A poco más de un año del comienzo del funcionamiento en la ciudad de Buenos Aires del fuero de Relaciones de Consumo, el balance es más que positivo. Jueces, legisladores y miembros del Consejo de la Magistratura porteño coinciden al destacar que se trata de un mecanismo “ágil y eficaz” para la resolución de los conflictos que involucran usuarios y consumidores.
En marzo de 2021 la Legislatura porteña aprobó por amplia mayoría el Código Procesal de la Justicia en las Relaciones de Consumo para la ciudad de Buenos Aires. Una ley sancionada con el acuerdo de prácticamente todos los sectores políticos (sólo se abstuvieron los diputados de izquierda) que permite a los consumidores que vieron vulnerados sus derechos acudir a la Justicia local para hacerlos valer.
La competencia de la Justicia de las Relaciones de Consumo incluye las causas regidas por las normas nacionales de defensa del consumidor y de lealtad comercial y sobre los artículos 1092 y 1096 del Código Civil y Comercial de la Nación. Así será siempre que el consumidor sea actor y cuando la Ciudad sea, indistintamente el lugar de celebración del contrato; el lugar del cumplimiento de la prestación del servicio; el lugar de la entrega de bienes; el lugar del cumplimiento de la obligación de garantía; el domicilio del consumidor; el domicilio del demandado; o el lugar donde el consumidor realice actos necesarios para la celebración o ejecución del contrato.
La norma incorporó nuevas herramientas tecnológicas para darle “celeridad” y “eficacia” a los procesos, la informalidad en el lenguaje y la gratuidad en favor del consumidor. A la vez introduce el impulso de oficio eliminando el instituto de la caducidad de instancia y simplificando el sistema recursivo.
Cabe mencionar que previamente ya se había avanzado en la materia, dándole cuerpo a los acuerdos de transferencias de competencias entre el Estado Nacional y la ciudad de Buenos Aires.
Consultada al respecto por Quórum, la diputada Gimena Villafruela (PRO) detalló: “La Legislatura con la sanción de la Ley Nº 6286 modificó la Ley Orgánica del Poder Judicial otorgando competencia en materia de Consumo a los Juzgados de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo y Tributario que pasaron a denominarse Juzgados de Primera Instancia en los Contencioso Administrativo, Tributario y de Relaciones de Consumo. La ampliación de esta competencia en nuestra Justicia se realiza en el marco de la autonomía propia de la Ciudad. Respondió a una necesidad de los vecinos que debían acudir a la Justicia Nacional para resolver los conflictos de consumidores y usuarios, pese a las grandes demoras existentes en los Juzgados Nacionales Comerciales y Civiles”.
Y añadió: “Frente a la posibilidad de que los derechos de usuarios y consumidores se vean afectados de alguna manera por no tener una resolución de sus conflictos en plazos razonables y de manera sencilla, dinámica e informal, la Legislatura encontró en la creación de estos Juzgados una herramienta más para simplificar a los habitantes el acceso a la Justicia”.
El juez de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo de la Ciudad, Lisandro Fastman, quien tuvo a su cargo la competencia poco más de un año antes de asumir su nuevo cargo, resaltó lo novedoso del fuero en diálogo con esta revista.
“Al principio fue muy incipiente, no teníamos tantas causas y después empezó a multiplicarse exponencialmente. Nosotros tenemos una competencia súper novedosa, con lo cual la mayoría de los abogados especialistas en estos temas suelen litigar ante el fuero nacional, más que nada en la justicia comercial. En un primer momento fueron muchísimos los juicios relacionados con temas bien de pandemia y después empezamos a tener juicios más estables que tienen que ver con estafas y todo ese tipo de problemática vinculada a las compras online o a la telefonía, por ejemplo”, comentó.
A nivel nacional, por las leyes 24.240 y 26.993, se han creado el Sistema de Resolución de Conflictos en las Relaciones de Consumo (COPREC), los tribunales arbitrales y la justicia nacional en relaciones de consumo.
El vicepresidente del Consejo de la Magistratura porteño, Francisco Quintana, explicó: “Hubo un intento por establecer una justicia especializada para el consumidor y usuario a través de la Ley 26.993, que creaba ocho juzgados y dos salas, pero estos juzgados especializados no llegaron a implementarse. De los tres institutos que creaba la ley, sólo se implementó el COPREC, que hoy funciona en forma virtual”.
“Por su parte, en la Ciudad se encuentran vigentes y abordando la temática seis juzgados, conjuntamente con asuntos contencioso administrativos, y está en vías de implementación el Servicio de Conciliación para las Relaciones de Consumo”, agregó.
Momento de balance
Quintana consideró que “el balance del funcionamiento del fuero es positivo, dado que su existencia facilita el acceso a la justicia para todos los vecinos de la Ciudad por medio de un mecanismo ágil y eficaz. Ya hubo más de 1.700 procesos judiciales que se iniciaron en su primer año de funcionamiento, abarcando diversas temáticas, entre las que se resaltan los reclamos referidos a viajes aéreos, créditos bancarios, servicios financieros y planes de ahorro automotor”.
En el mismo sentido la diputada porteña Claudia Neira (Frente de Todos) expresó: “Está claro que la existencia del fuero promueve las buenas prácticas en torno a la relación de consumo, por parte de los proveedores hacia los consumidores”.
