Organizado por el Gobierno porteño se llevó a cabo el Primer Congreso de Seguridad y Género en la Ciudad de Buenos Aires. El auditorio colmado dio muestra de la necesidad de generar este tipo de actividades para visibilizar las políticas públicas vinculadas con la temática y continuar motorizando cambios que redunden en beneficios para la ciudadanía. Todos los detalles de este exitoso evento, en esta nota de Quórum.
La Ciudad de Buenos Aires tuvo su Primer Congreso de Seguridad y Género, organizado por el Ministerio de Seguridad y Quórum estuvo presente durante la extensa pero enriquecedora jornada.
La apertura estuvo a cargo del jefe de Gobierno, Jorge Macri, quien anunció mediante un video que la Ciudad abrirá el primer Centro de Justicia de la Mujer que funcionará las 24 horas. Asimismo, destacó la cooperación con la Nación, en pos de recibir más competencias en materia de violencia de género. También consideró la creación de un fuero específico que permita trabajar esta problemática desde la Justicia local y valoró la tarea de los 15 Centros Integrales de la Mujer, que brindan asistencia jurídica, terapéutica y profesional.
Luego la vicejefa de Gobierno, Clara Muzzio, sostuvo: “En mis años como ministra impulsé medidas para evitar la violencia y el acoso callejero. Accesibilidad, iluminación, caminería en plazas y parques, vallados, paradas de colectivo y obras que buscan evitar espacios ciegos. Todos parámetros del urbanismo a través de los cuales reforzamos la seguridad de las mujeres. Y durante esta gestión estamos comprometidos a avanzar hacia una sociedad con tolerancia cero a cualquier tipo de violencia” .
Por su parte, el ministro de Seguridad, Waldo Wolff, aseguró: “Este encuentro será un hito en la agenda de género de la Ciudad que, sin dudas, sentará las bases para un trabajo conjunto entre cada uno de los actores que se involucran al momento de trabajar por la seguridad en general y por las mujeres en particular” .
A continuación se dio comienzo al desarrollo de los cinco paneles que abordaron diversas temáticas. En primer lugar se habló sobre el Sistema Integral de Seguridad aplicado a los casos de violencia de género y participaron Mariana Di Palma, directora General de Políticas de Género en Seguridad GCBA; Raquel Cesanelli, Comisario Mayor, Superintendente de Violencia Familiar y de Género (CABA); y el secretario de Seguridad y jefe de la Policía, Diego Kravetz.
Cesanelli compartió que, en lo que va del año, se llevaron a cabo 18.248 denuncias por violencia pero sólo 2.761 fueron efectuadas de forma presencial.
Di Palma mencionó, entre otras cosas, la necesidad de establecer si las mujeres víctimas de violencia tienen una red de contención, dado que es fundamental derivarlas a otras instituciones del Gobierno de la Ciudad que puedan fortalecer esa red o bien generarla.
Luego de contar un par de anécdotas de su paso por el Municipio de Lanús, Kravetz anunció: “Desde ahora, todas las denuncias relacionadas con violencia de género, van a ir directamente a la Superintendencia de Violencia Familiar y de Género, para lo cual están capacitando a todo el personal policial y se trabaja para que toda víctima en la Ciudad tenga la mejor atención y el mayor cuidado”.
El segundo panel “Abordajes de las violencias en materia Legislativa y Judicial” fue moderado por Agustina Ciarletta, subsecretaria de Transformación Cultural y Responsabilidad Social GCBA, y estuvo integrado por Gabino Tapia, ministro de Justicia GCBA; Gimena Villafruela, legisladora de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; y Genoveva Cardinali, fiscal en lo Penal de la CABA.
Cardinali afirmó que es necesario seguir capacitando a los integrantes de los distintos poderes del Estado en perspectiva de género pero para que adquieran esa capacidad y no sólo el mero plexo normativo. Asimismo, señaló la falta de coordinación y articulación entre los diferentes actores del sistema e instó a avanzar con el traspaso de competencias a la Ciudad, al menos en materia de género.
