martes, diciembre 10, 2024
spot_imgspot_img
EntrevistasJorge Enríquez: “El rol del escribano es esencial para prevenir litigios”

Jorge Enríquez: “El rol del escribano es esencial para prevenir litigios”

Se llama igual que su padre pero eligió ser escribano como su mamá. Ambos le transmitieron la importancia de ser fiel a sus valores y de ser consecuente con sus ideas. En diálogo con Quórum, Jorge Enríquez asegura que su profesión es muy importante para evitar conflictos y aspira a que el recambio generacional modernice el ejercicio de su labor pero sin perder seguridad jurídica.

¿Qué es la justicia para vos?

La justicia para mí es dar a cada uno lo suyo, una de las tres reglas de Ulpiano, que se complementan con otras dos: vivir honestamente y no dañar al prójimo. Es devolver ese equilibrio que debería haber estado siempre, pero por cuestiones de la vida en sociedad se pierde y entonces tenemos que recurrir a un tercero imparcial para restablecerlo. No obstante, en sede notarial puede construirse justicia, en la medida en que, nuestra imparcialidad, evita conflictos y, por tanto, redunda en paz social, pues las personas precisan certezas.

¿Siempre quisiste ser escribano?

No siempre quise ser escribano. Tenía en claro que quería ser abogado porque me quemaba algo adentro cuando veía alguna injusticia. Sentí esa vocación. Pero después, durante la carrera, empecé a conocer y percibí que si me metía tan a fondo me iba a afectar demasiado. Ahí decidí ir para el lado de la escribanía, de lo notarial, donde encontré un mundo que tenía mucho más que ver conmigo. Me dí cuenta que asesorando y estando con la gente, escuchándola y aprendiendo a entender qué es lo que quieren, lograba prevenir ciertas circunstancias y alcanzaba también el mismo fin que era evitar situaciones injustas y no tener que recurrir al sistema judicial. Y, fundamentalmente, comencé a comprender la importancia y trascendencia del ejercicio de la función notarial, sumado a las implicancias de la dación de fe pública.

¿Cómo influyó en tu vida tener un padre con una presencia tan fuerte?

Tengo el mismo nombre también. Influyó muy positivamente por los valores que me inculcó más allá de su personalidad, fuerte o no. Es una persona que ha sido siempre consecuente con sus valores, y de quien aprendí y sigo aprendiendo mucho. Sin perjuicio, opte por trabajar junto a mi madre -ella escribana- quien también me inculcó valores muy elevados que aplico todos los días en mi función fedataria.

Siempre fue un poco difícil acceder a ser escribano o elitista. ¿Sigue siendo así?

Difícil, sí; elitista para nada. Es parte de los mitos de nuestro país. Es algo que erróneamente se ha dicho siempre, pero en particular en la Ciudad de Buenos Aires, son dos exámenes de idoneidad y antecedentes que se rinde uno en abril y otro en octubre de cada año. Es sumamente exigente, yo lo rendí varias veces, pese a haberme recibido en tiempo y forma en la Universidad Católica y trabajado en escribanía desde temprana edad. Es un examen complicado y riguroso, no sólo son temas de la práctica sino también muy académicos, requiriendo conocer diversas cuestiones doctrinarias y jurisprudenciales. Hoy en el acceso a la función prima la meritocracia, dependerá pues de si se aprueban o no dichos exámenes. De todas formas rendimos exámenes todos los días en la confección de documentos notariales que brindan seguridad jurídica a las personas. Es verdad que cuando tenés la estructura ya armada es más sencillo, pero es lo mismo que le puede pasar a un abogado cuando su familia tiene un estudio armado.

¿Qué rol juegan los escribanos en materia de prevención de litigios?

