La Inspección General de Justicia (IGJ) sacudió el rígido entramado societario con una desregulación histórica: desde ahora, las empresas podrán escapar de estructuras obsoletas y costosas para adoptar modelos más ágiles y flexibles. Publicada hoy en el Boletín Oficial, la medida apunta a desburocratizar, abaratar costos y dar oxígeno a las compañías en medio de un panorama económico desafiante.
Lo importante
La IGJ tomó una medida clave para la desburocratización y flexibilización del régimen societario en Argentina. A partir de la Resolución General IGJ N° 5/2025, publicada este martes en el Boletín Oficial, se permitirá por primera vez en más de 50 años la inscripción de transformaciones atípicas en el Registro Público. Esto significa que sociedades ya constituidas podrán optar por estructuras más simples y adaptadas a las necesidades actuales del mercado.
Contexto
Desde la sanción de la Ley de Sociedades en 1972, el régimen societario argentino se caracterizó por su rigidez, impidiendo que sociedades típicas como Sociedades Anónimas (SA), Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS) y Sociedades de Responsabilidad Limitada (SRL) pudieran modificar su estructura hacia modelos más flexibles.
En 2015, con la reforma del Código Civil y Comercial, se introdujo el artículo 162, que establecía un régimen general de transformación para todas las personas jurídicas privadas. Sin embargo, en la práctica, los registros públicos y autoridades de control se resistieron a implementarlo.
Con la nueva resolución de la IGJ, se abre la puerta a que empresas y profesionales puedan reorganizar sus sociedades con mayor autonomía y menor carga burocrática, sin perder la limitación de responsabilidad de los socios.
Cómo sigue
El inspector General de Justicia, Daniel Roque Vítolo, destacó la importancia de esta medida al afirmar que “se hace efectivo el principio de constitucionalización del Derecho Privado”, permitiendo que la libertad de organización societaria establecida en la reforma de 2015 finalmente se aplique.
Según Vítolo, la resolución “revoluciona el régimen societario” al permitir que sociedades ya constituidas puedan:
- Escapar a la rigidez legal y adoptar cláusulas personalizadas.
- Regular derechos y obligaciones de los socios con mayor flexibilidad.
- Incluir aportes innovadores como activos digitales o inteligencia artificial en su estructura patrimonial.
- Definir mecanismos de entrada y salida de socios con mayor libertad.
Según sostienen desde el oficialismo esta reforma tendrá un impacto significativo en sectores como empresas de auditoría, estudios de abogados, contadores, arquitectos, ingenieros y compañías tecnológicas, que hasta ahora estaban limitadas por estructuras societarias tradicionales.
Además, se permitirá que Sociedades Anónimas Unipersonales (SAU) y SAS unipersonales puedan transformarse en sociedades más abiertas, incorporando nuevos socios sin trabas administrativas.
Finalmente, el titular de la IGJ instó a que las provincias adopten esta iniciativa, extendiendo la desregulación a todo el país para fomentar un entorno empresarial más ágil y dinámico.