En el marco de la causa contra Alberto Fernández por supuesta violencia de género contra su ex pareja Fabiola Yáñez, el juez Julián Ercolini ordenó el procesamiento del ex Presidente por los delitos de lesiones leves agravadas, lesiones graves agravadas y amenazas coactivas, todos en concurso real entre sí.
Lo que importa
La justicia federal procesó a Alberto Fernández, acusado de ejercer violencia psicológica y física contra Fabiola Yáñez desde 2016 hasta 2024. El juez Julián Ercolini consideró probada la existencia de episodios de acoso, hostigamiento y agresiones físicas, incluyendo golpes, zamarreos y un presunto intento de ahorcamiento. Según la resolución judicial, la situación habría escalado durante el mandato presidencial de Fernández, especialmente tras el embarazo de Yáñez en 2021.
El ex Presidente negó todas las acusaciones y denunció una presunta enemistad con el juez interviniente, al que acusó de parcialidad y de haber ignorado elementos clave que, según su defensa, desacreditan los dichos de la denunciante.
Contexto
La causa comenzó a raíz de la revisión forense del teléfono celular de una secretaria de Fernández, donde aparecieron chats en los que Yañez relataba agresiones físicas y psicológicas. En estas conversaciones, la ex pareja presidencial mencionó golpes en el ojo, zamarreos y amenazas, además de describir una relación marcada por el control, el destrato y el miedo.
Según la denuncia, Fernández habría continuado con las agresiones incluso después de haber dejado el cargo, utilizando mecanismos económicos para presionar a Yañez a mantener silencio. El procesamiento incluye testimonios, informes médicos e imágenes que muestran hematomas y lesiones en el cuerpo de la denunciante.
Fernández, por su parte, atribuyó los golpes a caídas producto del supuesto consumo de alcohol por parte de Yañez y calificó la denuncia como una «estafa procesal». Además, aseguró que su ex pareja lo extorsionó económicamente y que las pruebas presentadas carecen de validez técnica.
El procesamiento
El juez consideró que las pruebas reunidas demuestran la materialidad de los hechos y la responsabilidad de Fernández. Se destaca la situación de vulnerabilidad de Yañez y la relación asimétrica de poder entre ella y Fernández.
Pruebas y testimonios:
◦ Conversaciones de WhatsApp con María Cantero, donde Yañez describe las agresiones y envía fotos de sus lesiones. En una de estas conversaciones, Yañez revela que Fernández la agredió físicamente estando embarazada: “sabiendo que puedo estar embarazada me dio una patada en la panza después de que ayer me dio un cachetazo y que hoy además me agarro del cuello”.
◦ Declaración testimonial de Yañez, ratificando los hechos denunciados.
◦ Constancias médicas que respaldan el daño psicológico sufrido por Yañez. Un registro médico del 15/6/2016 destaca “se realizó una consulta ginecológica por guardia por embarazo de 6 semanas”.
◦ Testimonios de familiares y allegados que corroboran el maltrato.
Frente a ello, Ercolini ordenó el procesamiento de Alberto Ángel Fernández por los delitos de lesiones leves agravadas, lesiones graves agravadas y amenazas coactivas, todos en concurso real entre sí. Se le imponen ciertas obligaciones, como informar cualquier cambio de domicilio o viaje al exterior.