Tienen un rol importantísimo. Es fundamental que la gente acuda al escribano antes de acaecido el conflicto y no después. La idea es prevenirlo y de esta manera, si se quiere contribuir a descomprimir la Justicia. Esto puede darse ya sea por un asesoramiento oportuno o gracias a la confección y autorización de documentos sólidos e inequívocos en cuanto a su contenido y forma. La notaría implica una búsqueda de acuerdo de voluntades, guiados, sin perjuicio de las normas de orden público, por el respeto por la autonomía de la voluntad de las personas. La pandemia hizo que muchos paráramos la pelota y reviéramos temas que en la vorágine del día a día postergábamos. Pensar en cómo quedarán las cosas para los que quedan cuando uno ya no esté en este plano. Temas como testamentos, autoprotección (directivas anticipadas, mandatos especiales de contenido patrimonial y extramatrimonial para situaciones de incapacidad), y en general todo tipo de documentos jurídicamente sólidos para la prevención de conflictos.

¿De qué se trata esta tendencia mundial de “pensar la vejez o la incapacidad futura”?

Muchos países ya han implementado leyes en ese sentido, sobre todo con las lecciones de la pandemia. En Argentina, tenemos el proyecto de Ley de Autoprotección que fue presentado en 2022 y espero que pronto se sancione como ley. Son mandatos especiales preventivos de contenido patrimonial, a diferencia de las denominadas directivas anticipadas que se utilizan para temas relacionados con la salud. En los actos de autoprotección se deja plasmada la voluntad del requirente para situaciones de vulnerabilidad; designando a través de este instrumento a una persona de confianza para que actúe en su nombre ante la eventual pérdida de su discernimiento y mientras dure la misma. Insisto siempre en torno a estas iniciativas que me gusta ver a todos los actores, no sólo a los escribanos. La sociedad como otro actor y la justicia o el Estado en ese caso, y sentirme como parte de los tres. ¿No te parece mucho más eficiente una suerte de poder a futuro designado a otra persona, que esperar judicializar una incapacidad? Los tiempos de hoy necesitan de herramientas jurídicas útiles para que la sociedad resuelva rápido: en eso estamos trabajando los escribanos.

En ese sentido, ¿las donaciones son pensadas para planificar el futuro?

Va en esa línea, sí. Venimos de una cultura que busca de a poco dejar más planificado todo. Eso es la planificación del patrimonio familiar. Y es otra lección de la pandemia, porque comprobamos cabalmente que un día estamos, pero al siguiente no. Donar es no dejar desordenado ese ahorro y pensar en lo que dejo para las generaciones que me siguen. Pasó con la modificación del Código Civil y Comercial en materia de donaciones sancionada en diciembre de 2020, de la cual me enorgullece haber bregado por su concreción, y que hizo que tengamos récord en donaciones: 11 mil en 2021, más de 12 mil en 2022, más de 10 mil en 2023. Donaciones que no sólo se hacen a familiares evitando futuras controversias, sino que también ha sido grato ver que personas solas deciden donar a instituciones benéficas robusteciendo así el principio de solidaridad entre las personas. O sea que había una demanda por parte de la sociedad -sobre todo post pandemia- de dejar todo en orden teniendo más conciencia de que no somos eternos.

O sea que la línea meridional es la ausencia de conflictos para los escribanos…

Otro ejemplo de intervención notarial para la prevención de litigios podríamos encontrarlas cuando autorizamos actas de convenio laborales de mutuo acuerdo según el artículo 241 de LCT; o, no para prevenir pero sí para ayudar o secundar a la justicia, en los casos de actas de constataciones, en cuyo casos la finalidad muchas veces es resguardar y preservar la prueba para eventualmente luego ser utilizada en juicio. En suma, el escasísimo grado de litigiosidad respecto de documentos notariales, denota lo ante dicho.

¿Cómo ha cambiado el ejercicio de la profesión la innovación tecnológica?

La pandemia aceleró muchísimos procesos en materia de tecnología. Este tema si bien encanta y hay que acompañarlo porque así lo demanda la sociedad, hay que ir con cautela pues tenemos que velar porque la modernización y simplificación de procesos no vulnere y ponga en riesgo la seguridad jurídica. Acompañar el cambio, pero con paso firme; que la forma no comprometa el fondo. El Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires ya venía trabajando en pos de hacer más rápidos y eficientes los trámites. Acompañando esta búsqueda por parte de la sociedad de procesos más sencillos que hagan la vida más fácil y dinámica, así como los abogados adoptaron las audiencias virtuales, nosotros los escribanos adoptamos ciertas herramientas como la legalización digital (incluso durante los fines de semana), autorización de viaje con validación QR, certificaciones y apostillas digitales, certificación de firma a distancia (respetando siempre la jurisdicción), herramientas que hacen más ágiles los procesos haciendo que el requirente obtenga más rápido el instrumento que precisa sin poner en juego la eficacia del mismo. Si surgió un viaje inesperado para tu hijo, podés autorizarlo con un escribano un sábado y con todo el trámite legalizado. Trabajamos en conjunto con los organismos del Estado para esa simplificación.

