El incremento de las apuestas online en Argentina ha sido exponencial en la última década, impulsado por el avance tecnológico y exacerbado por la pandemia. Con más de 1,2 millones de usuarios activos y una creciente participación de adolescentes, el juego online genera preocupación entre especialistas, que alertan sobre los riesgos emocionales y financieros. La falta de regulación efectiva y la publicidad dirigida a menores son algunos de los principales desafíos que enfrenta el país en este complejo panorama.
El juego online ha experimentado un crecimiento vertiginoso a nivel mundial en los últimos años, impulsado por diversos factores tecnológicos y socioeconómicos que lo han convertido en un fenómeno global. En 2023, su valor de mercado se estimó en más de 90.000 millones de dólares, y se proyecta que continúe en ascenso, con predicciones que apuntan a superar los 150.000 millones de dólares para 2030. Europa, América del Norte y Asia-Pacífico son las regiones con mayor participación en este mercado, aunque América Latina y África también muestran un crecimiento notable.
Durante la pandemia de COVID-19, la suspensión de eventos presenciales y el cierre de casinos físicos llevaron a que las apuestas online se convirtieran en la alternativa más buscada. En Argentina, por ejemplo, los datos suministrados por Lotería de la Ciudad de Buenos Aires S.E. (LOTBA) muestran que la cantidad de jugadores online se cuadruplicó en diez años, pasando de 300.000 usuarios en 2013 a más de 1,2 millones en 2023. Este crecimiento ha sido impulsado principalmente por la mayor penetración de internet, que actualmente alcanza al 90% de los hogares, y por la expansión de la conectividad móvil, que permite un acceso constante a las plataformas de apuestas.
Según la Asociación de Loterías Estatales de Argentina (ALEA), el número de nuevos usuarios en plataformas de apuestas creció un 30% durante el periodo 2020-2021, mientras que el volumen de apuestas aumentó un 50%, alcanzando un total de más de 2.000 millones de dólares anuales en 2022.
Los jóvenes han sido uno de los grupos más vulnerables frente a la expansión de las apuestas online. Ocho de cada diez adolescentes y jóvenes accedieron o conocen a alguien que haya apostado online en el último año. De estos, el 37% ingresa a apps o páginas web de juegos, también conocidas como casinos virtuales, con frecuencia o diariamente.
Estos datos provienen de una encuesta realizada por Unicef Argentina y la organización Bienestar Digital a cerca de 600 adolescentes y jóvenes entre el 27 de junio y el 5 de agosto de 2024. Del total de entrevistados, el 58% eran mujeres y el 38% se identificó como hombre. El 66% tenía entre 18 y 24 años, y el porcentaje restante, entre 13 y 18 años.
Además, según Unicef, más de 7 de cada 10 jóvenes consultados conocen alguna web o app de apuestas online, cifra que se eleva al 95% en el caso de los adolescentes. Por su parte, el Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires informó que más del 70% de los jóvenes de entre 18 y 24 años ha participado en apuestas online al menos una vez, y el 15% de ellos presenta signos de comportamiento compulsivo. Según el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el 80% de los jóvenes hace su primera apuesta entre los 14 y 17 años.
¿Qué impulsa a un adolescente a apostar?
La respuesta a esta pregunta no es sencilla, ya que los jóvenes pueden ser impulsados a apostar por una combinación de factores psicológicos, sociales y emocionales. Entre ellos destacan la curiosidad y la búsqueda de emociones fuertes, la presión social, el deseo de escapar de problemas emocionales, el fácil acceso proporcionado por la tecnología, la ilusión de control y creencias distorsionadas sobre las apuestas, la influencia de modelos familiares o cercanos, la necesidad de independencia económica, y la constante exposición a publicidad y promoción de juegos de azar.
