Quórum participó del Foro Federal Ellas Lideran, organizado por el Gobierno de la Ciudad para visibilizar y fortalecer el liderazgo de las mujeres en todos los ámbitos. Equidad fue una de las palabras que más se escucharon durante una tarde emocionante e inspiradora que sin duda dejó huella.
Qué difícil es encontrar algo que entusiasme, que contagie esperanza, que logre hacernos tener fe en un futuro mejor.
Ni bien uno se levanta lo único que escucha son malas noticias, que subió el dólar, que hay más inflación, robos, muertes, conflictos por doquier. Y si bien es cierto, sólo refleja una parte de lo que sucede en nuestro país.
Hay muchas historias de superación, de esfuerzo, de éxito, de crecimiento, de voluntad, de fortaleza. Historias que inspiran, que emocionan, que despiertan optimismo, que hacen soñar con que un país mejor es posible, que nos demuestran que tenemos con qué.
Un gran ejemplo es el Foro Federal Ellas Lideran, organizado por la Secretaría para la Igualdad de Género y Asuntos Institucionales del Gobierno de la Ciudad. Las más de 1200 mujeres líderes del sector privado y productivo que fueron parte pueden dar fe.
La jornada -que se llevó a cabo en el Centro de Convenciones porteño- incluyó actividades de sensibilización, reflexión, debate y culturales. Asimismo, debatieron sobre los desafíos para emprender y reinventarse en una nueva profesión.
El foro buscó contribuir a fortalecer la autonomía económica de las mujeres a través de una agenda orientada a la promoción de su liderazgo, contribuyendo así a la reducción de las brechas de género.
“Todos los días las mujeres aquí presentes trabajamos, lideramos, cuidamos, tomamos decisiones, atravesamos dificultades, nos sobreponen y volvemos a empezar. Después de haber recorrido el país y haber conocido a muchas de las mujeres que hoy nos acompañan estoy convencida de que, como muchos dicen, éste es el siglo de las mujeres y que, nosotras, somos las grandes protagonistas de este tiempo”, aseguró Carmen Polledo, secretaria para la Igualdad de Género y Asuntos Institucionales y organizadora del evento.
Polledo estuvo en la primera fila, escuchando atentamente a mujeres líderes de diferentes ámbitos que expusieron sobre sus experiencias, trabajos y aprendizajes personales en el mundo corporativo, de la tecnología y la ciencia.
¿Quién dijo que no hay mujeres en tecnología? fue uno de los paneles. Estuvo moderado por Julia Domeniconi, secretaria de Atención Ciudadana y Gestión Comunal de la Ciudad e integrado por Melina Masnatta (Globant), Tamar Colodenco (Google) y María Paula Arregui (Mercado Pago).
Paralelamente se desarrolló “Más mujeres es negocio: referentes del mundo corporativo” del que participaron Clara Mendiberri (JP Morgan), Mariana Petrina (L’Oreal Argentina), Silvia Tenazinha (Santander Argentina) y Anna Cohen (Cohen Aliados Financieros), con la coordinación de la secretaria de Transformación Cultural del Gobierno de la Ciudad, Paula Uhalde.
Clara explicó que, antes de ocupar su actual posición en JP Morgan, hizo mucho movimiento lateral en el área de finanzas. Valoró muy positivamente el clima y el ambiente de trabajo en la empresa donde lleva 26 años y resaltó: “Desde hace cinco años tenemos paridad del 50% en todos los rangos”. Asimismo, sostuvo que la diversidad a la que hay que aspirar no debe ser sólo de género.
También resaltó que es muy importante partir del concepto de equidad y que es necesario definir qué se hace en nuestras empresas para marcar la diferencia. En ese sentido mencionó que JP Morgan está buscando que haya más mujeres vinculadas a la tecnología y para lograrlo busca llegar a las adolescentes con programas de formación preuniversitarios.
Mariana contó cómo llegó desde La Pampa a desempeñarse en un lugar clave de una empresa multinacional. En ese camino hizo hincapié en la necesidad de patear tableros y de capacitarse constantemente. Asimismo, dijo: “Hay que tener una red de contactos y ver que la mesa es redonda, es importante ayudar y que te ayuden”.