Villafruela destacó el avance legislativo que se ha logrado en los últimos años y señaló: “Tenemos que motorizar políticas públicas para garantizar la seguridad de las mujeres. Somos pioneros en la materia ya desde la Constitución de la Ciudad”. También mencionó el proyecto de Ley de Reiterancia que comenzó a analizarse en la Legislatura porteña y que busca dar más herramientas a la justicia para actuar en este tipo de casos.
Gabino Tapia resaltó el trabajo que se está haciendo con el Gobierno nacional para poder transferir competencias y fortalecer la autonomía porteña pero aclaró que, en el mientras tanto, la Ciudad intentará crear su propio fuero en materia laboral y también gestionar la conformación de un fuero único de violencia de género.
Para cerrar Ciarletta abogó por lograr un abordaje integral de la problemática para poder simplificar procesos y beneficiar a las víctimas.
El tercer panel “¿Por qué una agenda de género en las Fuerzas Policiales y de Seguridad?” fue moderado por Jorge Ponce, fiscal Coordinador de la Unidad Fiscal en Delitos, Contravenciones y Seguridad Pública del Instituto Superior de Seguridad Pública.
La secretaria de Administración General y Presupuesto del Poder Judicial, Genoveva Ferrero, optó por mostrar una serie de números para fundamentar la necesidad de una agenda de género en las fuerzas de seguridad. En la Policía Federal Argentina el proceso de incorporación de mujeres fue lento y recién en el año 1995 pudieron ascender al cargo de Comisarias. Recién en 2016 una mujer llega a ser Comisaria General. Al 2022 ya 18 mujeres ascendieron al cargo de Oficiales Superiores: 16 asumieron como Comisarias Inspectoras y 2 como Comisarias Mayores.
Los números en la Policía de la Ciudad son un poco mejores. La proporción es de 4 mujeres y 6 hombres cada 10 ingresantes. Desde el área de Incorporaciones, donde se seleccionan a los futuros cadetes que formarán parte de las filas de la Policía de la Ciudad, se hace con un criterio definido para que en cada incorporación el porcentaje femenino sea cada vez mayor, para de a poco ir acortando la brecha existente en la fuerza. Sin embargo, aún no hay mujeres con el rango de Comisario General.
Natalia Calviño, subsecretaria de Capital Humano GCBA, insistió en la necesidad de incorporar la perspectiva de género en la gestión y en la definición de políticas públicas. Dio detalles de los distintos programas previstos para achicar la brecha de género así como el trabajo que resta por hacer para seguir avanzando.
Mercedes Rebaynera, directora Autónoma de Coordinación y Enlace del Instituto Superior de Seguridad Pública, sostuvo: “No queremos ocupar cargos sin la capacidad pero estamos cansadas de tener que demostrar tres o cuatro veces más estar en condiciones de ocupar cargos operativos”. Además destacó que la Policía de la Ciudad es una fuerza que intenta promover la igualdad de oportunidades y que, en ese sentido, se contemplan una serie de medidas para acompañar a las mujeres en su crecimiento profesional.
Carolina Podlesker, directora Nacional de Política Internacional de la Defensa en la Secretaría de Asuntos Internacionales del Ministerio de Defensa, no pudo ser tan optimista con respecto a los avances en materia de género, dado que quedó claro el largo camino que deberán recorrer las mujeres en las fuerzas federales para poder acceder a lugares de poder. Sin ir más lejos, sólo en tres de las ocho misiones de paz en las que Argentina contribuye con efectivos hay mujeres, aunque está comprobado lo importante que es incorporarlas a este tipo de despliegues territoriales no sólo por su rápida conexión con las poblaciones locales sino también por la captación de información en tareas de inteligencia.
Ponce decidió finalizar esta exposición con un dato no menor. A nivel federal se estableció la posibilidad de incorporar mujeres a las Juntas de Calificaciones para ascensos; mientras que en la Ciudad se estableció la obligatoriedad de que deben integrarse con, al menos, una mujer en carácter de titular.