El impacto del juego en los jóvenes no es solo económico, sino también emocional. Las apuestas generan falsas expectativas de ganancias rápidas, lo que puede llevar a los jugadores a gastar grandes sumas de dinero, ocasionando endeudamiento y conflictos familiares. Además, el juego compulsivo está vinculado con un deterioro en la salud mental, evidenciado en síntomas de ansiedad, estrés y, en algunos casos, depresión. La sensación constante de pérdida y la presión por recuperar el dinero apostado pueden llevar al aislamiento social y a una disminución en el rendimiento académico o laboral.
De acuerdo con los datos de Unicef, más de uno de cada dos adolescentes y jóvenes apuesta principalmente para ganar dinero, mientras que tres de cada diez lo hacen por diversión o entretenimiento. El 9% piensa en apostar online todos los días, el 17% lo hace con frecuencia, y el 38% algunas veces. Solo el 36% nunca considera apostar online.
Falta de regulación y controles deficientes
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la adicción al juego, también conocida como ludopatía, como una enfermedad que incluye tanto los juegos de azar tradicionales como los “juegos digitales” o “videojuegos”. El juego en línea se vuelve problemático cuando se practica de forma recurrente y descontrolada. La ludopatía digital se refiere al impulso incontrolable de participar en apuestas o juegos de azar, a pesar de las pérdidas económicas y las consecuencias negativas que puede generar en el trabajo, la familia y las relaciones sociales.
Esta problemática afecta a todas las clases sociales, aunque tiene mayor incidencia entre los adolescentes, especialmente entre los varones. Es importante distinguir entre el juego recreativo, que puede ser una actividad de entretenimiento, y el juego problemático, que anula la voluntad y puede requerir la intervención de un profesional de la salud.
En Argentina, la regulación de las apuestas online y el juego es competencia de cada provincia y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Sin embargo, existen normativas comunes, como el artículo 301 bis del Código Penal de la Nación Argentina, que sanciona a quienes exploten, administren, operen u organicen juegos de azar sin la debida autorización, aunque no se refiere específicamente a menores de edad.
Los sitios de apuestas legales en Argentina están identificados con el dominio .bet.ar. Los que no utilizan este dominio son considerados ilegales. Actualmente, 17 provincias han dictado su propia legislación en esta materia, lo que implica que ciertos sitios pueden estar habilitados en algunas jurisdicciones y no en otras, dificultando los controles.
En la Ciudad de Buenos Aires, LOTBA (Lotería de la Ciudad de Buenos Aires Sociedad del Estado) es el organismo encargado de autorizar, explotar, recaudar, administrar y controlar los juegos de azar y apuestas en línea, según la Ley N° 5.785. La operación de juegos en línea comenzó en la ciudad a fines de 2021 y hasta 2024 contaba con 11 plataformas autorizadas, todas ellas cumpliendo con los más altos estándares técnicos y regulatorios de la industria. Este año se cerró la convocatoria para el otorgamiento de nuevos permisos para Agencias de Juego en línea, como parte de las acciones de concientización llevadas a cabo.
La ilegalidad, la madre de todas las batallas
Una preocupación central en el ámbito de las apuestas online es la facilidad con la que los menores pueden acceder a estas plataformas, especialmente a través de canales como Telegram, donde el anonimato y la falta de control hacen prácticamente imposible rastrear dichas actividades. Aunque legalmente los menores de 18 años tienen prohibido participar en apuestas, muchos adolescentes logran sortear esta restricción falsificando datos o utilizando la información de un adulto para crear perfiles falsos.
Algunos menores apuestan directamente en los sitios web, mientras que otros recurren a intermediarios, conocidos como «cajeros». Estos «cajeros» modernos operan en colegios y clubes, recaudando dinero de otros adolescentes y destinándolo a sitios de apuestas, por lo cual reciben una comisión. Según Unicef, el 42% de los adolescentes accede directamente a las apuestas, mientras que el 30% lo hace a través de un intermediario o cajero.
LOTBA ha establecido alianzas con diversas instituciones para eliminar contenido y bloquear perfiles o usuarios que promuevan el juego no autorizado. Estas políticas se materializan a través de convenios de colaboración con las loterías del país mediante ALEA, el Ministerio Público Fiscal, el Consejo de la Magistratura, y organismos internacionales como Sportradar, que detectan patrones sospechosos de apuestas, facilitando denuncias, allanamientos y bloqueos.
