Daniela Dupuy, fiscal especializada en delitos informáticos, lidera la lucha contra el cibercrimen desde dos frentes: como investigadora en la Unidad Fiscal Especializada en Delitos y Contravenciones Informáticas y como directora del Observatorio de Cibercrimen y Evidencia Digital (OCEDIC), donde capacita y concientiza sobre los riesgos digitales. Con una visión integral, advierte sobre las amenazas emergentes, los vacíos legales y la necesidad urgente de adaptar la justicia a la era digital.
El Ministerio Público creó una Unidad Fiscal Especializada en Delitos y Contravenciones Informáticas y actualmente estás al frente de la misma. ¿Cuáles fueron los mayores desafíos al comenzar?
La Fiscalía especializada en Cibercrimen de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) fue creada en el año 2013 y fue la primera en nuestro país y en Latinoamérica. Desde ese entonces, todos los fiscales generales le dieron importancia a la especialización, y, con la llegada de Juan Bautista Mahiques como Fiscal General, se creó una super Unidad Fiscal Ciber, dotada de todos los recursos para llevar a cabo investigaciones de alta calidad. Los grandes desafíos fueron y son adaptar nuestra formación, experiencia y conocimientos a las investigaciones en entornos digitales, en las que, además de seguir los lineamientos de los casos tradicionales, se agrega una serie de cuestiones novedosas: probar el caso a través de la recolección y tratamiento de evidencia digital; advertir que las organizaciones son transnacionales y complejas, es decir, víctimas en varios países, autores en otros distintos, y la evidencia digital alojada en servidores en otro lugar; investigar rápido, pues la evidencia se borra, es volátil; y lidiar con legislaciones de fondo, que no contemplan todas las modalidades que van surgiendo facilitadas por la Inteligencia artificial y las nuevas tecnologías, y también, afrontar legislaciones procesales que no se adaptan a las últimas tendencias en investigaciones en entornos digitales.
¿Cómo ha evolucionado la ciberdelincuencia en los últimos años y qué nuevos delitos digitales te preocupan más?
La dinámica del Cibercrimen y su constante evolución ha propiciado que delincuentes que hace unos años actuaban de manera aislada, sin coordinación y con alcance local, hoy formen parte de organizaciones transnacionales complejas de cibercrimen; las que requieren una constante profundización de cooperación internacional entre los países, y, al mismo tiempo, entre los Estados y el sector privado (empresas internacionales de servicios de Internet, entidades bancarias, etc.) Me preocupa tanto el incremento incesante de los casos de explotación sexual infantil, grooming, ataques informáticos, etc.etc, como así también, la evolución constante de nuevas conductas o medios para cometerlas, y que el legislador no prevea de antemano lo que va a pasar, que es obvio. Entonces, por ejemplo, imágenes creadas con Inteligencia Artificial de niños o bebés siendo abusados sexualmente por adultos; las Deepfakes, que es una tecnología de IA que permite crear o modificar un contenido audiovisual que es tan real que no se puede saber si lo es o no; la difusión de imágenes de naturaleza sexual, sin autorización, la suplantación de identidad, el hostigamiento digital, todas ellas, hoy en la Argentina, no son delitos. Las tres últimas mencionadas integran el Código Contravencional; pero la sanción prevista es mínima para casos donde las víctimas padecen un gravamen irreparable, pues el efecto multiplicador de las redes sociales genera un perjuicio grave y latente.
En tu experiencia, ¿qué tan preparadas están las instituciones judiciales argentinas para enfrentar el crimen digital?
La Argentina está evolucionando muchísimo para enfrentar el crimen digital. De hecho, ya hay muchas fiscalías especializadas en Ciber en diferentes provincias, con cuyos fiscales estamos en continuo contacto para intercambiar nuestras experiencias. Es muy importante que los Fiscales Generales de las diferentes jurisdicciones comprendan el alcance de este fenómeno y se actúe en consecuencia. El fiscal Mahiques ha dotado a la Unidad Fiscal de Ciber que coordino, de recursos humanos y tecnológicos de última generación, a la vez del beneficio de investigar los ciberdelitos con el invaluable apoyo del Cuerpo de Investigaciones Judiciales de CABA, uno de los más modernos y avanzados laboratorios informáticos que he visitado en el mundo.
¿Qué te llevó a especializarte en delitos informáticos y contra la integridad sexual en entornos digitales?
