Tomás Casalins –actual Presidente y miembro del Board of Directors de la Asociación de Abogados Argentinos de Nueva York y socio de la firma de abogados Fox Horan & Camerini LLP– es uno de los tantos abogados que han decidido ejercer su profesión en Estados Unidos. Su plan original era viajar a New York por una pansantía de tan solo 6 meses, pero como no todo en la vida es lo que planeamos, hace ya 12 años que se desempeña como abogado en Estados Unidos.
Si bien los primeros años fueron duros y de adpatación, entendió que su carrera pasaba por formar parte de esa cultura, sociedad y su generosidad lo llevó a querer transmitir su experiencia y sus contactos a más colegas argentinos en New York, así fue que fundó la Asociación de Abogados Argentinos de Nueva York, junto con Luis Denuble.
La Asociación le permite a los miembros compartir algunas experiencias como las de buscar oportunidades laborales, hacer networking y aprovechar mejor su permanencia en Estados Unidos. Su origen fue en New York, pero al poco tiempo abrió un Chapter en Washington D.C. y luego otro en Miami, teniendo a la fecha más de 250 miembros.
“Siempre recomiendo a los abogados que, en la medida que puedan, vivan una experiencia fuera de Argentina. Existen varias alternativas entre las que se encuentran trabajar, hacer una pasantía, estudiar y algunas combinaciones entre estas. El número de ventajas es muy alto y me cuesta pensar en alguna desventaja. El simple hecho de vivir en un país extranjero por determinado tiempo suma como experiencia de vida”, reflexiona Tomás en la nota que nos brindó para Revista Quórum.
¿Cómo fue tu inicio en el derecho y por qué decidiste ir a vivir a New York?
Mientras estudiaba Derecho en Argentina trabajé como paralegal en el Estudio Fiorito y cuando terminé mis estudios de grado comencé a trabajar junto a mi padre. La oportunidad de viajar a New York surgió en el año 2008 a través de una propuesta de un cliente en común con la firma en la que trabajo actualmente. El plan original era que hiciera una pasantía de seis meses de duración, pero por diversas razones se fue prorrogando y después de algunos años decidí radicarme en forma definitiva en New York. Fue en ese momento que decidí hacer una maestría -LL.M.- en Fordham University.

¿Cómo fueron tus primeros años en New York?
Los primeros años fueron muy movidos. Trabajaba bastante, pero también tuve tiempo para conocer la ciudad y a muchas personas, algunas con las que todavía estoy en contacto. Hubo un proceso de adaptación porque los cambios en la forma de trabajar fueron considerables, y aprender a trabajar en una estructura súper profesional que atiende a clientes provenientes de diversas jurisdicciones y con un ritmo muy intenso, a veces demora un tiempo, sobre todo en una firma “full service”. Por otra parte, los abogados extranjeros –foreign lawyers– solemos colaborar en forma simultánea con varias áreas de las firmas aplicando nuestros conocimientos de una legislación extranjera -la nuestra- y, en mi caso, ayudando con el castellano y algunas diferencias sobre la cultura laboral y profesional.
¿Cómo surge la necesidad de sumar más abogados argentinos que se encontraban en New York?
Con muchos de los abogados argentinos que trabajamos en New York advertimos la necesidad y conveniencia de contar con algún tipo de organización -sin fines de lucro- que pudiéramos utilizar para reunirnos, hacer networking, intercambiar ideas, obtener referencias profesionales y a la vez como plataforma de promoción profesional. Luego de algunas conversaciones iniciales en las que participamos, entre otros, Luis Denuble y yo, nos animamos a formar la Asociación de Abogados Argentinos de Nueva York.