Fue enfática a la hora de promover que las mujeres hagan escuchar su voz y cuestionen lo que está impuesto. “Hay veces que hay disposiciones que tienen muchísimos años y que no se cambian por eso. Por ejemplo, promoví la creación de un Comité de Género en la empresa y, entre otras cosas, logramos hace dos años que el 50% del board está integrado por mujeres”.
Desde Santander Argentina, Silvia aseguró que “de pequeños metros cuadrados se cambia el mundo. Todos los días intentás aprender y la diversidad ilumina los problemas de manera diferente”.
Dio detalles de los múltiples beneficios que tiene el programa Women como descuento en el seguro del auto para mujeres “porque está comprobado que manejan mejor que los hombres”. Y fue contundente a la hora de concluir su exposición: “Ser independiente económicamente elimina muchos elementos tóxicos y por eso hemos incluido financieramente a 345.000 mujeres”.
Por último, Anna sostuvo: “Soy una ferviente creyente en el liderazgo de las mujeres y el beneficio económico que trae aparejado. El problema es no creernos las limitaciones que a veces el mercado impone. No importa el nivel socioeconómico, no sólo manejamos mejor sino también administramos e invertimos mejor que los hombres”.
Destacó que se ganó su lugar en la empresa familiar luego de haber tenido éxito en una empresa multinacional y recomendó a todas las mujeres presentes siempre destinar un poco de dinero para ponerlo en un fondo de inversión. “Es un ahorro muy importante que permite no tener que quedarte en un lugar donde ya no sos feliz”, finalizó.
Luego tuvo lugar “Pateando tableros: nunca es tarde para reinventarse”. La ministra de Educación porteña Soledad Acuña, dialogó con Inés Palacios (Incubadora Chaka), Florencia Sosa (Grupo ECA) y Bernardita Slutti (Mami albañil).
Inés es una joven tucumana que se ganó una beca de la Fundación Obama y hoy trabaja en sus dos pasiones: la desigualdad económica en las mujeres y los derechos indígenas. Contó que su intención era, pre pandemia, salir al mundo y después decidió quedarse en su provincia para marcar la diferencia.
Militando en el PRO, no tiene problemas a la hora de hablar de racismo y discriminación. Asegura que no tiene previsto ser candidata, al menos por ahora, porque tiene su energía puesta en potenciar su programa de becas de programación para jóvenes en Tucumán y el proyecto llamado “Chaka”, que tiene como objetivo que “en cada rincón de la Argentina existan empresas gerenciadas por mujeres provenientes de contextos de vulnerabilidad”
Bernardita Siutti es más conocida como Mami Albañil, el nombre de su cuenta en Instagram donde sube las refacciones que hace en su casa y tutoriales asesorando a las mujeres en estos temas. Explicó que hace tres años empezó a compartir algo que era natural en su vida, arreglar cosas. Lo que empezó como un juego se transformó en un emprendimiento y un libro.
Actualmente, quiere dedicarse a un nuevo proyecto: “Crear una fundación ‘rodante’ donde pueda seguir haciendo arreglos en casas, pero en lugares donde viven personas vulnerables”.
Mientras que Florencia Sosa compartió su historia. Oriunda de Catamarca, cuando tenía 25 años falleció su padre y eligió quedarse a cargo de su grupo de empresas dedicadas a la salud. Con su gerencia, abrió la primera farmacia inclusiva atendida por un robot en Argentina. Pero eso no es todo, desarrolló una fundación en nombre de su papá, Emilio Benjamín Sosa, y empezó a trabajar con comunidades y barrios remotos.
Fue durante esos recorridos que se encontró, en el norte de Catamarca, con un grupo de tejedoras que vienen realizando el oficio desde hace años, de generación en generación. Con su espíritu emprendedor, empezó a pensar en una manera de ayudarlas a trascender de una manera diferente, con un proyecto único. “Se me ocurrió conectar dos mundos totalmente diferentes: la tecnología blockchain y NFT con todo lo que es la vicuña, un tejido de lujo que hoy se vende en el mundo y en el que las grandes marcas están interesadas”, detalló.