Justamente el gran vacío que existía en el abordaje de las investigaciones tecnológicas y en el ciberespacio y en cómo llevarlas a juicio oral en los sistemas procesales acusatorios donde los fiscales investigamos todo el caso y luego lo llevamos a juicio oral. Litigar evidencia digital y demostrar al Tribunal y al Jurado su trazabilidad y legitimidad es un enorme desafío. La explotación sexual infantil es un desafío no sólo mío sino mundial. Nosotros ponemos un granito de arena en llevar adelante investigaciones eficientes con excelentes resultados. No obstante, aún consiguiendo como fiscal que se le imponga al abusador una pena alta, la integridad física, emocional y psicológica de los niños, niñas o adolescentes, no se las devuelve nadie ni nada.




¿Qué es el OCEDIC?
Es el Observatorio de Cibercrimen y Evidencia Digital en Investigaciones Criminales de la Universidad Austral que tengo el honor de dirigir. El fenómeno de la cibercriminalidad sigue siendo novedoso a pesar que ya han transcurrido muchos años desde que se comenzó a hablar de los avances tecnológicos y de su impacto en muchos ámbitos, pero principalmente en el Derecho penal y procesal penal. Sin dudas, la delincuencia en el ciberespacio seguirá expandiéndose y evolucionando en las próximas décadas; y ello representa múltiples desafíos. En consecuencia, la práctica demuestra la necesidad de un abordaje interdisciplinario para luchar contra la cibercriminalidad, y lo crucial y conveniente que representa, generar espacios de reflexión y discusión sobre su impacto, y planear, juntos, estrategias frente a los desafíos que tenemos por delante. A partir de esta realidad, es que nació la idea de crear el OCEDIC como un espacio de encuentro de toda la comunidad académica de la Universidad Austral y de todos los interesados que no formen parte de esta casa de estudios; donde se centralice los últimos avances en la materia a nivel doctrinario, jurisprudencial, legislativa, IA aplicada a las investigaciones criminales, conocimiento de herramientas disruptivas forenses, análisis de datos que demuestren la evolución del fenómeno de la cibercriminalidad, los últimos estudios criminológicos para conocer el ámbito de riesgo del mundo digital, y los perfiles de los delincuentes y de las víctimas para profundizar los mecanismos de prevención. Como es un lugar para todos, hoy somos más de 40 personas las que generamos constantemente actividades, capacitaciones, documentales, etc., y entonces invitamos siempre a todos los que quieran ser parte de este increíble cibermundo (www.ocedic.com). Como es un espacio académico, es indiscutible la necesidad de entrenar a los abogados en un mundo del derecho innovador. Por ello, desde el 2021 dirijo una Diplomatura y un LLM Internacional en Cibercriminalidad, cuya titulación es doble: Universidad Austral y Universidad Abat Oliba, CEU, España.
¿Qué diferencia a OCEDIC y otros organismos especializados?
OCEDIC no compite con fiscalías especializadas, es simplemente un complemento; pues se abordan diferentes desafíos desde el aprendizaje, desde la sensibilización a la ciudadanía y a los niños y adolescentes para evitar los riesgos en las redes (OCEDIC va a la escuela; Digital Project). Diseñamos herramientas para ayudar a los investigadores penales (Innovation Lab). Creamos una enorme base de datos con la última jurisprudencia y doctrina internacional del mundo del Ciber, disponible para todos los operadores del sistema (LawCedic). Organizamos Masterclass; workshops; conferencias, etc, aliados con organismos públicos y privados, nacionales e internacionales. Cada mes difundimos un Newsletter con las últimas novedades y tendencias del Ciber. Realizamos documentales relacionados con nuestros cuatro ejes: Ciberfraudes, Violencia de Género Digital; Abusos online a niños, niñas y adolescentes; Inteligencia Artificial y Metaverso. En octubre pasado, presentamos en el Teatro Colón el documental sobre la protección online de los niños, frente a una gran cantidad de organismos nacionales e internacionales y un extenso público que comparte nuestros ideales de difundir y propagar información para que los menores no sean captados en línea por adultos con fines sexuales. Es que el Cibercrimen es transnacional y desde todos los sectores debemos aportar nuestra expertise, para luchar contra este fenómeno.
¿Cómo imaginabas el crecimiento de OCEDIC cuando comenzaste?