Explícanos bien lo que es un deepfake…

Un deepfake es una técnica de inteligencia artificial que permite crear videos o audios falsos de alta calidad, en los cuales se superponen o reemplazan el rostro y la voz de una persona real por los de otra. Utilizando algoritmos avanzados de aprendizaje automático, esta tecnología puede manipular y generar contenido multimedia de manera casi imperceptible para el ojo humano. Es importante destacar que los deepfakes pueden ser utilizados con diversos propósitos, desde entretenimiento hasta fines maliciosos como la difamación o el engaño. Por ello, es crucial ser cauteloso al consumir contenido en línea y verificar la autenticidad de los videos y audios que circulan en las redes sociales y otros medios digitales. Esto representa un desafío para los escribanos porque tenemos que estar seguros de no autorizar actos a través de medios tecnológicos si no podemos estar seguros de que dichos actos fueron otorgados por quienes deberían. Actualmente entiendo que dicha “sustitución de persona” podría evitarse también con la ayuda de la tecnología; mediante la utilización de la inteligencia artificial, plataformas seguras, con trazabilidad cerrada y medios de identificación biométricos, prueba de vida, iris, preguntas de seguridad, la huella dactilar que es una herramienta inobjetable para demostrar tu identidad, entre otras.

¿Cómo evaluás las nuevas resoluciones dictadas por la IGJ sobre sociedades?

Ha sido un avance importantísimo. En efecto las recientes resoluciones de la IGJ; como ser la derogación del plazo máximo de duración de 30 años, volviendo al plazo máximo anterior de 99 años; dejar sin efecto las resoluciones generales que obligaban a los Clubes de Campo y a todo otro conjunto inmobiliario, organizado como Asociación Civil bajo forma de sociedad, a que en el plazo de 360 días adecúen su organización como derecho real de propiedad horizontal; también permitir nuevamente la multiplicidad de objetos; lo que conlleva beneficios para diferentes actividades comerciales, con un marco de mayor libertad y posibilidades para la actividad privada.

¿Cómo funciona la afectación al régimen de protección de vivienda?

Es una herramienta con la que cuenta el ciudadano para evitar que sea ejecutada su vivienda, por deudas posteriores a su afectación. Antes se lo llamaba “bien de familia” pero a partir de la sanción del Código Civil y Comercial cambió a régimen de “protección de la vivienda”. A partir de que inscribas su vivienda, no podrá ser ejecutada por deudas posteriores a la fecha de inscripción, salvo que sean deudas por cuota alimentaria; por expensas, impuestos o tasas sobre la vivienda; por mejoras que le hiciste al hogar; o por el pago de una hipoteca sobre esa misma casa. No obstante el anterior régimen era más amplio ya que permitía afectar un bien de explotación familiar (como una fábrica o un campo) y no solo la vivienda, como es ahora. Pero, por otro lado, ahora contempla que si vivís solo o sola, también podés protegerte. Como parte de nuestra política de responsabilidad social, ya llevamos 15 años haciendo la campaña “Cuidá lo tuyo” en distintos barrios de la CABA y allí invitamos a los vecinos a proteger sin ningún costo su techo familiar. Misión que se replica una vez al año en simultáneo con todos los escribanos del país.

¿Qué lazos existen y cómo son los vínculos entre los escribanos y los abogados?

