En la Sesión Especial de la Cámara baja se aceptaron las modificaciones propuestas por el Senado el 12 de junio, se logró la restitución de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias y la reforma de Bienes Personales, puntos clave para el Ejecutivo y varias de las provincias.
Tras seis meses de intentos, negociaciones, vueltas atrás y mucha agua que corrió bajo el puente, el Gobierno de Javier Milei consiguió su primer gran triunfo legislativo.
La aprobación de la denominada Ley Bases culminó con 147 votos afirmativos, 107 negativos y 2 abstenciones, mientras que la restitución de Ganancias resultó con 136 votos afirmativos, 116 negativos y 3 abstenciones.
La Ley Bases fue sancionada con muchas modificaciones respecto del texto original presentado en enero pero con varias aristas positivas para el Ejecutivo Nacional.
Se destacan las emergencias aprobadas, que se traducen en facultades delegadas en materia de administrativa, económica, financiera y energética.
El plazo de las mismas será de un año, con posibilidad de ser prorrogado por otro más, previa revisión del Congreso de la Nación.
El Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) para sociedades nacionales y extranjeras que decidan invertir a partir de los 200 millones de dólares terminó circunscripto a nueve sectores: foresto-industria, infraestructura, minería, energía, tecnología, turismo, siderurgia, petróleo y gas.
Quienes accedan al RIGI contarán con beneficios aduaneros, cambiarios y tributarios, pero deberán brindarle como mínimo el 20% del monto total de inversión a proveedores locales, evitando así la competencia desleal con firmas extranjeras.
El blanqueo de capitales también vio la luz con las modificaciones efectuadas por la Cámara alta: quedaran excluidos los hermanos de los funcionarios, de los extranjeros y de los bienes de terceros (testaferros), mientras que los fondos serán coparticipables.
Quienes deseen regularizar montos menores a 100.000 dólares, no deberán abonar impuestos, con la condición que ingresen el dinero en el sistema financiero argentino, no lo retiren hasta el 31 de diciembre de 2025 o lo destinen a tipos de inversiones específicas.
Para sumas mayores a 100.000 dólares, las tasas impositivas dependerán del período en el que se efectúe el blanqueo.
El resultado que más controversia generó y que más críticas recibió de sectores de la oposición fue la restitución de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias y la reforma de Bienes Personales.
En el primer tributo -cuya modificación se llevó a cabo durante los últimos meses del gobierno de Alberto Fernández impulsado por el ex Ministro de Economía y candidato a Presidente Sergio Massa y acompañado en su momento por Milei- volverán a ser alcanzados alrededor de 800.000 trabajadores, cuyo mínimo no imponible para los solteros quedará en 1.800.000 pesos brutos.
En el caso de los casados con hijos, el piso será de 2.200.000, con alícuotas que oscilarán entre el 5% y el 35%.
Las actualizaciones de los mínimos serán trimestrales durante el resto del año y luego se efectuarán de manera semestral a partir del índice IPC (Índice de Precios al Consumidor).
En este punto la oposición más férrea al gobierno de Milei amenazó con que el tema se judicializará, en una disputa sobre la interpretación del artículo 81 de la Constitución Nacional.
El texto establece que “la Cámara de origen (en este caso, Diputados) podrá por mayoría absoluta de los presentes aprobar el proyecto con las adiciones o correcciones introducidas o insistir en la redacción originaria, a menos que las adiciones o correcciones las haya realizado la revisora por dos terceras partes de los presentes».
La disputa está en que si los cambios realizados por el Senado son consideras como rechazo de la ley o modificación. Desde el oficialismo esgrimen que claramente la ley fue modificada, mientras que para la oposición consideran que el texto fue rechazado.
Para Bienes Personales, se elevará el mínimo no imponible eximiendo a quienes posean bienes por debajo de los 100 millones de pesos. Las alícuotas disminuirán a un rango entre 0,5% y 1,5%. Además, un régimen especial permitirá adelantar el pago del tributo de cinco ejercicios a una tasa preferencial.
El monotributo también sufrirá modificaciones, con incrementos tanto de sus escalas y monto de facturación como así también de las cuotas a pagar de manera semestral.
La celebración del resultado de la sesión no se hizo esperar: el Presidente, a través de sus redes sociales expresó: “lL aprobación de esta ley no resuelve la situación catastrófica heredada pero representa un avance significativo en la misión de restaurar un marco normativo razonable para empezar a desandar el camino recorrido en los últimos 100 años”.
Guillermo Francos, jefe de Gabinete y personaje clave en lo que fueron las negociaciones que llevaron al éxito oficialista, indicó: “Comienza una nueva etapa para el Gobierno y la Argentina”.
De la vereda opuesta, el diputado del bloque Unión por la Patria y líder del gremio bancario, Sergio Palazzo, anticipó que avanzará con la judicialización del tema Ganancias: “Estamos trabajando con los abogados claramente para presentar esa inconstitucionalidad. Es insólito que una cámara, una sola cámara, sea la que imponga un tributo en la Argentina. Esto es un sistema bicameral. Acá no debería estar ni tratándose este tema porque fue rechazado por el Senado”.
Desde la izquierda también rechazaron la restitución de dicho tributo. Nicolás del Caño recordó que “cuando Milei era diputado votó para eliminar la 4° categoría de ganancias porque era un impuesto inmundo, que le robaba el salario a los trabajadores» y que ahora “al que gana un $1,4 millones le van a ir a meter la mano en el bolsillo, a muchas trabajadoras y trabajadores que hacen un enorme esfuerzo, que trabajan en condiciones tremendas».
Desde la oposición más dialoguista, Miguel Ángel Pichetto manifestó que ahora “el Gobierno tiene los instrumentos que tiene que utilizar”. Y agregó: “Se van acabando los tiempos, arranca la etapa de gestionar su visión de la Argentina, a ver cómo la implementan”.
En una misma sintonía, Nicolás Massot esgrimió: “Con esta sanción se terminan los pretextos, se termina la cortina de humo. Lo que llegó es la hora de aflojar con la descripción y pasar a la acción, de muchas menos explicación y más gestión”.
