Un cordobés fue distinguido con el Premio Iberoamericano al mérito judicial 

Córdoba es la única jurisdicción argentina que constituyó un Tribunal de Ética Judicial y ese compromiso con la búsqueda de la excelencia fue destacado. Su presidente, Armando Andruet, recibirá el Premio Iberoamericano al mérito judicial y en diálogo con Quórum no pudo disimular la satisfacción que semejante reconocimiento implica para él y para su provincia. 

El abogado, doctor en derecho y especialista en ética judicial argentino Armando Andruet recibirá el Premio Iberoamericano al mérito judicial 2023. Así lo determinó la Comisión Iberoamericana de Ética Judicial, quien consideró que -junto al español Ignacio Sancho Gargallo y al costarricense Orlando Aguirre Gómez- es merecedor de una distinción tan importante a nivel internacional.  

La Comisión buscó destacar las notas más sobresalientes de tan distinguidos magistrados en sendas carreras judiciales, en la promoción de la ética y en su dedicación a una profesión de juez que, por definición, debe ser independiente, imparcial e íntegro.

Ignacio Sancho Gargallo pertenece a la carrera judicial desde 1989, magistrado especialista en Derecho mercantil y desde 2012 es miembro de la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo de España. 

En tanto, Orlando Aguirre Gómez ha estado al servicio del Poder Judicial de Costa Rica los últimos 60 años, desde que en 1964 fue nombrado conserje en el Juzgado Primero Civil y Trabajo de Puntarenas hasta la actualidad en que desde 2022 es el presidente de la Suprema Corte de Justicia de Costa Rica. 

Mientras que Andruet ha sido magistrado durante 20 años (1994-2014) y alcanzó la presidencia del Tribunal Superior de Justicia de la Provincia de Córdoba (Argentina). Desde 2017 preside el Tribunal de Ética Judicial de Córdoba. Es profesor de la Universidad Católica de Córdoba y ha realizado una intensa labor de investigación y enseñanza de la ética, en particular en el ámbito judicial y médico. 

Algunos de sus numerosos libros son Códigos de Ética Judicial- Discusión, Realización y Perspectiva (2008) y Teoría y práctica de la ética judicial (2017). Ha sido reconocido con numerosos premios, uno de los cuales ha sido el “Premio ‘Presea Rodolfo L. Vigo’ – Aportaciones en el campo de la Filosofía del Derecho”, de la Academia Mexicana de Derecho (2021). Su candidatura fue presentada por el Tribunal Superior de Justicia de la Provincia de Córdoba.

Todos los comisionados coincidieron en subrayar que los premiados merecen este reconocimiento y constituye, al mismo tiempo, un honor para la Comunidad Judicial Iberoamericana tener entre sus miembros a personas que se han inspirado en los principios básicos del Código Iberoamericano de Ética Judicial y que han cultivado de una manera extraordinaria las virtudes judiciales por antonomasia. El galardón será entregado en la próxima Cumbre Judicial Iberoamericana que tendrá lugar del 20 al 22 de septiembre en la ciudad de Lima, Perú.

Al ser consultado por Quórum sobre qué significa esta distinción, Andruet afirmó: “Es muy importante en lo personal porque siempre es un un regocijo tener algún tipo de reconocimiento pero creo que es mucho más importante para el Poder Judicial que sigo integrando hoy como Presidente del Tribunal de Ética, fundamentalmente por lo que ha significado como avance de la ética judicial en el país. Este año se están cumpliendo 20 años desde que la Justicia de Córdoba en la más absoluta soledad puso en marcha un tribunal de ética que para muchos parecía un tribunal intergaláctico”. 

Y añadió: “Sin embargo, con el tiempo se ha ido consolidando una idea de que la ética judicial ayuda a fortalecer las prácticas de confianza pública de la ciudadanía en sus jueces. Esto no significa en modo alguno que nosotros estemos libres de tener nuestras dificultades éticas pero por lo menos las luces de alerta cuando hay un tablero de control funcionan de una manera diferente. Eso para mí ha sido el mayor premio del premio”.

Andruet es, entre otras cosas, un referente indiscutido en lo que respecta a ética judicial a nivel latinoamericano pero no ha sido un camino fácil. En ese sentido, reconoció: “En este proceso de atravesar con mucha soledad a veces el camino al final uno empieza a encontrar que los ecos han llegado y uno desearía ahora que esto genere un proceso de fortalecimiento hacia hacia otros poderes judiciales. Que los jueces terminemos de comprender que gran parte de los desatinos que tiene la sociedad o los desencuentros que tiene la sociedad con los jueces pasan muchas veces porque hay comportamientos de los magistrados que son claramente impropios, inadecuados. Ni siquiera decimos que sean corruptos, hay también malos tratos, destrato, faltas de cortesía, excesos, comportamientos inadecuados, toda una cantidad de cosas que al ciudadano común le preocupa y lacera la imagen de la justicia”.

A lo que agregó: “Este premio me llena de orgullo para mí, para el Poder Judicial que integro. Pero esta es una tarea que no puede ser jamás en soledad. De nada vale tener un Poder Judicial con un puñado de buenos jueces, un Poder Judicial va a ser bueno cuando todos sus jueces sean igualmente buenos. Lamentablemente todavía no hay una tarea orgánica en muchos poderes judiciales”.

Por último, expresó: “Me da mucho orgullo además las otras personas que han sido premiadas. Uno de mis colegas es el Presidente de la Suprema Corte de Costa Rica y el otro premiado es un juez del Tribunal Supremo de España. En ambos casos son miembros de Tribunales Superiores. Hace seis años que dejé el Tribunal Superior y no tengo actividad jurisdiccional. Esto hace mucho más potente el mensaje que hemos logrado trasladar desde Córdoba”.