También se llevaron a cabo los paneles “Mujeres en la ciencia: ideas que transforman la realidad”, moderado por la ministra de Espacio Público Clara Muzzio y conformado por Guadalupe Murga (Sylvarum), Solange Cassara (Fundación Cassará), Alicia Dickenstein y Carolina Bluguermann (CONICET); y “Emprendedoras de nuestro país: Ideas que pasaron a la acción”.
Esta última charla, moderada por la ex diputada y actual secretaria de Ambiente Inés Gorbea, fue sin duda la más movilizadora. Contaron sus historias Carmela Bustelo (House of Cholas), Ana María Luengo (Delicias ocultas), Agostina Mazza (Mazz Maquillaje) y Sofía Salvatierra (Gerf).
En varios momentos brotaron lágrimas de los ojos de quienes atentamente escucharon las historias de mujeres que no aceptaron un no como respuesta, que convirtieron el dolor en esperanza, que decidieron poner un granito de arena para transformar su vida y su entorno en un lugar mejor.
Carmela fue diagnosticada con un linfoma de Hodgkin. Fueron cuatro años de tratamientos. Pasó por más de 60 sesiones de quimioterapia, 20 de rayos y un autotrasplante que no resultó. Cuando se le empezó a caer el pelo se rapó y unas amigas le recomendaron que hiciera un emprendimiento de turbantes y vinchas de uso oncológico. Fue así como inició @houseofcholas y llegó para quedarse. Luego de hacer un nuevo tratamiento, llegó la cura a su enfermedad y conoció a su novio. Como la vida quita y da, Carmela disfruta además de un bebé precioso que la acompañó junto a su mamá y a su hermana a compartir su experiencia.
Por su parte, Ana María tuvo que salir a la calle y buscar una forma de poder sostener a su familia cuando su esposo fue despedido y estaba con problemas de salud. Decidió empezar a vender café y con la ayuda de algunas amigas también hizo sus primeras tortas fritas. La echaron de varios lugares con su carro hasta que llegó a una empresa, habló con el dueño y la dejaron vender ahí, siempre que mantuviera limpia la vereda. Así comenzó, luego aprovechó cuanto curso gratis se le cruzara por delante y se capacitó. Hoy es la flamante dueña de @delicias.ocultas y no sólo hace desayunos empresariales sino también catering para eventos, da charlas motivadoras, enseña recetas a quien quiera aprender y repite una frase sin cesar: “Los sueños se madrugan, se estudian, se trabajan y se comparten”.
Agostina y su hermana Antonella decidieron crear un emprendimiento para costear sus gastos universitarios pero, principalmente, para canalizar su pasión y curiosidad por el mundo del maquillaje.
Lo que nació como una reventa de cosméticos desde Tucumán se transformó en una marca de cosmética propia para cubrir las necesidades de la mujer actual, independiente, que dispone de poco tiempo y escasos conocimientos para maquillarse. “Participamos en toda la cadena de producción. Intercedemos en todo: desde el packaging y las etiquetas hasta la creación de las fórmulas, que son exclusivas para nosotras. Somos una empresa cruelty free y una parte del portafolio también es libre de parabenos”, resaltó entusiasmada.
Para finalizar Sofía contó con lujo de detalles lo difícil que fue crear una empresa de zapatillas 100% tucumanas. Consultada por Quórum afirmó que aún no sabe por qué decidieron fabricar zapatillas dado que nadie en su familia ni en la de su esposo fue parte de la industria del calzado pero lo cierto es que GERF pasó de ser un emprendimiento familiar a una empresa con 70 empleados.
Claramente el empuje de Sofía, quien lucía orgullosa sus zapatillas durante la charla, tuvo algo que ver. No sólo irradia confianza sino también entusiasmo, no sólo por llevar adelante una empresa rentable sino también porque pueden hacerlo desde su provincia, generando trabajo privado en zonas donde el Estado es el mayor empleador.
Este es sólo un pequeño resumen de todo lo que se vivió en el Foro Ellas Lideran 2023, experiencia que ojalá se repita año a año porque es de las que realmente te modifican y logran transmitir, como dijo la pampeana Mariana Petrina, que “las alas son nuestras y el cielo es infinito”.