Luego de un breve receso, se desarrolló el panel más movilizador del congreso. “El rol de las mujeres en el crimen organizado: Narcocriminalidad” fue moderado por la subsecretaria de la Mujer de la Ciudad, Carolina Barone; e integrado por la vicegobernadora de la provincia de Santa Fe, Gisela Scaglia; y el secretario de Lucha contra el Narcotráfico y el Crimen Organizado del Ministerio de Seguridad de la Nación, Martín Verrier.
Verrier mencionó una cifra que no es menor a la hora de explicar por qué nuestro país debe luchar fuertemente contra el narcotráfico. Un kilo de cocaína en la Triple Frontera se compra por dos mil dólares y en Europa se vende por 180.000.
Al hacer mención del rol de las mujeres, el funcionario expresó: “Sigue el rol de las mujeres víctimas pero también hay mujeres parte de la organización criminal por un montón de factores. Eso no quita que haya que aplicar la ley pero debe ser tenido en cuenta a la hora de analizar los casos”.
En tanto, Scaglia hizo énfasis en las medidas que está llevando a cabo Santa Fe para el combate a la inseguridad y al narcoterrorismo, con resultados alentadores a la fecha pero que ahora también era tiempo de comenzar a mirar qué políticas activas se van a desarrollar para las Jefas de hogar que están en los barrios que luchan contra las adicciones, que ven a sus hijos que se vuelven soldaditos, con esposos con delitos sobre sus espaldas. Esa realidad también debe ser contemplada y atendida desde el Estado y con perspectiva de género.
Previo a ello sostuvo: “El Gobierno anterior había abandonado la agenda de seguridad en la Provincia, en complicidad con el Gobierno nacional. Rosario llegó a ser una de las ciudades más inseguras de Sudamérica y contábamos con 200 móviles operativos para patrullar una ciudad de un millón doscientos mil habitantes. Hoy estamos trabajando en total coordinación con la Nación y en cinco meses hay 230 móviles. Hemos pasado por situaciones muy difíciles y dolorosas pero estamos comprometidos y seguros. No daremos ni un paso atrás”.
Frente a esto, planteó el desafío de seguir modernizando las leyes con un sentido legal y estricto que facilite la implementación de políticas eficaces y valientes para una nueva agenda en la que pensemos que “hay que bajar la imputabilidad para salvar a los chicos, no para condenarlos, a modo de ejemplo”.
Finalmente, recordó que el Gobierno de Santa Fe se encuentra hoy aplicando políticas basadas en evidencia para tomar decisiones, y por esto recordó como caso testigo, el programa de Intervención Barrial Focalizada que tiene como finalidad obtener datos que aporten información para la implementación de programas específicos para la prevención del delito pero también para mejorar las políticas que le den herramientas y alternativas.
Scaglia cerró su intervención alentando a que visiten Santa Fe para ver los esfuerzos y cambios tan profundos que se están dando en tan poco tiempo, en la firme convicción que esta perspectiva de género e integral necesita de colaboración interprovincial e internacional para mejorar las políticas focalizadas de seguridad y de acción social capaces de mejorar la calidad de vida de cada mujer y sus hijos para poder salir de una vez por todas de estas situaciones críticas.
Frente a un auditorio evidentemente emocionado por las palabras de la Vicegobernadora, Barone celebró la exposición de ambos funcionarios y destacó la importancia de trabajar conjuntamente para enfrentar al narcotráfico. “Frente al crimen organizado el Estado no puede estar desorganizado”, resaltó.
En el quinto y último panel denominado “El terrorismo y la mujer” expuso la secretaria General del Ministerio de Seguridad, Delia Sisro, quien junto a Barone fueron las personas más nombradas durante el evento. Sisro por haber sido quien promovió y organizó el Congreso y Barone por ser quien lidera la agenda de género en el Gobierno de la Ciudad desde hace varios años.
A modo de cierre del evento, el ministro Waldo Wolff agradeció a todos los asistentes y los participantes; adelantó que el año que viene se llevará a cabo la segunda edición y comprometió a Scaglia para organizar próximamente de manera conjunta el Primer Congreso Federal de Seguridad y Género.