En este contexto, ALEA ha firmado acuerdos con NIC Argentina, ENACOM, META (Facebook e Instagram), Mercado Libre y Rapipago. Como resultado, en 2024 se bloquearon perfiles en redes sociales y anuncios publicitarios, se desactivaron sitios web con dominios .AR, y se solicitaron bajas de publicaciones en Mercado Libre. También se enviaron cartas documento a influencers y a un medio de comunicación involucrado en la promoción de apuestas.
Sin embargo, estos esfuerzos tienen un impacto temporal, ya que los sitios ilegales están preparados para reactivar nuevas versiones de sus dominios en un plazo de 24 horas, lo que dificulta la erradicación definitiva de estas actividades.
Un negocio que sirve para otros negocios
La consulta realizada por Unicef reveló que los adolescentes se sienten más expuestos a las marcas de apuestas online principalmente a través de la publicidad en internet (35%) y los influencers de redes sociales (27%). También destacaron la presencia de estas marcas en eventos deportivos (14%). Estos resultados coinciden con las preocupaciones de los especialistas, quienes critican la creciente publicidad de casas de apuestas legales en estadios, camisetas de fútbol y la promoción por parte de influencers.
Entre las marcas más mencionadas por los encuestados se encuentran Casino, Betsson, Bet365, bplay y Betano. Es importante señalar que tanto Betsson, patrocinador de clubes como el Inter de Milán, Boca Juniors, Racing Club y Atlético Nacional, como Betano, patrocinador global oficial de la UEFA Europa League y la UEFA Conference League, están registradas en la provincia de Buenos Aires.
Los streamers se han convertido en un medio eficaz para atraer a los jóvenes al mundo de las apuestas online. A pesar de incluir breves advertencias sobre la restricción para mayores de 18 años, muchos utilizan estrategias de marketing que apelan directamente a audiencias más jóvenes, sin considerar las implicaciones legales o éticas. Ejemplos como Santutu y Facu Asmus trabajan para plataformas de apuestas ilegales como 1xbet, una empresa que opera legalmente en algunos países, como España, pero de forma ilegal en gran parte de América Latina. Estos streamers no solo juegan online, sino que crean contenido en el que incentivan a sus seguidores a apostar, alimentando la falsa percepción de que es posible ganar o, al menos, no perder.
En diálogo con Quórum José Ignacio del Pino, empresario que trabajó durante muchos años en la industria del juego, expresó su crítica hacia la falta de responsabilidad de las empresas actuales, que no se autorregulan de manera adecuada para prevenir que menores accedan a las apuestas.
Aunque no está en contra de la industria, Del Pino afirmó que “las empresas deben ser más responsables y sensibles al contratar a celebridades que son seguidas mayoritariamente por menores”.
Prefirió no abundar en ejemplos pero el primero que se viene a la cabeza es el caso de bplay, que sumó como embajador de su marca al futbolista Emiliano “Dibu” Martínez, un ídolo de los niños con gran influencia entre los jóvenes. Aunque bplay justificó esta elección como parte de una estrategia para “construir la identidad de la marca” y promover el mensaje de “Hacele caso a Dibu, solo para mayores de 18 años”, esta decisión ha generado cuestionamientos sobre el impacto que figuras tan influyentes pueden tener en la atracción de menores hacia el juego.
El silencio no ayuda
Según los datos de Unicef, cerca de la mitad de los niños buscaría ayuda en su familia si enfrentara problemas relacionados con las apuestas online, mientras que solo dos de cada diez recurrirían a amigos. Apenas el 6% acudiría a la escuela en busca de apoyo. Además, cuatro de cada diez admiten que nunca se ha hablado en casa sobre los riesgos de apostar online, y el 39% solo ha tenido conversaciones esporádicas al respecto.