La legisladora resaltó: “A su vez, el fuero reviste carácter de especializado con régimen tuitivo a favor de las y los consumidores, usuarios y usuarias, por lo que les asegura la administración de justicia, teniendo en consideración la relación desigual que existe entre las empresas / proveedores de bienes y servicios y los consumidores / usuarios”.
Asimismo dijo: “En este tiempo de funcionamiento del fuero, se han resuelto cientos de causas relativas a fraudes bancarios, fideicomisos inmobiliarios, compraventa de bienes, servicios de telefonía, de peluquería, ejecuciones de acuerdo conciliatorios homologados ante autoridad administrativa, entre otros tantos. Fortaleciendo así al Poder Judicial local, que es joven en comparación con otras jurisdicciones, se encuentra en constante crecimiento por la transferencias de competencias que se viene dando”.
En tanto, la diputada Villafruela coincidió con los elogios: “Es positivo porque desde su puesta en marcha los vecinos de la Ciudad cuentan con una justicia específica en la materia que les permite resolver los conflictos relacionados con el consumo en plazos más cortos de tiempo y de manera totalmente on line, toda vez que la presentación del reclamo y la mayor parte del proceso se realiza con esta modalidad. La creación de estos tribunales en la Ciudad fue sin lugar a dudas un paso muy importante en el resguardo de los Derechos de Consumidores y Usuarios que muchas veces veían vulnerados sus derechos y no lograban obtener soluciones dinámicas a sus reclamos”.
Desde la Defensoría del Pueblo de la Ciudad señalaron: “La creación del fuero es un gran avance hacia la autonomía de la ciudad de Buenos Aires y es un gran beneficio para el consumidor que es la parte débil de la relación. Es un fuero moderno ágil y la expectativa es que tanto la Defensoría -como lo viene haciendo- y ahora el Fuero de Relaciones de Consumo pongan un límite a los abusos de las empresas”.
Por su parte el juez Fastman resaltó: “Es muy importante que en la Ciudad haya un Fuero específico donde los consumidores tengan jueces propios, porque lo que está en juego es la autonomía pero ya no a nivel discursivo sino la autonomía que implica que cuando tenés un conflicto de índole jurídica y lo dirimís ante jueces elegidos por los representantes del pueblo desde la Legislatura”.
Futuro prometedor
Como todo fuero joven, Relaciones de Consumo tiene varios desafíos por delante y seguramente problemáticas que deberá ir sorteando una vez que se avance en su implementación.
Fastman reconoció que, aunque pocos, hubo algunos planteos de competencias por parte de la Justicia Nacional. “Por suerte el Código sancionado por la Legislatura establece específicamente que las causas ya en trámite continúan en los fueros en los que están, pero tuvimos un par de ocasiones donde un juez comercial discutió quién interviene”, destacó.
Para Quintana “es fundamental seguir profundizando la actual senda de trabajo que se adoptó en la materia. La creación de tres nuevos juzgados de primera instancia que tendrán competencia específica y exclusiva en consumo parte de la necesidad de adoptar cambios ante la problemática que las relaciones de consumo representaban para la sociedad”.
Neira también abordó esta medida: “Una vez que los jueces ganadores de los concursos sean designados en sus cargos, considero que los procesos se agilizarán, y además los juzgados funcionarán con mayor autonomía”.
Villafruela retomó algo que había mencionado Quintana e hizo hincapié en “la apertura del Servicio de Conciliación para las Relaciones de Consumo del Consejo de la Magistratura que, junto a otros servicios similares como el COPREC o el Servicio de Conciliación del Gobierno de la Ciudad, son una instancia previa y obligatoria antes de iniciar en reclamo”. “Esta herramienta es de gran importancia porque les otorga la posibilidad a las partes de arribar a un acuerdo y evitar la instancia judicial. Si no hay acuerdo en la instancia de mediación queda abierta la vía de reclamo ante los tribunales de las Relaciones de Consumo. Es una innovación en nuestra Ciudad y seguramente irá paulatinamente mejorando con el avance del tiempo siendo un modelo a seguir para otras jurisdicciones”, concluyó.
Mientras que Fastman estimó: “Supongo que los tres jueces permanentes irán delineando un poco cómo va a ser el perfil del fuero que necesariamente va a crecer, porque a medida que el consumidor real encuentre resultados rápidos en este tipo de proceso que además es muy fácil tramitar, el boca a boca va a ir haciendo su efecto”.
En ese sentido, la defensora del Pueblo María Rosa Muiños adelantó que el organismo ya “está en contacto con el Poder Judicial para articular acciones en común a los efectos que el fuero siga creciendo”.
Aún es muy pronto para saber si la normativa vigente requiere algún ajuste y, además, se han dictado pocas sentencias. “Los juicios terminan muy rápido y en su mayoría por autocomposición. Ya sea durante las audiencias que convocamos nosotros como por acuerdos entre las partes. La verdad es que lo que venimos aplicando funciona relativamente bien pero hay partes del Código que aún se podría decir que hay partes que no aplicamos. Dictamos pocas sentencias pero el proceso está diseñado con esa idea, que sea ágil, digital, de autocomposición”, manifestó el juez Fastman.
El dicho popular es “escoba nueva siempre barre bien” pero, en este caso, la unanimidad de voces destacando la creación e implementación del Fuero de Relaciones de Consumo es una clara señal de que el camino se ha comenzado a recorrer con responsabilidad y buenos resultados. Será clave el nivel de conocimiento que adquiera dentro de los consumidores para que se convierta en una herramienta clave para la resolución de conflictos, de forma rápida y eficiente.