Tengo la mejor relación con los abogados, soy abogado antes de ser escribano. En el día a día me toca tratar constantemente con abogados, con quienes siempre procuro alcanzar soluciones a las cuestiones que me plantean, enriqueciéndonos mutuamente. A mí me da una gran tranquilidad que en ciertos instrumentos hayan intervenido los abogados de las partes. No es una persona más, nos ordena. No nos olvidemos que acaecido el conflicto son ellos los que velarán por los intereses de nuestros requirentes, asique que mejor que también cuenten con su asesoramiento previo. Esto último es lo que suelo sugerirles a mis requirentes. Para mí es importantísimo contar con un buen abogado y con un buen contador, porque en muchos casos el otorgante tiene que tener un buen asesoramiento interdisciplinario. Puedo hablar hasta lo que yo sé y cuando veo que estoy entrando en aguas que no me competen, lo derivo al profesional que corresponde. Entonces ¿qué opino de los abogados? Que aportan mucho a nuestra función y siento que ellos nos toman de la misma manera.

Si conocés a alguien que quiere dedicarse a la Escribanía, ¿qué sugerencias le darías?

Trabajo con cuatro estudiantes de la Facultad de Derecho y quiero que los cuatro sean escribanos. Lo fomento explicándoles y mostrándoles la importancia de nuestra función para la sociedad en cuanto a la seguridad jurídica que brindamos como herramienta, como asesoramiento y demás. Somos profesionales del Derecho en ejercicio de la función pública en cuanto a la dación de fe que nos fue encomendada por el Estado. Hay jóvenes que no se quieren meter asustados por este mismo prejuicio que me habías manifestado de lo elitista o hereditario. Cuando les cuento que es simplemente aprobar unos exámenes, que es mérito realmente -quizás no sea lo mejor pero es lo que permite saber si la persona sabe y si tiene idoneidad para el cargo- se ponen contentos y avanzan. Para mí es importantísimo derribar este prejuicio porque las nuevas generaciones vienen demandando cambios mucho más radicales y rápidos. Así que dependemos de esa sangre joven que nos venga a mostrar un nuevo camino. Siempre, como te digo, a paso firme y cauteloso porque apurarnos nos puede llevar puestos y poner en jaque la seguridad jurídica. En definitiva, ser escribano requiere extrema probidad y conocimiento, que sustenta la confianza que la sociedad tiene en nosotros.

Así como para los abogados hay especializaciones, ¿con los escribanos pasa algo similar?

Hay especialistas en tecnología, hay escribanos que se dedicaron más a la parte societaria, a fideicomisos, etc. Pero en realidad las especializaciones están dadas por lo que uno vaya haciendo en el día a día y por lo que a uno más le interese profundizar. Hay quienes saben más de fideicomisos, otros están más volcados a las empresas o a certificar firmas, transferencias de inmuebles, actas, entre otros. Uno intenta elegir lo que le gusta, pero muchas veces lo termina definiendo el mercado.

¿Cuál es tu especialización?

No tengo especialización; por cuanto, salvo causa justificada, todos los escribanos tenemos el deber de atender a nuestros requerimientos. Particularmente intento cubrir todo lo que hace el escribano, porque considero que el escribano tiene que tener una concepción más holística y hacer todo lo que nuestra función conlleva. Muchas veces me he encontrado agobiado y pese a mis ganas, he tenido que salir a realizar algún acta solo para satisfacer la necesidad de aquel requirente. Nuestra función en parte es buscar una solución a los problemas, es nuestra responsabilidad como fedatarios del Estado estar a disposición de todo aquel que requiera nuestros servicios.

Los escribanos parecen ser mucho más estructurados que los abogados. ¿Cuál es tu cable a tierra?

Hago todo el deporte que puedo. Hacía fútbol y rugby, ahora padel, tenis, golf o lo que surja. A lo que me inviten, intento estar. Pero sin duda mi familia es mi mayor cable a tierra, mi mujer y mis dos hijas, son las que hacen que todo valga la pena y las que logran que deje todos los problemas y preocupaciones de lado. Porque no nos olvidemos que la responsabilidad del escribano no termina con la autorización del acto. Por ejemplo, hay que procurar que la escritura o el acto autorizado no sea observado ni que tenga vicio alguno, ni de forma ni de fondo. Hay que ser muy riguroso a la hora de cumplir con las formalidades y todas las disposiciones que regulan el ejercicio de nuestra profesión.

Suscribite al Newslatter

Derecho al día

- Advertisement -Newspaper WordPress Theme

últimos artículos

Más artículos

- Advertisement -Newspaper WordPress Theme