«CON MUCHOS DE LOS ABOGADOS ARGENTINOS QUE TRABAJAMOS EN NEW YORK ADVERTIMOS LA NECESIDAD Y CONVENIENCIA DE CONTAR CON ALGÚN TIPO DE ORGANIZACIÓN -SIN FINES DE LUCRO- QUE PUDIÉRAMOS UTILIZAR PARA REUNIRNOS, HACER NETWORKING, INTERCAMBIAR IDEAS, OBTENER REFERENCIAS PROFESIONALES Y A LA VEZ COMO PLATAFORMA DE PROMOCIÓN PROFESIONAL«
La Asociación puede ser muy interesante para los abogados que recién llegan a Estados Unidos y una forma de facilitarles un soft landing.
Así es. Ya hemos celebrado tres reuniones anuales a las que invitamos a todos los estudiantes de la maestría de Derecho -LL.M.s-, a los estudiantes de intercambio, a los becarios y a los abogados que llegan a trabajar a New York y otros Estados. Estas reuniones nos han servido mucho para generar un vínculo con los abogados recién llegados, presentarles a la Asociación e intentar ayudarlos en ciertos aspectos de su interés, compartiendo algunas experiencias como las de buscar oportunidades laborales, hacer networking y aprovechar mejor su permanencia en Estados Unidos.
¿Cuántos abogados integran actualmente la Asociación?
La Asociación tuvo su origen en New York, pero al poco tiempo abrió un Chapter en Washington D.C. y luego otro en Miami. Y ya estamos pensando en el próximo paso. Por otra parte, si bien hay muchos abogados argentinos en Estados Unidos, también existe mucha “rotación”. Varios de los LL.M.s vuelven a Argentina y algunos otros cambian de trabajo dentro y fuera de Estados Unidos. Actualmente tenemos más de 250 miembros, aunque no todos se encuentran en Estados Unidos. En general estamos sumando entre 20 y 40 miembros por año.
¿Qué requisitos solicitan para incorporar a los recién llegados a la Asociación?
No se necesita cumplir con muchos requisitos. Normalmente invitamos a participar a todos los abogados argentinos que se encuentran en Estados Unidos -aunque no se encuentren en New York, Washington D.C. o Miami-, incluyendo abogados que nacieron en Argentina o son descendientes de argentinos y se recibieron de abogados en Estados Unidos. Todos los abogados son invitados, sin perjuicio del área del Derecho en la que se encuentren trabajando o se han especializado. Por ejemplo, entre los miembros de la Asociación hay profesores de Universidades de Estados Unidos.

Uno de los principales objetivos de la Asociación es el networking… habrás visto cantidades de buenos resultados para diferentes abogados o estudiantes que pasaron por allí… ¿cuáles fueron los que más te sorprendieron?
El networking como se lo practica en Estados Unidos tiene infinidad de resultados. Con los años he visto muy buenos ejemplos. Creemos que la Asociación ayuda al networking y de a poco ha dado muestras muy importantes de esto. La propia Asociación es un gran ejemplo del resultado de networking. A través de ella se intercambian referencias profesionales -entre abogados-, hemos canalizado ofertas para realizar pasantías, también conectamos a los LL.M.s y servimos de plataforma para que los miembros puedan compartir avances de su desarrollo profesional. Contamos con tres canales de comunicación en los que pueden verse muchos de estos ejemplos: nuestro website y nuestras redes sociales como son: Instagran y Linkedln.
¿Cómo está integrado el Board de la Asociación?
Actualmente, los miembros del Board of Directors somos cinco, Luis Denuble, Lucila Werthein, Carolina Strobino, Marina Cristiani y yo. Somos los cinco co-fundadores de la Asociación. Pero nobleza obliga y hay que destacar que existe un número muy importante de abogados que forman parte de la Asociación y cuya participación es vital, incluyendo a los organizadores de los Chapters en Washington D.C. -Juan Uriburu Quintana, Marcelo De Jesus y Laura Bocalandro- y Miami -P. Augusto Van Thienen y Camila Failo-. También hay muchos otros que colaboran constantemente con nosotros.
¿Qué tipo de vínculos tienen con otras organizaciones en Estados Unidos?