Desde el Estado se están implementando medidas para visibilizar esta problemática. La Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, del Ministerio de Capital Humano, lanzó la campaña “Cuando apostás al juego siempre perdés” con el objetivo de concientizar y prevenir el consumo problemático de apuestas online entre los adolescentes. Esta iniciativa se puso en marcha el 26 de junio, coincidiendo con el Día Internacional de la Lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas, debido al creciente problema de adicción a los juegos de azar entre los jóvenes, que afecta su salud y sus relaciones personales.
El Gobierno de la Ciudad ha definido un plan integral para abordar esta situación desde diferentes frentes. Las acciones incluyen:
- Mesas de trabajo con especialistas para desarrollar estrategias que involucren todas las áreas del GCBA.
- La creación de un servicio especializado en el Hospital Álvarez, ofrecido por el Ministerio de Salud.
- La habilitación de las primeras vacantes para tratamiento en colaboración con la fundación Convivir, por parte del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat.
- La disponibilidad de la línea 108 (opción 3) las 24 horas para la atención de casos de ludopatía.
- La creación de una fiscalía especializada para recibir denuncias y combatir el juego ilegal.
- El trabajo en la Legislatura para generar un proyecto de ley que unifique las iniciativas existentes.
- La creación de una red de prevención junto a clubes y organizaciones barriales.
- La regulación del uso de celulares en las escuelas.
- La colaboración entre la Secretaría de Innovación y Transformación Digital y el Ministerio de Educación, que resultó en el bloqueo del acceso a más de 1.200 sitios de juego online, tanto legales como ilegales, en más de 1.700 escuelas de gestión pública. Esta medida se extendió a la red BAWIFI, cubriendo espacios públicos y otros lugares de la ciudad.
- Acciones de concientización en clubes y polideportivos, junto a la Secretaría de Deportes.
- Activaciones durante las vacaciones de invierno en las Estaciones Saludables, en colaboración con la Secretaría de Bienestar Integral.
- Además, LOTBA está llevando a cabo talleres informativos y capacitaciones para concientizar a los adultos sobre esta problemática. Se han realizado charlas virtuales abiertas a la comunidad y se ha capacitado a empleados de LOTBA, GCBA, salas de juego, agencias de juego en línea, así como al personal de líneas de atención telefónica. Hasta el 30 de septiembre de 2024, más de 12.000 personas han participado en estas actividades, incluyendo 6.200 adolescentes.
Por su parte, Del Pino se enfoca en brindar charlas a padres y profesores sobre el impacto de las apuestas online y la desconexión entre adolescentes y padres en relación con el entorno digital. Su objetivo es ayudar a los adultos a comprender mejor el mundo en el que viven sus hijos y a participar activamente en su vida online, protegiéndolos de los riesgos asociados. También subraya la importancia de educar a los jóvenes sobre finanzas y juego responsable, para que puedan tomar decisiones informadas.
Los talleres, charlas y campañas gubernamentales son cruciales para abordar esta problemática. Sin embargo, es esencial que los padres hagan un esfuerzo por comunicarse con sus hijos sobre estos temas. Excluirse del mundo digital, argumentando que “no lo entendemos”, sólo genera una mayor distancia. Si no logramos entender su entorno, es probable que los adolescentes opten por no compartir sus inquietudes con nosotros. Mantener una comunicación abierta y sin prejuicios es fundamental, ya que este fenómeno afecta a todos.
Por otro lado, las empresas deben evitar la promoción excesiva del juego y garantizar que su publicidad no sea engañosa ni esté dirigida a menores. Además de cumplir con los reguladores, los operadores de juegos deben considerar el riesgo reputacional de atraer a jóvenes.
Si no se avanza en la regulación, en la concientización, en que sitios de apuestas online ya no figuren en las remeras de los equipos de fútbol, en que se sancione a los streamers que promocionen el juego de menores en sitios ilegales, en que no haya billeteras de pago (que además dan créditos a los usuarios) que tengan publicidades que promuevan los juegos de azar, será un game over para gran parte de la sociedad.