Frente a un importante número de abogados de los estudios más importantes del país, el jefe de Gabinete de la Nación Guillermo Francos celebró la reciente sanción de la “Ley de Bases” y destacó los avances logrados en la macroeconomía. También afirmó que la decisión del Presidente respecto a los candidatos propuestos para la Corte “está perfectamente fundamentada en términos políticos e institucionales”.
Este jueves 13 de junio el jefe de Gabinete de la Nación, Guillermo Francos, participó de un almuerzo organizado por el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires (CACBA), donde se mostró exultante luego de la sanción por parte del Senado de la Nación de la ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos.
Francos ocupó la mesa principal junto al titular de CACBA Alberto Garay, los directores de CACBA Nicolás Durrieu y Ezequiel Cassagne; y el candidato a integrar la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Manuel García Mansilla; entre otros.
Ante los titulares de los diez principales estudios jurídicos del país, Francos hizo un recorrido de su acercamiento a Javier Milei y reconoció que el actual Presidente quería sumarlo a su Gobierno como Canciller pero que él lo terminó convenciendo de que iba a aportar más en la construcción política del espacio. Además, Milei había cerrado ya un acuerdo con Diana Mondino para ocupar ese cargo si llegaba a ganar las elecciones.
El ex Ministro de Interior agregó: “El discurso del día en que asumió Milei la Presidencia es histórico para mí porque se animó a decir cosas que la política nunca se había atrevido a decir. Lo hizo fuera del Congreso y le habló directamente a la gente. Fueron todos símbolos de un cambio y del inicio de un proceso transformador. Por supuesto, la política no lo tomó bien, sobre todo por los cuestionamientos a muchos. Instaló más la palabra ‘casta’, como lo hizo Javier en su campaña. Después había que lidiar con la política desde una posición muy minoritaria y enfrentar todas esas verdades agresivas. Ese era el rol que me tocaba. No era fácil, porque Javier es un generador de controversias. Así que yo era el bombero que tenía que salir a apagar incendios mientras él se divertía y me decía: ‘Profe, usted tiene la tarea más difícil’. Ustedes vieron que me renunciaron al principio varias veces, que me iba a Londres como embajador una semana y a la siguiente que seguía como ministro. Estaba armando y desarmando valijas todo el tiempo, hasta que todos se dieron cuenta de que la conformación del Gabinete era estable y pudimos empezar a conversar”.
Asimismo, dijo: “Teníamos proyectos de transformación muy importantes que se incrementaron a través del famoso DNU 70 y del primer proyecto de la Ley de Bases y Principios para la Libertad de los Argentinos. Era un proyecto muy ambicioso en términos de transformaciones y reformas del Estado, de regulaciones, etc. Sin embargo, por una cuestión numérica, no estábamos en condiciones de afrontarlo. Tal vez ese fue nuestro primer error táctico. A pesar de que avanzamos mucho en la negociación y conseguimos la aprobación general, que fue un triunfo enorme, en la discusión particular de un artículo relacionado con la policía, se nos complicó. El Presidente se molestó, hizo retirar la ley y empezar todo de vuelta. Estuvimos enojados con el Congreso por dos o tres semanas. Luego, empecé a hablar con los gobernadores y llegamos a un acuerdo en Diputados. Desglosamos la ley, sacamos temas conflictivos que eran trabas para la aprobación y conseguimos un despacho de comisión que ahora trató el Senado, que también hizo modificaciones”.
Francos resaltó: “Creo que lo importante de todo este proceso es que demostramos que las instituciones pueden funcionar en Argentina. Porque si funcionan con un partido que tiene el Poder Ejecutivo pero tiene una minoría lastimosa en el Congreso es una señal de que el gobierno puede funcionar institucionalmente. Conseguir aprobar las leyes en ambas cámaras, a pesar de tener temas pendientes para la vuelta de Diputados, demuestra que un partido de minoría puede construir acuerdos y sancionar leyes importantes, transformando en normas las ideas del Presidente sobre la libertad”.
Y añadió: “No conseguimos todo lo que queríamos, pero la idea del Presidente es transformar el Estado. Dice que es un topo aunque yo creo un poco exagerada la expresión. El Estado es un desastre en muchos aspectos como organización, profesionalismo y funcionarios. Hay sectores que funcionan bien, pero en general, el Estado necesita una profunda transformación”.
El funcionario respondió algunas de las preguntas de los presentes y, sin duda, la más comprometida tenía que ver con las postulaciones para la Corte Suprema, en especial la de Ariel Lijo. Como buen político, sostuvo: “Estando presente uno de los candidatos, que es un académico muy conocido y respetado, no haré comentarios sobre las cualidades personales de los candidatos propuestos por el Presidente. Lo que me parece importante destacar es que, cuando el Presidente toma una decisión política, lo hace sopesando todos los temas que están en juego. El Presidente ha considerado que estas propuestas son las más convenientes. Entiendo que hay cuestionamientos, incluyendo el tema de la participación de la mujer en la Corte. Tengo la impresión de que, a corto plazo, esto se podrá superar. Creo que la decisión del Presidente está perfectamente fundamentada en términos políticos e institucionales”.
También reconoció que al reunirse con los presidentes de los bloques de la Cámara de Diputados el Gobierno pedirá insistir con algunos puntos del paquete fiscal, como Ganancias y Bienes Personales. Asimismo, fue determinado respecto al proyecto de movilidad jubilatoria con media sanción. “Si el Senado lo aprueba, Milei lo vetará”, expresó sin titubeos.
Al ser consultado sobre la relación con Brasil, Francos dijo: “La veo muy buena, tal vez el Presidente y Lula no la ven muy buena”. Igualmente arriesgó que, tal como ocurrió con el Papa, al verse personalmente él estima que el vínculo entre ambos mejorará.
Para finalizar, el Jefe de Gabinete destacó: “Cuando uno ve la repercusión internacional, cuando ve a las personalidades del mundo público y privado que convocan a Javier, se da cuenta de que en poco tiempo hemos logrado mucho. A veces nos atacan diciendo que no hay gestión en el gobierno, y algunos gobernadores también nos cuestionan en ese sentido. Nos acusan de no gestionar adecuadamente, pero recibimos un país en llamas y ordenamos la macroeconomía desde el primer mes. Suprimimos los déficits y hemos tenido superávit fiscal desde el primer mes de gobierno, seis meses consecutivos hasta ahora, que está por terminar junio. ¿Eso no es gestión? Ordenar el Estado significa despedir a las personas innecesarias, cerrar organismos que no cumplían ninguna función. ¿Cómo pueden decir que no hay gestión?”.
A lo que agregó: “Escuché los discursos de algunos senadores y muchos cuestionaban nuestra gestión. Parece que no son conscientes del desastre que dejaron en el país. Argentina estaba en hiperinflación, aunque lo nieguen. Una inflación del 1,5% diario es hiperinflación. Solucionar esos problemas requiere una gestión profunda en todo el Estado, y una convicción y valentía para llevarlo adelante, cualidades que más respeto en el Presidente de la Nación”.
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