Este es un camino que lentamente estamos transitando y en el que vamos reuniendo experiencia. Uno de nuestros primeros contactos fue con el Consulado argentino en New York -que a la vez actúa como Centro de Promoción- y la Misión argentina ante las Naciones Unidas. También nos hemos vinculado con la Embajada argentina en Washington D.C. y el Consulado en Miami. Pero la Asociación es una organización de profesionales y por esa razón estamos en contacto con otras entidades y organizaciones en Estados Unidos como universidades, el Center for Strategic and International Studies, la Columbia Latin American Business Law Association y el New York City Bar –Inter-American Affairs Committee-. Estamos buscando tomar contacto con colegios de abogados y otras asociaciones como la nuestra. Además, contamos con un convenio de colaboración con el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires. Y destaco que durante los últimos años nos hemos reunido con un número importante de ministros, secretarios y funcionarios argentinos.
¿Cómo fue el trámite para estar admitido a ejercer la profesión en Estados Unidos? ¿Cuánto tiempo le dedicaste para conseguirlo?
En el Estado de New York -y otros Estados-, por vía de excepción, se autoriza a los abogados extranjeros -recibidos fuera de Estados Unidos- que cumplen con una serie de requisitos, entre ellos, contar con una maestría en Derecho -LL.M.- de una universidad de Estados Unidos, a rendir el New York Bar Exam. Una vez aprobado este examen -y cumplidos otros requisitos menores-, puede iniciarse el trámite para estar admitido en el Estado de New York -que es asimilable a matricularse-. Cada Estado tiene sus propias reglas y procedimientos. Normalmente, el proceso dura un poco más de un año. En mi caso me llevó más de dos años, sobre todo porque hice mi LL.M. en forma part-time -mientras trabajaba-.
«TODOS LOS ABOGADOS SON INVITADOS, SIN PERJUICIO DEL ÁREA DEL DERECHO EN LA QUE SE ENCUENTREN TRABAJANDO O SE HAN ESPECIALIZADO»
¿Cuáles son los pro y contras de trabajar en el exterior?
Siempre recomiendo a los abogados que, en la medida que puedan, vivan una experiencia fuera de Argentina. Existen varias alternativas entre las que se encuentran trabajar, hacer una pasantía, estudiar y algunas combinaciones entre estas. El número de ventajas es muy alto y me cuesta pensar en alguna desventaja. El simple hecho de vivir en un país extranjero por determinado tiempo suma como experiencia de vida. Si además tenés la suerte de hacer algo relacionado a tu profesión, serás muy afortunado. Pensando en algo no tan lindo, puedo mencionar que muchos de los que vivimos en New York lamentamos que la Argentina -con la familia y los amigos- quede tan lejos.
Si tuvieras que recomendar un Estado de Estados Unidos para ejercer la profesión, ¿cuál recomendarías y por qué?
Siguiendo lo dicho anteriormente, cualquier experiencia es buena. Esto mismo es aplicable a los Estados. Si surge una oportunidad hay que tomarla y luego ver cómo se la puede aprovechar al máximo. Si tenés la suerte de estar en New York, es una excelente oportunidad para aprender o continuar haciendo networking. Si fuera otra región, hay que intentar explotar su potencial al máximo. Por ejemplo, en California debería valorarse la ventaja de estar cerca de los emprendedores y en Texas de las compañías de energía. Todas las posibilidades tienen su costado positivo. Un consejo que me hubiera gustado recibir antes de llegar a Estados Unidos es el de hacer research -antes de llegar, en mi caso, a New York- para considerar oportunidades, personas de interés para conocer, conferencias a las que asistir, asociaciones o cámaras de comercio para asociarse, etc.
En tus tiempos libres, ¿qué te gusta hacer que no tenga relación directa con el Derecho?
Estoy casado, tenemos tres hijos y trabajo muchas horas. ¡No tengo tanto tiempo libre! Pero cuando podemos, disfrutamos mucho de la Ciudad de New York y de hacer pequeños day-trips -fuera de la ciudad-.