“Sabemos que los sistemas políticos van a sufrir, que nuestros tejidos sociales van a sufrir, pero no podemos emerger de esta situación ni menos democráticos ni nuestros pueblos con menos derechos. Usemos este momento desafiante como una oportunidad única para mirarnos a nosotros mismos como Organización, mirarnos como región, reforzar los valores indispensables para la vida y el desarrollo humano, y asegurarnos que las personas más excluidas de nuestras sociedades no se queden fuera ni atrás, ni un minuto más.” así lo sostuvo Luis Almagro, Secretario General de la OEA
La pandemia del SARS-COV-2, el virus que genera la enfermedad COVID-19, ha expuesto múltiples vulnerabilidades de nuestras sociedades. Hemos aprendido que nuestra salud depende de la salud de los y las demás. Hemos aprendido que aún si tenemos acceso a un médico y medicinas, si la persona que embolsa nuestros productos en el mercado no tiene acceso a atención a la salud, nuestra propia salud también se ve afectada. Hemos aprendido que para estar sanos y sanas necesitamos formar parte de una sociedad incluyente, sin personas en situación de pobreza ni pobreza extrema, sin personas viviendo en la calle, con un sistema de salud universal que atienda a todos y todas por igual, independientemente de su clase social o sus ingresos económicos (o falta de ellos). Hemos aprendido que somos fuertemente interdependientes unos de otros, y que nuestro bienestar depende del bienestar de toda la sociedad. Esto nos ofrece la oportunidad de generar un nuevo contrato social, basado en la solidaridad.
Hemos aprendido que aún si tenemos acceso a un médico y medicinas, si la persona que embolsa nuestros productos en el mercado no tiene acceso a atención a la salud, nuestra propia salud también se ve afectada.
Nos enfrentamos a muchas incertidumbres, incluyendo la advertencia de los organismos financieros internacionales de que viviremos una de las peores recesiones económicas de la historia moderna, con el consecuente impacto en los niveles de desocupación e ingreso. Es razonable pensar que habrá debates profundos sobre temas como el rol del Estado en la economía y en la sociedad, nuestro relacionamiento con la naturaleza y el uso de los recursos naturales, el cambio climático y la globalización, entre tantos otros.
Saad Alfarargi, relator especial de la ONU sobre el derecho al desarrollo, declaró que los Gobiernos de todo el mundo y las instituciones financieras internacionales deben mantenerse fieles a los compromisos contraídos en el marco de la Agenda 2030, y a la promesa de que «nadie quedará rezagado», en su respuesta a la crisis del covid-19.
«Me preocupa mucho que los responsables puedan retractarse de sus compromisos de reducir la desigualdad entre los países y dentro de ellos durante la actual lucha contra la pandemia del coronavirus, adoptando políticas que puedan reforzar y agravar las vulnerabilidades que ya existen», dijo el experto.
«En el marco de su respuesta a la crisis, muchos Gobiernos están tomando medidas para apoyar a las empresas y proteger a la población de la repercusión de las medidas restrictivas», añadió el relator especial: «Sin embargo, las medidas se suelen imponer de arriba hacia abajo, y a menudo los procesos normales de consulta y participación se soslayan o se ven perturbados por el confinamiento».
Así mismo, Alfarargi hizo un llamamiento a todos los Gobiernos a fin de que permitan participar de forma significativa en la toma de decisiones a personas y grupos desfavorecidos y marginados: «Es esencial para superar las desigualdades y la discriminación estructural y para asegurar su sitio en calidad de agentes esenciales del desarrollo de sus países y garantizar el reparto igualitario de los beneficios».
La declaración del relator fue respaldada por otros 30 expertos y dos grupos de trabajos de la ONU.
¿qué debemos hacer como países y cómo sociedades para aportar a la construcción del futuro que vendrá?
Desde la OEA empezaron a pensar desde ya en el mundo que vendrá. Podemos usar eficientemente este tiempo de crisis para pensar, idear, debatir y tomar decisiones sobre un nuevo contrato social basado en la equidad, la justicia y la inclusión económica y social de toda la población.
Para ello, debemos obligatoriamente preguntarnos: ¿qué debemos hacer como países y como sociedades para aportar a la construcción del futuro que vendrá?
La Secretaría General de la OEA ha creado el Portal, “Más derechos más allá de la pandemia: Portal OEA para Consultas, Foros y Repositorio”. Con esta herramienta, abren el debate a los pueblos de las Américas.
Cualquier persona interesada puede proponer ideas y opinar sobre las ideas que otras personas propongan. El propósito final es que las mejores ideas y propuestas se conviertan en proyectos concretos. La Secretaría General de la OEA podrá transformar algunas de las propuestas en proyectos a ser implementados en la región; en otros casos podrá dar asistencia técnica a los Estados Miembros que muestren interés en implementarlas; tal vez otros organismos regionales e internacionales tomen algunas de estas ideas y la Secretaría General de la OEA estará dispuesta a trabajar de manera colaborativa con ellos en llevarlas a la realidad.
Este Portal pretende ser un espacio participativo y democrático donde todos y todas tengan oportunidad de expresar sus ideas sobre cómo podemos moldear el mundo post-COVID-19 para que más personas accedan a más derechos más allá de la pandemia. Todas las personas participantes del debate deberán aceptar las reglas contenidas en el Protocolo de Participación, para garantizar que la conversación se base en el respeto mutuo, en la colaboración, y en la prohibición de uso de insultos o ataques personales.
Les dejo el link: https://www.oas.org/ext/es/principal/covid-19/inicio/quienes-somos.-
Para construir desde una óptica diferente, no es suficiente con criticar, sino es necesario involucrarse en el cambio.