Lo imaginaba así, lo proyecté así, lo soñé así. Y creo que la fórmula que permite lograr que OCEDIC crezca día a día es el trabajo en equipo. Cada día somos más. Cada día se une a nuestro gran equipo gente muy valiosa, desde lo humano primero (condición sine qua non), y ni hablar desde lo profesional. Me encantaría nombrarlos a todos, pero son muchísimos, y todo el tiempo les agradezco de corazón, sus valiosos aportes, su compromiso, su calidad humana.
¿Qué valores o principios considerás fundamentales en la manera en que OCEDIC trabaja?
Honestidad, compromiso, profesionalismo; el trabajo en equipo, sin rivalidades, todos hacia un objetivo en común, donde cada uno pone su impronta, su personalidad y su expertise.
¿Cuáles son las zonas grises en la regulación de las actividades de las criptomonedas?
Si bien los criptoactivos y la tecnología Blockchain ha revolucionado favorablemente el sistema financiero, también puede ser utilizado para favorecer las actividades ilícitas, como por ejemplo el ramsonware, los fraudes, lavado de dinero. Las transacciones son de bajo costo, seguras, rápidas, permiten movimientos transfronterizos de activos, y sobre todo ofrece confidencialidad y cero control estatal. El riesgo que ello implica generó que organizaciones dedicadas a la prevención del delito y lavado de activos (Gafilat, por ejemplo), confeccionen guías sobre las investigaciones, incautación de criptoactivos. Hoy, el uso de las criptomonedas para cometer delitos genera un desafío importante para las fuerzas de la ley y los investigadores del mundo.
¿Cuál fue el caso más complejo o impactante que te tocó investigar?
Tuve muchos. Complejos en lo técnico y jurídico; e impactantes en los perfiles de los autores: padrastros, abuelos, médicos pediatras, docentes, preceptores de escuelas, entrenadores de algún deporte, fueron autores de abusar sexualmente a los niños, niñas y adolescentes y corromperlos a lo largo de años. Trabajar fuertemente en descubrir e identificar a los delincuentes y “salvar” que los niños sigan siendo abusados, es mi compromiso como fiscal.
¿Cómo evolucionó el delito de grooming en Argentina y qué herramientas existen para combatirlo?
Al delito de grooming le resta un ajuste legislativo urgente. Siempre las herramientas son la prevención, la formación de alumnos, maestros padres, para concientizar que cualquier niño o niña, no importa la clase social o cultural, pueden ser víctimas del acoso sexual a través de las redes, de juegos, etc. Si ello no funciona, y si el delito se comete en CABA, en la Unidad Fiscal especializada en Delitos y Contravenciones informáticas (UFEDyCI) que coordino, recibimos la denuncia e, inmediatamente, abordamos e investigamos el caso.
¿Qué desafíos enfrenta el sistema judicial para perseguir la distribución de material de abuso sexual infantil en la dark web?
Uno de los más importantes en la investigación de la explotación sexual, toda vez que la Internet profunda garantiza el anonimato de los ciberdelincuentes.
¿Cuáles son las estrategias más efectivas para prevenir el ciberacoso y la extorsión digital?
La concientización a la sociedad, que se sepa que estas conductas existen y que cualquiera de nosotros podemos ser víctimas. Entonces, estar alerta, no brindar información privada ni íntima, y siempre desconfiar de los desconocidos que nos contacte
¿Cómo pueden las familias y las escuelas detectar señales de que un menor está siendo víctima de un delito digital?
Los niños suelen aislarse, pues ello les facilita continuar contactado con su acosador. El delincuente suele seducir al menor, tratarlo bien, ofrecerle lo que le gusta, para luego ingresar en el terreno sexual fácilmente. El acompañamiento de los padres a los niños/as y adolescentes es vital. Ello requiere tiempo, conversar mucho con ellos, interiorizarnos de las cosas que ocurren en el mundo digital. De esta manera, se los ayudará a administrar los riesgos de las redes sociales y, detectar si hay alguna situación que amerite conversar a fondo con nuestros hijos.
¿Qué dificultades existen al momento de coordinar con organismos internacionales en la persecución de redes de explotación infantil?
No hay dificultades, todo lo contrario. Creo que las fuerzas de la ley y organismos nacionales e internacionales estamos muy alineados para cooperar internacionalmente y desbaratar organizaciones transnacionales de explotación sexual infantil. Desde el MPF CABA llevamos a cabo innumerables operativos a nivel nacional e internacional de usuarios ubicados en diferentes países que comercializaban y distribuían entre ellos, cantidad de fotos y videos de bebes, niños y adolescentes abusados por adultos; con resultados de cantidad de detenciones y altas condenas de los abusadores.
