Así lo afirmó la defensora General de la Nación Stella Maris Martínez al cerrar el Seminario “30 años de Autonomía del Ministerio Público de la Defensa de la Nación”. La apertura contó con la presencia del ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona y la jornada reunió a Defensores Generales de casi todo el país. Los detalles, en esta nota de Quórum.
La autonomía se celebra y más si fue producto de esfuerzo, trabajo y perseverancia. Incluso también, si aún queda un camino para recorrer para conseguir la real autarquía financiera, que sería un logro importantísimo para consolidar la independencia de los Ministerios Públicos de la Defensa en todo nuestro país.
Se podría decir que esta es la conclusión a la que se llega luego de haber asistido al Seminario “30 años de Autonomía del Ministerio Público de la Defensa de la Nación”, en conmemoración del reconocimiento que la reforma de la Constitución Nacional de 1994 le otorgó al Ministerio Público de la Defensa (MPD) como un órgano independiente, con autonomía funcional y autarquía financiera.
El acto de apertura estuvo a cargo de la defensora General de la Nación, Stella Maris Martínez, y del ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Libarona. Asimismo, contó con la presencia de magistrados y funcionarios del Poder Judicial y del Ministerio Público de la Nación como de las provincias argentinas, de funcionarios/as de organismos vinculados a la protección de derechos y a la administración de justicia, juristas y académicos/as.
Martínez afirmó que “hace 30 años que se habló por primera vez de la defensa pública en la Constitución Nacional”. Luego celebró que en la actualidad existan defensas públicas autónomas, no sólo a nivel federal sino también en la mayoría de las provincias. También repasó el desarrollo histórico que tuvo la institución de la defensa pública y recordó que su debilitamiento la llevó a ser un auxiliar de la justicia que sólo convalidaba sentencias.
Por su parte, Cúneo Libarona sostuvo que “la reforma constitucional de 1994 y el reconocimiento de la autonomía de la defensa pública es un hito de gran importancia en la historia, se estableció un nuevo estándar en la protección de los derechos humanos, en el acceso a la justicia de las personas y en la asistencia jurídica integral y efectiva”.
“El artículo 120 fue un avance significativo para la justicia en la Argentina y sentó la base para la creación de un organismo que proteja los derechos fundamentales con independencia, con autonomía funcional y que promueva la igualdad entre las partes de un juicio”, agregó.
A continuación, el ex juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y Convencional Constituyente en 1994, Eugenio Raúl ZaffaronI, brindó la conferencia de apertura del evento.
Por la tarde, tuvo lugar el panel “La autonomía de la defensa pública en el ámbito federal”, que contó con la presencia del Dr. Mariano Maciel, Defensor Público Oficial ante la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional; la Dra. Fernanda López Puleio, Defensora Pública Oficial de la Defensoría General de la Nación; y la Dra. Mercedes Crespi, Defensora Pública Oficial ante los Tribunales Federales de 1º y 2º Instancia de Córdoba.
Cada uno de los expositores remarcó el inmenso valor que tiene la autonomía defensa pública no sólo en la consolidación de un sistema de administración de justicia más sólido y transparente, sino sobre todo para la protección y defensa de los derechos humanos, en especial de quienes se encuentren en situación de vulnerabilidad. Además, coincidieron en destacar especialmente el papel que la Dra. Stella Maris Martínez tuvo en el proceso de consolidación y expansión para que el MPD sea hoy una institución modelo en nuestro país y en toda la región.
Además, se realizó el panel “La autonomía del Ministerio Público en la reforma constitucional” en el que participaron Aníbal Ibarra y Alberto García Lema, quienes hicieron un resumen de la creación del MPD, señalándolo como uno de los hitos fundamentales de la Reforma Constitucional de 1994.
Luego en el panel “La autonomía de la defensa pública en el ámbito provincial”, participaron
Maximiliano Benítez, Defensor General de Entre Ríos; Enrique José Billaud, Defensor General de Santiago del Estero; María Gabriela Burgos, Defensora General del Ministerio Público de la Defensa de Jujuy; y Sebastián Daroca, Defensor General de Chubut.
Los Defensores relataron cómo fueron ganando autonomía en sus provincias, al igual que mencionaron ciertas limitaciones que algunos tienen básicamente a la hora de definir sus presupuestos dado que muchas veces los proyectos sufren recortes. No ocurre así en las jurisdicciones que han logrado, luego de arduas negociaciones, recibir una parte de la tasa de justicia y así ser verdaderamente autárquicos financieramente.
La Defensora General de la Nación cerró el seminario con su conferencia “La defensa pública como garantía de acceso a la justicia. Expansión y desarrollo a partir de la reforma constitucional”.
Luego de hacer una breve historia de cómo se desarrolló la defensa pública en nuestro país, contó anécdotas que daban cuenta del proceso “traumático” de consolidación de la autonomía del MPD y afirmó sin lugar a dudas: “Los Defensores siempre fuimos muchísimo menos que los fiscales. Es por eso que tuvimos que elegir a qué apostamos y fue a la educación”.
En ese sentido, Martínez destacó el nivel de formación que tienen los magistrados, funcionarios y empleados dentro del MPD. “Todo el mundo sabe que los defensores están muy bien formados”, subrayó. Luego señaló como rasgo distintivo de la institución el ingreso democrático por medio de exámenes y concursos. Esto terminó con cierta presión que se ejercía desde la política para el ingreso de familiares o amigos.
“Sin ir más lejos, tuvimos en nuestra planta a la hija de un juez cuya mayor virtud era ser bailarina de danza árabe”, recordó.
Hacia el final de su discurso, la Defensora General destacó el respeto que tienen por el MPD tanto los organismos internacionales de derechos humanos como el sistema de justicia nacional luego de estos treinta años de trabajo incesante.
Y cerró: “Para mí es hermoso ser defensor; yo no quiero ser otra cosa. Aunque pudiera, no me gustaría ser jueza, no me gustaría ser fiscal. Los defensores públicos oficiales somos maravillosos, empoderados, fuertes, inteligentes, y sobre todo, somos un inmenso equipo luchando por los derechos de los más vulnerables. ¡Viva la defensa pública!”.
El objetivo del encuentro fue promover y reafirmar la independencia y autonomía de las Defensorías Públicas en nuestro país y en la región, para coadyuvar en la protección y defensa de los derechos humanos, en especial de quienes se encuentren en situación de vulnerabilidad. Objetivo ampliamente conseguido.
Para finalizar, el Coro de la Defensoría General entonó unas canciones que sintetizaron el espíritu que se vivió durante todo el seminario. Porque “yo te quiero libre como te viví. Libre de otras penas y libre de mí”, como reza la canción de Silvio Rodríguez.