Julio De Vido volvió al centro de la escena judicial después de que la Corte Suprema dejó firme su condena por la tragedia del tren de Once y de inmediato quedó preso el jueves último por orden del Tribunal que lo juzgó. Ahora se define dónde cumplirá la pena de cuatro años de prisión.
Pasó su primera noche en la cárcel de Ezeiza, donde apenas ingresó fue revisado por los médicos del penal y ahora su futuro se juega en el Tribunal Oral Federal 4, encargado de la ejecución de la condena.
Allí, su defensa planteó que por razones de edad y salud debería concederse el arresto domiciliario en su chacra de la localidad bonaerense de Zárate. ¿Cuáles son las posibilidades de que ese planteo prospere? ¿Qué criterios evalúan los jueces? ¿Qué rol tienen las víctimas del caso?
Un pedido que avanza contrarreloj
El Tribunal Oral Federal (TOF) 4 ya activó los procedimientos habituales: pidió opinión a la Fiscalía y ordenó el inicio del circuito de análisis que requieren las solicitudes de morigeración de la pena.
Ese trámite incluye:
- Estudios médicos para evaluar si el detenido padece una condición de salud grave o crónica que no pueda ser atendida en una cárcel federal.
- Revisión por médicos del Servicio Penitenciario Federal (SPF), quienes deben informar si cuentan con capacidad para garantizar su tratamiento.
- Un informe socioambiental en el domicilio propuesto, en este caso la chacra de Zárate.
Ser mayor de 70 años es una de las condiciones a evaluar para otorgar el beneficio, pero no la única y se vincula con motivos de salud, humanitarios, condiciones del penal para atender al interno y riesgos procesales.
De Vido es insulinodependiente y tiene, según su defensa, enfermedades crónicas. Pero habrá que ver si el informe médico sostiene que ese cuadro puede ser tratado dentro del penal o no.
La Ley de Víctimas
Desde la sanción de la Ley 27.372, conocida como Ley de Derechos y Garantías de las Víctimas, los jueces tienen una obligación adicional: antes de otorgar una prisión domiciliaria deben escuchar la postura de las víctimas del caso.
En este expediente, eso implica correr vista a las querellas que representan a los familiares de las 52 víctimas fatales de la tragedia de Once. Su opinión no es vinculante, pero debe ser considerada obligatoriamente. Si se opusieran, el tribunal debería fundamentar cualquier decisión en sentido contrario.
De hecho, una de las representantes de los familiares, la ex diputada nacional María Luján Rey, mamá del pasajero del tren fallecido Lucas Menghini Rey, advirtió que De Vido debería cumplir los cuatro años de condena “en una cárcel común” dada “la gravedad de los hechos”.
“Pasaron más de siete años desde su condena. Usó todos los recursos disponibles, pero finalmente llegó el día en que lo vimos ingresar a Comodoro Py para quedar detenido. Esperamos que cumpla los cuatro años en una cárcel común, como corresponde dada la gravedad de los hechos”, expresó en declaraciones al programa Entrelazados (FM Más 107.5).
“Nada nos devuelve lo que nos quitaron, pero sí es reparador saber que no todo da lo mismo”, agregó y recordó que la Ley de Víctimas establece que el juez tiene que escuchar a su querella: “Nuestra voz es parte del proceso”.
“La salud de De Vido puede ser atendida en un penal, como ya ocurrió cuando estuvo preso siendo insulinodependiente. Y la edad, por sí sola, no habilita una domiciliaria: si así fuera, cualquier persona mayor de 70 podría cometer delitos sin ir presa”, concluyó.
Cómo quedó firme la condena
La Corte Suprema rechazó un último recurso de la defensa y quedó firme y ejecutable la pena de cuatro años de prisión impuesta a De Vido por administración fraudulenta. También se dejó firme la absolución del delito de estrago culposo.
Tras ese fallo, la sentencia quedó en condiciones de ejecutarse. Horas después, el juez del Tribunal Oral Ricardo Basílico ordenó su detención que se concretó en la mañana del jueves último en los tribunales federales de Retiro.
De Vido se presentó a las 8 hs y se quedó en Comodoro Py hasta media tarde conectado en un despacho del sexto piso del Tribunal al Zoom del caso Cuadernos, donde está procesado y es juzgado.
Luego, en medio de un fuerte operativo de seguridad, fue trasladado a la cárcel de Ezeiza. El ex Ministro de Planificación Federal del kirchnerismo ya estuvo detenido en 2017 en la causa Río Turbio, cuando la Cámara Federal porteña ordenó avanzar en el proceso de desafuero -era diputado nacional- y dejarlo con prisión preventiva.
Permaneció encarcelado hasta diciembre de 2019, cuando obtuvo la prisión domiciliaria en el mismo lugar donde busca cumplirla ahora, su chacra de Zárate. Seis meses después fue excarcelado y no volvió a la cárcel hasta ahora.
