«Jamás ejercí violencia física», aseguró en un escrito presentado este martes en los tribunales de Comodoro Py para declarar ante el juez federal Julián Ercolini en la causa donde se lo acusa de violencia de género contra su ex pareja, Fabiola Yáñez.
La indagatoria se concretó luego de dos postergaciones y finalmente la tercera convocatoria fue la vencida: se logró la presencia en Tribunales del ex Presidente, tras varios intentos de postergar la audiencia, el último de los cuales fue rechazado ayer.
Lo que importa
Ante el juez Ercolini y el fiscal Ramiro González, Alberto Fernández presentó un extenso escrito de descargo y en una breve exposición explicó por qué se negaba a responder preguntas.
Fernández volvió a cuestionar la competencia del juzgado federal para entender en la causa, recordó que recusó tanto al fiscal como al juez y argumentó que su teléfono celular está secuestrado y no pudo acceder a los mensajes para ejercer de manera debida su derecho a defensa, explicaron a Quórum fuentes judiciales.
La audiencia duró unos 40 minutos, comenzó con saludos formales entre el ex Presidente, el juez y el fiscal y finalizó con la retirada de Fernández de los tribunales sin realizar declaraciones a la prensa que lo aguardaba en el pasillo del cuarto piso.
Qué dijo el ex Presidente
En el escrito Fernández rechazó todas las acusaciones y afirmó que ningún testigo en la causa mencionó haberlo visto de manera directa agrediendo a Fabiola Yañez
«Jamás ejercí violencia física sobre Fabiola Yañez», escribió en el extenso texto entregado al juzgado.
Fernánez pidió su sobreseimiento y aseguró que durante la investigación «ninguno de los testigos que han pasado» por tribunales «han visto o han conocido de algún modo que yo haya tenido semejante conducta», en relación a agresiones y violencia contra la ex primera dama.
A continuación, se presentan los puntos principales del descargo:
Objeción al Proceso: Fernández denuncia que el proceso ha sido injusto y que se ha violado su derecho a la defensa, mencionando un allanamiento indebido, la prohibición de salir del país, el secuestro de su teléfono y el rechazo de pruebas testimoniales. También critica el trato preferencial dado a la denunciante y la filtración de información a la prensa.
Relación con Fabiola Yáñez: Fernández describe cómo conoció a Yáñez, mencionando que fue a través de un reportaje para sus estudios. Explica que la ayudó en sus estudios y trabajos, y que con el tiempo se hicieron pareja. También relata que ella tiene problemas psiquiátricos desde antes de conocerlo, incluyendo un trastorno de bipolaridad y adicción al alcohol. Menciona que la apoyó en su tratamiento y en sus proyectos profesionales
Incidentes Específicos:
La Cena en Olivos: Fernández admite que la cena en Olivos fue un error, pero aclara que no culpó a Yañez por ello, asumiendo la responsabilidad política.
El Nacimiento de su Hijo: Menciona que el parto fue por cesárea a pedido de Yáñez y que ella se sometió a cirugías estéticas después del parto.
Negación de Violencia: Fernández niega haber ejercido violencia física o psicológica contra Yañez. Argumenta que las pruebas presentadas por la querella carecen de valor probatorio. Alega que los moretones que Yáñez mostraba eran producto de caídas por su estado de ebriedad.
Acusaciones de Yáñez: El documento detalla las acusaciones de Yáñez, incluyendo violencia física y psicológica, amenazas, y control sobre su vida. Fernández refuta cada acusación, señalando inconsistencias y contradicciones en el relato de Yañez.
Refutación de las Imputaciones: Fernández refuta las imputaciones del fiscal, incluyendo las de lesiones leves, lesiones graves y amenazas coactivas. Argumenta que no hay pruebas de violencia física y que los problemas psíquicos de Yáñez son preexistentes.
Contexto Mediático y Asimetría: El escrito critica la influencia de los medios en el proceso y la supuesta asimetría en la relación con Yañez. Se argumenta que se ha instalado su culpabilidad en el imaginario público sin pruebas.
La Declaración Testimonial de Fabiola Yáñez: Fernández critica la declaración de Yañez por ser remota y con la asistencia de su abogada, cuestionando la validez de ese acto. También se queja de que su abogada no pudo estar presente ni hacer preguntas.
El Allanamiento: Cuestiona el allanamiento a su morada y el secuestro de su teléfono celular, alegando que no se ha obtenido información relevante para el caso y que se le ha afectado su derecho a defensa.
Testigos de Olivos: Se queja de que no se permitió declarar a testigos que trabajaban en la Residencia de Olivos, quienes podrían testificar sobre la convivencia entre Fernández y Yáñez.
Solicitudes: Solicita su sobreseimiento, la nulidad de la declaración testimonial de Yáñez, y que se admitan las pruebas ofrecidas, que incluye una serie de testigos, informes y pericias.
Pruebas Ofrecidas: Fernández ofrece numerosas pruebas, incluyendo testimonios de familiares, custodios, empleados de la residencia de Olivos, psiquiatras y psicólogos de Yañez, ex funcionarios, personal de seguridad en Madrid y documentación de diversas instituciones y bancos. Además, se solicita una pericia psicológica y psiquiátrica para determinar la veracidad de las acusaciones de Yáñez.
El ex Presidente se presentó a las 10.10 de la mañana, llegó antes del horario de la citación previsto para las 11 e ingresó de inmediato y sin formular declaraciones al juzgado del juez Ercolini en el cuarto piso de los tribunales de Retiro.
Poco después arribó el fiscal del caso, Ramiro González.
Para la llegada del ex Presidente se montó un operativo de seguridad en el piso donde está el juzgado, que incluyó despliegue de efectivos en el hall central y la reserva de dos ascensores para uso exclusivo del ex mandatario por parte de su custodia.
La investigación se inició en agosto de 2024, cuando Yáñez denunció a Fernández por agresiones físicas y psicológicas durante su convivencia en la Quinta de Olivos. La denuncia incluyó pruebas como fotografías y mensajes que evidencian las agresiones. Fernández ha negado las acusaciones y ha intentado, sin éxito, suspender su declaración indagatoria.
El último de estos intentos tuvo lugar ayer, lunes 3 de febrero, cuando pidió una nueva suspensión -la tercera- argumentando que no podía ejercer su derecho a defensa porque su teléfono celular está secuestrado en la causa y no puede acceder a mensajes que intercambió con la ex Primera Dama, entre otros.
Ercolini rechazó el planteo y ratificó la citación que se ha concretado ahora.
Cómo sigue
Tras la declaración indagatoria, el juez deberá evaluar si existen elementos suficientes para procesar a Fernández. De ser así, el proceso judicial continuará con la etapa de instrucción, donde se profundizará en la recolección de pruebas y testimonios para su futuro envío a juicio oral si lo decidido por el juez es avalado en la Cámara Federal porteña, instancia de apelación.
En caso contrario, podría dictarse la falta de mérito o el sobreseimiento.
Ercolini debe definir también la situación del ex Presidente en la Causa Seguros, que investiga supuestos delitos en la contratación de pólizas para organismos públicos durante su Gobierno.
En esta causa el juez de la Sala II de la Cámara Federal porteña Roberto Boico debe definir si acepta o rechaza una recusación al juez que ayer el propio Fernández fundamentó en persona durante una audiencia en Comodoro Py.